Thread by @aldochimal

Buenas noches, maigos.

Comencemos con el #RelatoHistóricoMilitar de esta semana: La #BatalladeKursk

El 6 de junio comentamos que estos encuentros armados no son tan famosos como el Día D, o la Batalla de Inglaterra. Es se explica fácilmente, fueron un triunfo de los rojos.

Aunque ustedes saben que esos especímenes no son de mi agrado, la historia debe contarse siempre neutral, nuestras opiniones no deben dar tendencia, pues la parcialidad (y la Guerra Fría) opacaron el descomunal esfuerzo de la Unión Soviética, al final de la SGM.

El Tercer Reich, sorprendió al mundo con una nueva forma de guerra. Mediante el empleo de sus doctrinas y nuevas tácticas, surgió el mito de invencibilidad de la Wehrmacht.

La Blitzkrieg llovió torrencialmente sobre sus enemigos durante los primeros años. Sin embargo, en cada frente, hubo un punto de inflexión en el que la iniciativa pasó defensiva a ofensiva. La batalla de Inglaterra, Tunisia, Anzio, la batalla de Normandía y Kursk, serían claves.

Las Ardenas serian más bien el último obstáculo a vencer, estertor, le llaman. No entremos en esos detalles por ahora. Vamos a concentrarnos en el momento decisivo, cuando Hitler incluso perdió el interés y los dejó morir a su suerte.

Para comprender Kursk, primero tendremos que comprender un poco de la (para entonces fallida) Operación Barba Roja. El plan de invasión y ocupación de la Unión Soviética.

La idea del Lebensraum (espacio vital) exigía que cada paisano alemán en el régimen Nazi, fuese dueño de al menos cuatro parcelas de tierra cultivable. Porque ya saben, los Nazis amaban el campesinado.

También les encantaba justificar conquistas coloniales con ese pretexto y dado que Alemania había llegado tarde a esa fiesta (más las que perdió en la PGM) no quedó más que mirar al este.

Curiosamente el este, también estaba lleno de recursos naturales, incluyendo acero, petróleo, tierras de cultivo, minerales, agua, etc. Para su desgracia, también era el hábitat natural de sus peores enemigos: Los Rojos TM.

Aunque se firmó un pacto de no agresión por parte de ambas potencias, Hitler y sus tripas jamás estuvieron de acuerdo.

Recordemos que los teóricos del Nacional-Socialismo Obrero Alemán, sostenían que los eslavos y demás gente del este, no eran seres humanos.

Después de ver los modales de Stalin en la mesa, yo también lo habría pensado. El punto es que simplemente había que categorizarlos como sub humanos, para justificar el reclamo y arianizado de aquellas tierras y recursos.

A principios de 1941, la guerra iba bien para los alemanes. Hitler ya no podía tolerar alianza con aquellos, requería urgentemente los recursos. Así que el 22 de junio inició la Operación Barbaroja.

Sorprendieron a Stalin ebrio y con los pantalones abajo.

La Unión Soviética simplemente no estaba preparada para la invasión. Perdieron terreno rápidamente y las bajas materiales solo se vieron superadas por las humanas. Centenares de aviones fueron eliminados en tierra, blindados y artillería no entraron en tiempo.

Tal vez la peor parte de la tragedia fue ocasionada por el mismo Stalin, quien años atrás, con sus purgas, eliminó a la mayoría de los altos oficiales; dejando un vació de liderazgo y organización en las tropas.

Aparte, la Wehrmacht era recibida como ejército libertador, y gozó por buen tiempo del apoyo partisano. Especialmente la región de Ucrania, sería simpatizante de los invasores. (Hasta que llegaron las SS con sus políticas de limpieza étnica del territorio). Lerdos.

El avance alemán parecía imparable, hasta que llegaron a las puertas de Moscú y comenzaron los asedios. Para ese entonces, el plan de resistencia soviética, ya estaba en marcha.

En vez de quedar desmoralizados y entregar al régimen, los ciudadanos comunes se atrincheraron y convirtieron las ruinas en un infierno de combate urbano. Ya hemos hablado que el peor escenario siempre es el combate urbano, incluso hoy en día.

De allí que esta parte del conflicto, es conocida como 'La Gran Guerra Patriótica'. Donde no se trataba de salvar el régimen, sino la mera supervivencia de su gente.

Habiendo perdido el apoyo partisano y viéndoselos limitados por un pobre abastecimiento, los alemanes tuvieron que enfrentarse a dos elementos mortales que diezmarían irremediablemente su iniciativa: El invierno ruso y el mismo Adolf Hitler.

Con todo eso encima, Hitler optó por desistir en la toma de Moscú. Luego dirigiría el esfuerzo para tomar Stalingrado. (Jajajajajaja *infinito*).

El golpe moral sería tremendo y no estaba tan equivocado. Sí había cierta ventaja en aquel asedio.

Maigos, una guerra es llevada por generales y no por un cabo caprichoso y visceral. Recuérdenlo.

