Thread by @Nyx_Airgetlam

ⵣ HILO DE LEYENDAS Y MITOLOGÍA DE CANARIAS ⵣ

Bueno, como prometí en su momento, aquí está el hilo.
En principio voy a hacer un popurrí de muchas cosas para ponernos en situación.
Voy a empezar por las leyendas que envuelven a Canarias, no las nuestras, sino las que se contaban de nosotros.

Se podría decir que todas las primeras referencias que hacen alusión a las Islas Canarias en la Antigüedad, e incluso avanzada la Edad Media, tenían su base en la mitología.

Muy pocos navegantes fenicios, griegos y romanos llegaron en la época clásica a alcanzar las costas canarias.

Las corrientes marinas que fluyen por las islas, no ayudaban para ello porque desviaban el curso de los navíos hacia el mar Caribe -por entonces hacia el final del mundo conocido-.

Con ello, los pocos afortunados que lograron regresar acompañaban sus testimonios de un halo de misterio y leyenda.

Fue así como acabamos llegando a la mitología griega. Mezclados con sus propias historias y otros mitos, se pueden encontrar referencias a las islas como la de Homero,

que hablaba en la Odisea de una tierra donde los hombres vivían dichosamente y donde no se conocía el frío ni la nieve, en el fin del mundo donde tras la muerte van las almas de los héroes y de los virtuosos; Los Campos Elisios.

Casi todos los lugares fantásticos los griegos los ubicaban junto al fin del mundo y, puesto que Canarias para ellos era el fin del mundo además de una tierra llena de misterio, era lógico que tantas leyendas acabasen adoptando las descripciones que se hacían de las islas.

Otros ejemplos son la Atlántida, puesto que supuestamente las islas son las montañas más altas que el mar no pudo tragarse, y El Jardín de las Hespérides "las Hespérides son las tres hijas de Atlas quienes viven en la tierra más occidental del mundo".

Todo esto, como digo, depende de la interpretación, pero es sabido que llegaron marinos fenicios a las islas. Además, las leyendas se entremezclan con muchos otros elementos, así que puede que las islas no sean la única inspiración para estos lugares,

pero ahí queda la duda, que para algo son leyendas...

Una vez situados en la historia del mundo, iré con las leyendas que aún se escuchan por los lugares de las islas. Son muchas las que se están perdiendo, pero hay una en concreto que cualquier niño canario se conoce...

Cuenta la historia que Saint Brendan de Clonfert (480-576 e.c.), un monje irlandés, atravesó el Atlántico junto con otros 14 monjes en busca de las Islas de los Bienaventurados. Parece que Brendan y compañía se toparon con una isla en la que decidieron desembarcar.

Nada más llegar decidieron celebrar misa y parece ser que fue en ese preciso instante cuando el suelo empezó a temblar.

La isla, que parecía tener vida propia, comenzó a moverse. La leyenda relata que, en lugar de un islote, Brendan y compañía se encontraban encima del lomo de una gigantesca criatura marina.

Aquella bestia les llevó a, según su relato, una exuberante isla de arena negra, en la que el sol nunca se ponía y los árboles daban abundante fruta: Se pensó, durante mucho tiempo, que se trataba del Paraíso.

Nunca nadie más pudo llegar a la isla que a partir de aquel momento fue conocida como San Borondón. Pero de vez en cuando, algunos marineros lograban divisarla, aunque cuando trataban de alcanzarla, desaparecía.

La isla aparece con descripciones detalladas en numerosos mapas desde el siglo XIII. El último mapa en el que aparece la isla es de 1755, 34 años después de la última de las numerosas expediciones oficiales en busca de la isla (por supuesto, todas fracasaron)

Creo yo que casi todos los niños canarios hemos visto alguna vez la isla en el horizonte. Puede que sea verdad que sea una isla que aparece o que desaparece, o puede que no... Nunca lo sabremos... (O sí)

Esta sea probabalemente la leyenda más extendida por todas las islas. Cada isla tiene muchísimas leyendas, pero ninguna ha alcanzado tanta popularidad como esta.

