Thread by @datadista

Hace 10 años, mientras en EEUU se gestaba la caída de Lehman, la inmobiliaria Martinsa anunciaba el mayor concurso de acreedores de España. ¿Hay relación? Esta es una historia de ambición, palcos de fútbol y crédito loco #crisisdememoria 👇

14 de julio de 2008. Martinsa-Fadesa solicita el concurso de acreedores. Tiene una deuda de 7.000 millones, de los que debe 5.200 a bancos y cajas de ahorros. Es oficial: la burbuja ha estallado en España. El país tiembla.

Versión simplista: La crisis de EEUU ha secado el crédito, los bancos no reciben financiación de fuera y no dan hipotecas, no se venden pisos, las inmobiliarias no pueden pagar sus deudas.

La otra historia: ¿Hacemos un pequeño viaje?

Con ustedes, Trigueros del Valle (Valladolid), pueblo de menos de 300 habitantes donde nació Fernando Martín. El hijo de la farmacéutica, apodado El Chato, aprende desde muy temprano la estrecha relación entre fútbol y ladrillo.

Siendo niño, Fernando encabeza un grupo de chavales que, hartos de que el dueño del terreno en el que juegan los eche cada dos por tres de malos modos, visitan al alcalde del municipio para pedir que les construyan un campo de fútbol.

Arrojo no le falta, pero pocos pueden imaginar entonces las cosas de las que será capaz:

Crear la mayor inmobiliaria ✅
Cotizar en el Ibex ✅
Presidir el Real Madrid (57 días) ✅
Mayor suspensión de pagos de España ✅

Con la democracia, Martín entra en política y llega a secretario general de la UCD de Valladolid. Tras el descalabro del partido en 1982, se traslada a Madrid donde logra trabajo en el sector inmobiliario gracias a sus contactos políticos.

En esos años conoce a los grandes del sector: Luis del Rivero, Juan Abelló y a la persona a la que le gustaría ver cuando se mira al espejo. Nacido como él en 1947, de la UCD como él hasta la desaparición del partido, amante como él del Real Madrid. Foto: CDC-Flickr

Martín quiere volar solo y crea Martinsa. La compra-venta de suelo, especialmente para VPO, le permite empezar a crear una pequeña fortuna. Los PAU de Montecarmelo o Las Tablas van sumando ceros a su cuenta.

Mientras va creciendo en los negocios, sigue ganando puntos en su otra pasión: el fútbol. Está en el equipo de Florentino cuando este intenta ganar a Ramón Mendoza en las elecciones a presidir el Real Madrid en 1995. elpais.com/diario/1995/02… Y en las de 2000.

Pero crecer solo en el ladrillo es muy lento para sus ambiciones. Martín compra casi un 6% de Vallehermoso, primera inmobiliaria española entonces, antes de la OPA de Sacyr, que creará el gigante Sacyr-Vallehermoso.

No logra que Luis del Rivero y Juan Abelló, ambos directivos del Real Madrid, le den el protagonismo que espera en el nuevo grupo y acaba saliendo del pacto aunque con una jugosa ganancia. También saca partido a sus inversiones en Telefónica, Santander, BBVA…

Martín está harto de que los señores del ladrillo, con quienes se codea en el palco y en los negocios, no le tomen por uno de los suyos. Su inmobiliaria crece al ritmo de la burbuja pero quiere llegar al podio. Y así llegamos al año 2006.

2006. El año de la orgía. El año del cambio de manos de grandes inmobiliarias históricas compradas por firmas mucho más pequeñas que no tienen el dinero necesario ni la mitad ni un cuarto para comprar lo que quieren. ¿Y entonces?

Bancos y cajas, los mismos que están alimentando la burbuja del crédito financiando las promociones desde el suelo y luego a las familias para comprar las viviendas, les dan créditos milmillonarios, uno detrás de otro, para que compren empresas.

La deuda de las inmobiliarias que se crea en poco más de un año es un agujero negro. La van pagando por la cantidad de pisos que venden con el mercado desbocado pero, cuando deje de llegar ese dinero, el agujero se los tragará a todos. ¿Nadie lo ve?

Sí. Para empezar, los que salen de la fiesta en 2006 vendiendo sus empresas a precio de oro. Se van históricos como Ana Botín, que ha negado años que Banesto vaya a vender Urbis. elpais.com/diario/2006/07…

Se van La Caixa y Mutua Madrileña de Colonial. lavanguardia.com/economia/20060…

La ambición de otro nuevo rey del ladrillo, Luis Portillo, no se detendrá con esa operación.
elmundo.es/mundodinero/20…

Y Manuel Jové decide vender Fadesa, la histórica inmobiliaria familiar.