Mientras Hitler se concentraba en sus alucinaciones de resistencia a ultranza, Stalin y su banda sacaron las cadenas y lo palos. Ahora estaban preparados.

El tiempo perdido en los asedios, permitió que la maquinaria e industria bélica soviética, se pusiera al día con su apuesta por cantidad sobre calidad. Aunque las bajas humanas fueron tremendas, cada vez más y más voluntarios se enlistaban en las filas del ejército rojo.

Como el cuento ya se alargó y Stalingrado merece su propio relato, dejémoslo en esto: Los patearon tan duro que jamás se pudieron recuperar. La potencia de la Wehrmacht, se redujo a meras bolsas de resistencia.

Desobedeciendo a Hitler, el ejército alemán tuvo que retirarse, replegarse y planear un contraataque tan masivo que pudiera devolverles la iniciativa ofensiva.

Esa retirada no fue nada agradable, más bien, dolorosa. ¿Recuerdan a los partisanos? Pues patearon hasta por debajo de la lengua a los invasores, en represalia de las atrocidades cometidas por las SS.

El ejercito rojo aprovechó la situación para acortar el frente pero se excedió. Fue entonces que la zona de Jarkov (previamente liberada) habría sido retomada por los alemanes. Eso dejó al pueblo industrial de Kursk, como una saliente en el frente de batalla.

Imaginen los frentes de batalla como líneas (normalmente casi rectas) que dividen territorios en los mapas. Kursk era como un chipote. En términos futboleros: El fuera de lugar que el árbitro no vio.

De inmediato, Stalin pretendió iniciar una ofensiva sobre las tropas alemanas exhaustas. Afortunadamente el general Gueorgui Zhúkov, tenía una mejor idea: Convertir a Kursk en una fortaleza impenetrable, que hundiera a los alemanes en una batalla de desgaste.

Claro que Hitler tenía ideas propias: Aprovechar el respiro para reagrupar tropas y reabastecerlas con nada más y nada menos que los nuevos tanques Tiger I y Panther D, además de otros caza-tanques y artillería autopropulsada. Todo guiado por divisiones de la Waffen SS.

Las tropas alemanas estaban al mando de von Manstein, uno de los mejores generales del Tercer Reich. Su plan era la clásica maniobra de pinza, empujando por el frente y cerrando por norte y sur con toda la fuerza blindada posible.

Un plan que se esperaba ejecutar para el 4 de mayo, tardó hasta el 12 julio, perdieron el factor sorpresa y peor aún, dieron tiempo a los rusos de fortificar y planear una muy efectiva contraofensiva.

La saliente de Kursk, se había convertido en una de las fortificaciones más eficaces de toda la guerra. Se cavaron fosos anti tanque, seguidos por campos minados con emplazamientos de artillería y búnkers de control. Además trincheras de comunicación.

Los fosos anti tanque por sí mismos, eran una contramedida letal para la mayoría de los blindados alemanes. Vamos, que no había mucho que hacer si no se lograban vadear. Incluso, de lograrlo, esperaba un amplio campo minado.

En algunas zonas, las minas no tenían más de doce metros de separación. Si bien no ponían fuera de combate a un Tiger I o Panther D, sí lograban inmovilizarlos, para luego ser borrados por los T-34 o golpes de artillería.

Pero no se acaba allí, había una mezcla de minas anti infantería, que impedía reparaciones a unidades de auxilio, incluso a la misma tripulación. Todo bajo constante fuego de artillería y constataste roció de ametralladora, proveniente de los búnkers de control.

Cuando por fin lograban pasar esa línea de defensa, sorpresa, seguía otra igual pero más extensa y con mejor alcance.

Fue cuando los alemanes emplearon el 'Goliath', una de las primeras cargas de demolición (blindada) a control remoto.

El Goliath, se escabullía por el terreno hasta cierta parte del campo minado, luego se le detonaba. La fuerza de la explosión activaba las minas cercanas y se lograba un paso seguro. No tuvieron que usar muchos, el constante fuego de artillería soviética limpió parte por ellos.

El avance fue en extremo lento. Cuando pensaron que podían acelerar el paso, la lluvia convirtió el terreno en un lodazal imposible de cruzar para los blindados pesados, incluso para la infantería. Aparte, no gozaban de apoyo aéreo eficiente.

Hablando del apoyo aéreo, Hermann Göring, había prometido un puente aéreo para abastecer a las tropas con 500 toneladas diarias de equipo (aprox). Adivinen cuantas llegaron, exacto, ni la décima parte.

Además la superioridad aérea por parte de los soviéticos, cada vez se lograba más y más en varias partes del frente. La Luftwaffe adquirió un mero rol de apoyo a tierra.

Bueno, eso antes de haber participado en la que también fue la mayor batalla aérea de la historia. De la cual no salieron bien librados.

Eso es tema de otro relato.

Al norte, en Ponyri, con solo diez kilómetros de avance, los alemanes que quedaban tuvieron que desistir y retirarse. Los soviéticos les reventaron la mutter, con todo equipamiento de vanguardia.

