No, pero me sé una historia... 👇
Corrían los tiempos en que en @gomaespuma sufríamos los efectos del calentamiento global; no debido al cambio climático, que entonces casi nadie presagiaba, sino debido a que éramos jóvenes y ardíamos en deseos de comernos el mundo. 👇
El futuro se presentaba en pal color: nos pagaban por hacer lo que nos gustaba, trabajábamos con la gente con la que queríamos irnos de vacaciones... 👇
... y España pertenecía por fin y por derecho propio a una Europa que iba a permanecer definitivamente unida gracias al euro y a los Erasmus. 👇
Entonces empezamos a sacar la radio al mundo. En lugar de enterarnos de las noticias por los corresponsales, decidimos ir a indagar nosotros mismos. Mauritania, Cuba, India, Bosnia, Israel, EE.UU, Ecuador...👇
Pero, para tristeza nuestra, en ninguno de esos viajes nos acompañaron ninguna de las dos mujeres que forjaron el alma del programa: @CurraVidal y Mavi Velasco. La respuesta siempre fue la misma: que no querían ausentarse tanto tiempo fuera de casa. 👇
Motivo que podría dar para todo un hilo-reflexión sobre el inmenso mérito de la mujer/madre trabajadora, pero que aparco para otra ocasión puesto que ahora vamos de carritos de supermercado. 👇
Cuando ya intuíamos el final de nuestra etapa radiofónica, por fin las convencimos de que se apuntaran al menos a un viaje. Curra nos acompañó a Jordania y su historia con la parabólica dio para 10 minutos de función en nuestra posterior aparición teatral con #NadieSabeNada. 👇
Mavi vino a Senegal... después de cerciorarse fehacientemente de que su marido, Diego, se hacía cargo durante su ausencia del cuidado y la sana alimentación de su hija. 👇
Para ello le facilitó una lista de la compra y varias posibilidades de combinar los productos adquiridos a base de recetas fáciles y/o la simple necesidad de un calentado en el microondas. 👇
Y allí nos tienes un sábado por la mañana del año dos mil y poco, a Mavi y los Gomaespuma alucinando con los hombres árbol del poblado senegalés de Badián, y a Diego, padre y esposo amantísimo, conduciendo a hacer la compra por la M531 con el codo sacado por la ventanilla. 👇
La misma mañana en que Diego entró, primero en el Carrefour Ciudad de la Imagen, carretera de Boadilla del Monte km 1, y luego en pánico. ¡Oh campos de soledad, mustios collados! Una cosa era comprometerse a hacer la compra y otra muy diferente saber qué demonios comprar. 👇
250 gramos de jamón. Sí, ¿pero de cuál? ¿Curado Sierra de la Alpujarra que sólo tiene 3.8 de grasa pero es de cerdo blanco, o ibérico de Teruel cortado en medias lonchas, que lleva 4.1 de sal, pero viene sin gluten? 👇
¿Y el jabón de lavadora qué? ¿Líquido en botella 810 cc para 27 lavados, hipoalergenico con aroma Nenuco, o en pastillas adiós al separar colores? ¿Y en los congelados: langostino crudo, gamba cocida, o cola de gambón pelado? 👇
Y fue, en medio de aquella desesperación, con el agobio a punto de estar a punto, que Diego observó por el rabillo del ojo a una señora que empujaba un carro repleto de productos que parecían reunir las características asociadas a una buena compra. 👇
Se le encendió una luz. Nació la esperanza. What a wonderful world! Diego aparcó su carro vacío junto a la pila de fruta en oferta, que no sabría decirte a ciencia cierta si eran aguacates, mangos o papayas, y la siguió por el pasillo de los lácteos. 👇
Cuando la mujer se agachó a coger dos paquetes de mantequilla, Diego aprovechó la distracción para atrapar el carro ajeno y empujarlo a toda velocidad hacia las cajas. Tediosa espera, sudores fríos y, por fin, el bendito latido del escáner. Bip, bip, bip... 👇
Pagó con tarjeta Visa del Santander. “Firme aquí” “Gracias” Huyó al aparcamiento con la mercancía y arrancó el coche con la primera metida. En el parking quedan marcadas las huellas de los neumáticos para corroborarlo. 👇
A excepción de un paquete de pañales Huggies, talla 0, hasta 3kg, para prematuros, y un saco de arena para gatos Catsan, el pedido le encajó a plena satisfacción en la nevera. 👇
Volvimos de Senegal y Mavi encontró a su familia bien alimentada y en perfecto estado de salud emocional. Todo salió a pedir de boca. Lo único que... 👇
En el Carrefour de Boadilla se comenta que, en las noches de luna llena, vaga por el pasillo de lácteos el espectro de una señora que, con los ojos en blanco, como dos huevos de paloma, entona con voz lúgubre, pero a compás, el dónde estará mi carro del gran Manolo Escobar.