¿Por qué 2006? Hay alarmas. El precio del metro cuadrado en la costa, que al ser 2ª vivienda anticipa los cambios, empieza a dar muestras de agotamiento. Ya no crece con la misma alegría y cada trimestre va a peor. Ojo al piñazo de principios de 2007.

Alguien más ve que aquello no es sostenible. En el año 2006, el ministro de Economía Pedro Solbes recibe una carta de los inspectores del Banco de España. Es un grito de alerta.

No sabremos hasta años después que advirtieron de cuánto iba a sufrir el país si nadie paraba aquello. Fue gracias a este artículo de @carlossegovia_ elmundo.es/elmundo/2011/0…

Otros siguen a lo suyo: en febrero de 2006, llega uno de los dos grandes sueños de Fernando Martín. Florentino Pérez dimite por sorpresa como presidente del Real Madrid.
elpais.com/deportes/2006/…

Florentino no convoca elecciones en el Real Madrid. Señala a Fernando Martín para que la junta lo nombre presidente. Y lo nombra, claro. elpais.com/diario/2006/03…

Trigueros del Valle está tan orgulloso que eligen a Martín para dar el pregón en las fiestas de 2006. Lástima que, para cuando llega el día, Martín ya no es presidente del equipo blanco (duró 57 días).
elnortedecastilla.es/prensa/2006090…

Al menos le queda su otro sueño: el podio del ladrillo. Hay mucha competencia. En 2006, la lista Forbes se llena de nombres del sector. Entre ellos, Enrique Bañuelos, que saca ese año a bolsa Astroc. Ojo a la caída de su fortuna un año después.

En 2006, Bañuelos celebra su famosa fiesta de la paella en Central Park, Nueva York. Y dice aquello de que si le dejan desnudo allí, en 24 horas estará paseando en limusina. Así las gastaban los nuevos reyes. @A_Rigal describe aquí el nivelazo de la fiesta elconfidencial.com/empresas/2016-…

Fernando Martín ve el cartel de se vende en Fadesa y se lanza en plancha. No tiene el dinero ni para pagar la parte de Jové ni para la OPA que debe lanzar por el resto de Fadesa. Pero hay alguien dispuesto a prestarle el dinero. Foto: aditza121 / Flickr

Con ustedes: Carlos Vela, la persona que lideró la operación por la que Caja Madrid prestó 1.000 millones de euros de los 4.000 que recibió Martinsa para comprar Fadesa. Dice que lo hicieron porque “no había ninguna señal de alarma”

Fíjense en la foto de esta página. El de la izquierda es él, meses después de la operación, aunque ya no está en Caja Madrid. Se ha convertido en el segundo hombre más fuerte de la empresa a la que dio el crédito.

No sean mal pensados. Él reconoció este año, ante la Comisión de Investigación sobre la crisis financiera del Congreso, que lideró el crédito. Pero allí estaban bancos de inversión extranjeros, bancos españoles, los de riesgos...

Vela se va a Martinsa-Fadesa porque tiene un plan muy bueno. Pero resulta que las ventas de vivienda se desploman y nadie había pensado que si el ciclo cambiaba, con una deuda bancaria de más de 5.000mill., aquello iba a ponerse complicado.

Vela dice que la crisis se agravó porque los señores del ladrillo se negaron a reconocer que lo que tienen ya no vale lo que dicen los balances de sus empresas. Vela lo explica con un mono, un plátano y una vasija. Spoiler: el mono muere.

Adivinen cuándo vuelve Vela a Caja Madrid. El 8 de julio de 2008, un día después de que venza el plazo de Martinsa para lograr una de las condiciones que le han puesto para que retrase sus pagos. Seis días antes de que anuncie el concurso de acreedores.

No se crean, que lo pasa muy mal en Martinsa porque él está acostumbrado a perder 5 o 10 millones que no son suyos (que no deben ser de nadie) pero no a dejar de pagar nóminas.

Lo que pasa es que los correos de Blesa, que una fuente anónima hace llegar a @X_net_ y están recopilados en correosdeblesa.com, no muestran esa preocupación. Vela parece más preocupado por que la caja pague el renting de su Porsche.

