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Como leo a muchos confundidos -y ofendidos- porque se cuestionó la política de comunicación social del presidente, acá les resumo el punto: el problema no es que en las conferencias se den más declaraciones que información, el problema es que se está cerrando el acceso a la misma
Ejemplos que cita Daniel en su texto de hoy en Reforma:
1. En plena coyuntura sobre el combate al robo de combustible y aun cuando es su obligación legal, el gobierno no ha abierto las estadísticas sobre producción, importaciones, demanda y nivel de inventarios de petrolíferos.
1. En plena coyuntura sobre el combate al robo de combustible y aun cuando es su obligación legal, el gobierno no ha abierto las estadísticas sobre producción, importaciones, demanda y nivel de inventarios de petrolíferos.
2. Algo similar sucede si quieres saber cuántos homicidios han ocurrido en estos primeros 50 días. Pueden consultarse tres fuentes oficiales, pero tendrás que creerle a la que más te guste, porque los números no coinciden. En unos bajan, en otros suben.
3. Más ejemplos: ¿cómo se ha diseñado el programa de 100 universidades? ¿Dónde está el censo para los programas de Jóvenes Construyendo el Futuro o Adultos Mayores? ¿Cuánto estamos pagando por mantener en EUA el avión presidencial? ¿Por qué el contrato no está disponible?
4. Y sigue: ¿cuánto va a costar la cancelación de Texcoco? ¿Por qué optar por hacer una refinería en Dos Bocas? No hay información disponible.
El objetivo de la información es saber cómo se están diseñando las política públicas, darle seguimiento y revisar los resultados. Eso se llama rendir cuentas y a eso están obligados todos los gobiernos. El tema es que al actual no se le da mucho que digamos y ésa es la crítica.
FIN.
Adenda: no se pide que el presidente responda todas las preguntas en sus conferencias matutinas. Con que cada dependencia hiciera pública su información tendríamos (y las conferencias matutinas ni siquiera serían necesarias).
Ora sí FIN FIN.
