Nuestra sociedad presume de secularismo, de laicismo, pero luego quiere que la Iglesia cambie su doctrina para "bendecir" sus propuestas (aborto, divorcio, eutanasia...). ¿Sabéis por qué les pasa? El Evangelio de hoy nos da las claves #HilosDelEvangelio #DomingoXXI
Dice el Evangelio de Juan (adjunto enlace) que, muchos discípulos, al oír a Jesús dijeron: "Este modo de hablar es duro ¿quién puede hacerle caso?" ciudadredonda.org/calendario-lec…
Es el mismo argumento que usan muchos de los que abandonan la Iglesia
¿Que yo por ser cristiano no puedo hacer lo que a mí me parezca en cada momento? ¿Que a mí me va a decir la Iglesia qué puedo y qué no puedo hacer? ¡Vamos hombre!
Los hombres y la mujeres del siglo XX y XXI hemos entronizado la "libertad", considerando que ya nadie puede mandar sobre nosotros. ¡Es nuestra conquista!
Es una falsa noción de libertad, claro, porque luego todo está prohibido, toda la sociedad está montada sobre leyes y más leyes, multas, sanciones... Leyes comunitarias, nacionales, autonómicas, locales, ¡Hasta en la comunidad de vecinos te dictan cómo debes comportarte!
Pero nos hacemos la falsa ilusión de que vivimos felices haciendo lo que nos da la gana. Excepto, fumar o tomar azúcar refinado o aceite de palma
A Jesús le da un poco igual que tomes aceite de palma de vez en cuando. Lo que sí te pide es que tomes la cruz de cada día y lo sigas. Y eso es duro porque amar de verdad es "duro", no es hacer "lo que te pide el cuerpo".
Perdonar al enemigo, amar a tu mujer que te dice lo que no te interesa oír, es duro; por eso es más fácil divorciarse.
Vivir la sexualidad de forma responsable, buscar relaciones estables, amar a tu novio, a tu novia, a tu esposo o a tu esposa, es duro; por eso es más fácil poder abortar sin consecuencias penales.
Acompañar al enfermo en sus últimos días es duro, por eso es más fácil poder darle una eutanasia rápida al abuelo.
Divorcio, aborto y eutanasia, parecen tópicos, como si no hubiera más campos en los que el Evangelio tenga una palabra para el mundo, pero son realidades en las que la sociedad reclama continuamente a la Iglesia que "se modernice". En realidad quieren decir, "que nos deje hacer"
Pero claro, la Iglesia no puede cambiar el mensaje de Jesús. Su misión es, precisamente, conservarla y anunciarla por los siglos de los siglos.
(Permitidme un inciso: aunque no se pueda cambiar el mensaje, sí se debe cambiar la forma de presentarlo. Y aquí tenemos todavía mucho trabajo por hacer. Yo estoy probando con estos hilos, que creo que están sirviendo a muchos... ¿A ti qué se te ocurre?)
Pero seguimos con la historia. Jesús se da cuenta de que lo están criticando por proponer ese estilo de vida nuevo y dice: "El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida".
Cuando Jesús habla de la carne, no está hablando de la carne física, del cuerpo. Esta confusión ha llevado a muchos a creer en un dualismo incompatible con la fe católica que presenta al cuerpo como el malo y al espíritu como el bueno de la película.
Y el malvado cuerpo es el que arrastra al pobre e inocente espíritu a caer en el pecado. ¡Nada de eso! Cuando hacemos el mal lo hacemos con cuerpo y alma y cuando hacemos el bien también. No somos dos seres en uno. Somos uno solo.
Con "la carne", el Evangelio quiere decir las cosas terrenales por las que nos preocupamos: el sustento, el placer, la comodidad, el bienestar... La "carne" solo piensa en estar bien aquí, olvida que somos eternos, inmortales, no puede AMAR porque el amor es eterno.
Por eso la carne no sirve de nada, y la palabra de Dios es espíritu y vida porque nos ayuda a salir de la carne (que acaba) para alcanzar la Vida (que no acaba).
Escuchando la palabra de Dios que la Iglesia custodia y propone, el hombre y la mujer encuentran la Vida, la auténtica libertad.
Porque la libertad verdadera no es hacer lo que a ti te parezca que te viene bien, sino lo que realmente te viene bien. A un niño le encanta tomar chuches, cree que le vienen bien. Pero su madre sabe que no y por eso (no porque le guste reprimirle), le recomienda que no lo haga
Llevando el símil al tema político, la sociedad quiere que la Iglesia les deje comer chuches. Y la Iglesia, como buena madre, no puede bajarse del burro porque aunque "esta forma de hablar sea dura", en realidad es "espíritu y vida"
En el Evangelio de hoy, Jesús es abandonado por muchos, pero unos pocos, una docena, se quedaron con Él, porque, decían "¿adónde vamos a acudir? Solo tú tienes palabras de vida eterna"
Alguno puede ver en la Iglesia no una madre, sino una madrastrona, sobre todo tras los horribles casos de corrupción que han salido en los últimos días.
Pero unos pocos, espero que tú estés entre ellos, hemos descubierto que solo ella nos dice la Verdad. Y que aunque haya algún Judas dentro del grupo, sólo aquí nos dan palabras de vida eterna ¿Adónde vamos a acudir? #FindelHilo