Bueno, ahora vamos a ponernos serios...
Comenzamos a hablar de dioses y demonios.

Antes que nada, hay que tener claro que, como la religión aborigen fue transmitida y alterada por los invasores cristianos, las creencias, actitudes y prácticas mágico-religiosas originales no pueden definirse con certeza.

Por lo que las fuentes que tenemos son o interpretaciones de los hallazgos arqueológicos o narraciones desde el punto de vista de los invasores.
Además, hay que destacar que cada isla presentaba sus propias creencias diferentes, aunque con un origen común.

Por lo que tenemos varias figuras que se repiten en cada isla con diferente nombre, pero que guardan características comunes.

En todas las islas estaba presente la figura del Ser Supremo, aunque su importancia real es fuente de discusiones debido a que probeblemente fuese la asociación con Dios que le dieron los cristianos.

Además, era más común la idea de la "pareja divina", dos seres superiores; una femenina identificada con el Sol y otro masculino identificado con la Luna.

Así, en Gran Canaria el Ser Supremo era Acorán y en La Palma se le conocía como Abora.

Los guanches (antiguos pobladores de Tenerife) tenían un dios supremo al que se denominaba de forma diferente según qué atributos se querían remarcar (lluvia, relámpagos, fuego, origen del universo). Su nombre más común es Achamán (el centelleante).

Por otro lado, estaba Magec, diosa del Sol adorada en Gran Canaria. Magec parece haber sido parte principal de sus devociones, y por ella hacían sus juramentos. Además, la pintadera del sol es la más cómun de las islas.

El Sol se sabe que fue adorado (adorada en este caso) en todas las islas, pero la figura de Magec solo está presente por lo que se sabe en Gran Canaria y en Tenerife.

En el caso de Tenerife no se la puede asociar a la pareja diviina que nombraba antes, puesto que esta figura la ocupa Chaxiraxi.

El término Chaxiraxi es de procedencia guanche y ha sido traducido como 'la que carga o sostiene el firmamento'

También era denominada Achmayex Guayaxerax 'he aquí la madre de él, el Espíritu que sustenta el universo'.

(la voz Guay- significa espíritu, más adelante la veremos)

El concepto de "madre" la asocia con Magec (ma-aɣeq 'madre del fulgor'), no hay evidencias de que fuese la misma diosa, pero la relación que guardan es bastante evidente.

Chaxiraxi, además, tiene una historia curiosa. La diosa fue relacionada por los guanches con una talla cristiana de la virgen de Candelaria que habían encontrado en Güímar entre 1390 y 1401, perdida por unos exploradores.

Por lo que comenzaron a adorarla como si se tratase de su propia diosa. A la llegada de los castellanos, no les costó mucho a los misioneros que adorasen a la virgen por esa misma razón. Así que la patrona de Tenerife no es otra en realidad que Chaxiraxi.

A parte de estos dioses principales, se creía que espíritus malignos habitaban en las entrañas de la tierra y en zonas volcánicas, creyendo los guanches que el infierno se encontraba en el interior del Teide, al que denominaban Echeide, hogar de Guayota "el maligno".

Esta figura era conocida como Gabiot en Gran Canairia y como Iruene en La Palma.
Se aparecían bajo la forma de grandes perros lanudos. En Gran Canaria se les conocía a estos perros como Tibicenas.

Además de todos estos, existían muchísimos espíritus o genios menores. Ejemplos de ellos en Tenerife son Guañajé, Canajá y Jucancha, deidades protectoras del ganado cabrío, del ovino y del perro respectivamente.

O Aranfaybo, entidad que tomaba la forma de un cerdo y mediaba entre los bimbaches y su dios durante los ritos propiciatorios de lluvia.