La esperanza se centró en el general Hoth (¿de donde creen que salió la gran idea para Star Wars?) y las divisiones panzer de la tan temida y fanática Waffen SS.

Lo que sucedió a continuación, fue conocido por muchos años como la mayor batalla de blindados en la historia. Ahora sabemos que no. Aunque sí terminó con la ofensiva alemana, para los soviéticos solamente se trató del final de la defensa e inicio de la ofensiva.

Erase una vez, un pequeño, amarillo y tranquilo campo abierto llamado Prójorovka. Donde tres divisiones Panzer SS avanzaban felices y contentas para encontrarse con el adversario soviético.

Habían formado una bonita punta de lanza para atravesarle la garganta al 5º ejército de Guardia Blindada. Los Tiger I al frente y los Panzer III y IV a los lados. Todos de la mano contra la bestia roja.

Mientras, el III cuerpo acorazado, atravesaba el río Donets, solo para encontrarse con un extenso campo minado que lo dejó varado y sin posibilidad de asistencia.

Antes de que pudieran saber lo que pasaba, la furia soviética se hizo a la carga con más de 500 blindados a toda velocidad. En serio, se lanzaron contra ellos en línea recta y no lo podían creer.

La ventaja del Tiger I, como vimos en el relato de la Tigerphobia®, era su capacidad ofensiva a distancia. Con un solo tiro podía eliminar casi cualquier blindado soviético, especialmente los T-34. Además que a menos de 400 metros, el 76mm soviético era nula mente efectivo.

*nulamente.

El punto es que aquí se acercaron tanto, que lograron disparos penentrantes por cualquier zona del Tiger I. Ni hablar de cómo les fue a los Panzer IV. Eso fue un molino de metal 🤘. Los rechinados de orugas podían oírse a más de dos kilómetros.

Especialmente cuando los T-34 no frenaban y embestían de frente, consiguiendo montarse sobre el glacis frontal de los Tiger I e inutilizando la torreta. Ram da mothafucking fascist, Tovarich!

No precisamente en este punto, pero sí en la línea defensiva, los T-34 fueron enterrados hasta la torreta, aprovechando la depresión de sus cañones, se convirtieron en emplazamientos anti tanque improvisados, que incluso a distancia eliminaban las ventajas del Tiger I

Recuerden que no entraremos en detalles con las batallas aéreas. Esos son otros relatos.

Durante todo el día, grandes cantidades de blindados soviéticos, arremetieron contra las divisiones Panzer SS. Aunque con gran cantidad de bajas, los ataques escalaron hasta encuentros cuerpo a cuerpo de infantería.

No quieren tener pesadillas con lo que se hicieron unos a otros. Digamos que la brutalidad de los ataques no es apta para este o ningún otro horario.

Para no hacer el cuento largo, este fue el fin de la Operación Zitadelle. Hitler ordenó que se retiraran y concentraran en el norte, aplicaran la resistencia a ultranza y otros tantos desvaríos.

Aunque costó mucha sangre, los soviéticos implementaron su plan de ofensiva original. No lograron eliminar por completo al 6º ejército, pues temiendo ser envueltos, se retiraron gradualmente.

Para colmo, los aliados habían desembarcado en Italia. Hitler ordenó transferir todos los blindados posibles para la defensa en el oeste.

La iniciativa alemana en en el frente oriental no volvería jamás.

Entonces comenzó una retirada que terminaría casi dos años después en la Batalla de Berlín, cuando las tropas soviéticas se apoderaron del Reich.

Como ven, Kursk no fue una sola batalla, sino una serie de encuentros armados entre las dos potencias. Aunque no logró la expulsión total del invasor, permitió ponerlo en retirada constante y preparar la carrera a Berlín.

La victoria preocupó a los aliados, quienes de inmediato comprendieron el significado de Stalin haciéndose de territorio conquistado. La influencia y control soviético crecerían por cada país liberado. Era urgente rendir primero a Alemania.

Winston Churchill lo sabía mejor que nadie. Había entablado una relación de respeto con Stalin, al menos parecía más amigable y cercano (a Stalin) que los otros.

Negociar con él, sería más sencillo si los alemanes se rendían ante los aliados, así al menos habría ventaja y mantendrían la influencia soviética más lejos del oeste.

Más de un año después de la batalla de Kursk, la operación Overlord (Día D), ya había encaminado a la liberación de Francia y Holanda. La pregunta seguía sonando entre los aliados: ¿Cómo llegar primero a Berlín?

Bernard Shaw Montgomery, tenía una idea, Churchill la escuchó, se llamó:

Operación Market-Garden.

Maigos, hasta aquí llega el relato, espero que les haya gustado y si no, ya saben que no me quita el sueño. Como siempre les pido que dedique un rato de reflexión al sacrificio de tantos, que pelearon esa y otras guerras por el mundo que tenemos hoy.

No los olviden, nunca.

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Lo mismo, la participación y las preguntas son algo muy gratificante.

También podrán consultar los relatos con el HT #RelatoHistóricoMilitar No hago momentos, ni los haré nunca.

Gracias y buenas noches.