Él de eso no se acuerda, dice. Porque lo del coche es “una tontería” teniendo en cuenta que en su vuelta a la caja va a “ganar más dinero”. Caja desde la que dio el crédito a la empresa de la que sale y que ya no va a pagarlo.

Un momento. Ya estáis pensando mal otra vez. Vela no deja Martinsa-Fadesa porque sepa que no se han conseguido los 150 millones que exigía el acuerdo de refinanciación para retrasar los pagos. Es porque no se lleva bien con Fernando Martín. Dice.

La mala suerte es que el día en que todos los periódicos recogen en sus portadas el mayor concurso de acreedores de la historia de España, @carlossegovia_ recuerda desde El Mundo la ida y vuelta de Vela y que fue quien dio desde Caja Madrid 1.000 millones a la inmobiliaria.

En el convulso consejo de Caja Madrid, donde se libra una guerra de poder político, no ven bien la vuelta de Vela, que verá esfumarse su sueño de presidir la nueva filial que pretendían sacar a bolsa, Cibeles. No fue tan amistosa su salida como se pretende.

Según este correo del fallecido Miguel Blesa, lo que Vela buscaba era dinero. Pero las cosas no están ya para grandes alegrías. Blesa dice que si se lo dan lo queman a él en el agujero del obelisco de abajo. Se refiere a la costosa obra de Calatrava que regaló la caja a Madrid.

¿Se equivocaron dando el crédito a Martinsa? Vela dice que el problema eran los políticos en las cajas, que no sabían. Él sí sabía pero lo convencieron de que aquello no iba a dejar de crecer. Así todo. Una crisis sin culpables.

Caja Madrid no es la única que queda atrapada en la suspensión de pagos de Martinsa. Intenten no sufrir mucho con la lista de acreedores. Entre los principales están esas cajas que hubo que rescatar con dinero que no iba a salir del bolsillo de los ciudadanos.

A medida que vaya aumentando la morosidad y creciendo las declaraciones de concurso de inmobiliarias, el agujero irá creciendo, imparable. Ese es el gran roto en las tripas de la banca, el de los promotores inmobiliarios, no el de las familias.

Los bancos se lanzan a comprar pisos y suelo para evitar el peor escenario, demostrado por Martinsa-Fadesa, las suspensiones de pagos.

La crisis será larga. La financiación a la banca, que hace años que viene de fuera porque era imposible crecer a ese ritmo con el negocio propio, no va a volver en mucho tiempo. El terremoto de EEUU no han sido las subprime del verano de 2007. Queda lo peor.

El día en que Martinsa anunció la suspensión de pagos, EEUU anunciaba que entre el Tesoro y la Fed salían a rescatar a Fannie Mae y Freddie Mac. Mal día para esas iniciales, señor Fernando Martín, estaba claro.

Al capitalismo se le revolvieron las tripas. Impuestos para rescatar entidades que, aunque reguladas por ley, eran de capital privado. En septiembre la cosa sería peor. El rescate sería total: nacionalización. Qué duro sonaba entonces.

El secretario del Tesoro de EEUU, Hank Paulson, había pedido en julio de 2008 su famoso bazuca. Un arma de cientos de miles de millones de dólares para que el mercado supiese que estaba cargada y lista para rescatar bancos, no para usarla. Hasta que llegó Lehman.

En España, hubo quien criticó que el ICO no prestase a Martinsa los 150 millones con los que habría retrasado su deuda. ¿Habría servido? El hecho es que el Gobierno empezaba a tener mucho que explicar sobre cuentas públicas. El superávit de la burbuja se fue con ella.

España sufría el golpe donde más le dolía, como explicó aquí Alejandro Bolaños, ese inmenso periodista del que aprendimos todos y que relató la crisis día a día. elpais.com/diario/2008/08…

Hace diez años, tras el verano de 2008, España se asomaba al precipicio. Y no sabía la que se le venía encima. Vendrían muchos concursos de acreedores más. Quedaban semanas para la quiebra de Lehman. El mundo se acostumbraría a rescatar bancos.

Y se extendería la idea de que la burbuja serviría de escarmiento. Playa Burbuja es el libro de Datadista que explica lo que el ladrillo le ha hecho a la costa peninsular mediterránea. Porque el ladrillo vuelve. A la venta aquí: tienda.datadista.com/products/playa…

Volveremos muy pronto con la próxima entrega de #crisisdememoria. Hasta entonces, no se olviden de recordar.