Ya fuera de dioses y demonios, nos encontramos con un concepto interesante que es el de Bentayga (lugar que sostiene) o Axis Mundi, extendido no solo por todas las islas, sino también por muchas culturas de todo el mundo.

Viene a ser la idea de una columna que sostiene el universo. Este pilar místico es asociado por los con determinados roques, montañas o cualquier lugar elevado.

Así el de la Palma es el Roque Idafe, el de Tenerife el Teide y el de Gran Canaria el mismo Bentayga.

Estos no eran los únicos lugares sagrados, había muchísimos, repartidos por cuevas y montes. En Gran Canaria tenemos la Cueva Pintada o Cuatro Puertas.

Aprovechando que hablo de Cuatro Puertas, voy a volver a recalcar la importancia de los astros para los antiguos pobladores de canarias.

En el interior de la roca, el día del solsticio de verano, el sol llega a tocar un punto concreto marcado en el suelo, sirviendo de calendario

En la parte superior del montículo, existe esta versión canaria de altar de sacrificio. Eran unos surcos en el suelo por donde se derramaba leche de cabra para hacer ofrendas.

Ahora hablemos de sacerdotes. En Gran Canaria la máxima figura religiosa era el faycán, que a la vez era juez y consejero del Guanarteme. También existían en esta isla las harimaguadas, jóvenes mujeres que se dedicaban a la oración y a los rituales.

Eran muy respetadas en la isla y vivían recluidas. Tan solo salían para oficiar ceremonias y bañarse en el mar, que era casi como un rito para ellas. Se diferenciaban del resto de mujeres por sus túnicas blancas.

Entre los rituales que se conocen, los más documentados son los que servían para pedir la lluvia.

Los aborígenes de Gran Canaria realizaban una procesión portando ramas de árboles a las montañas sagradas de Tirma y Amagro, donde las harimaguadas derramaban leche mientras danzaban y cantaban alrededor al mismo tiempo que la gente clamaba al cielo.

Después, el faycán conducía la procesión hasta el mar, donde todo el mundo con ramas daba golpes en la superficie.

Esta tradición se sigue manteniendo hasta el día de hoy. Todos los años se bajan las ramas hasta el Puerto de las Nieves.
Ya no hay Harimaguadas, pero al menos está la banda de Agaete, que tiene unos temazos geniales.

Bueno, una vez acabado todo esto, pasemos de la mitología y los ritos para centrarnos en las leyendas.

Las más conocidas son las de "Gara y Jonay" y la del "Árbol Garoé"
Empecemos por la parejita...

Según la leyenda, en la Gomera, existían entonces, siete lugares de los que emanaba agua mágica y cuyo origen nadie conocía. Estos siete chorros, aparte de regalar virtudes revelaban también, cuando te mirabas en sus aguas, si ibas o no a encontrar pareja.

Si el agua era clara, el amor llegaría, pero si se enturbiaba, poco había que esperar. Se aproximaban las fiestas de Beñesmén y un grupo de jóvenes gomeras acudieron a Los Chorros de Epina para mirarse en él.

Entre ellas se encontraba Gara, princesa de Agulo. Se asomó y al principio le devolvió una imagen tranquila y perfecta, pero luego surgieron sombras y comenzó a agitarse... Gerián, el sabio del lugar, le hizo una advertencia:

"- Lo que ha de suceder ocurrirá. Huye del fuego, Gara, o el fuego habrá de consumirte". Gara calló, pero el triste presagio corrió de boca en boca.

En las vísperas de las fiestas, llegaron de Tenerife los Menceyes y otros nobles. El Mencey de Adeje venía con su hijo Jonay, joven fuerte y apuesto. Gara no podía dejar de observarlo, y en cuanto sus miradas se encontraron, el amor los atrapó sin remedio.

Poco después, aún en fiestas, su compromiso fue público. Pero he aquí que en cuanto se empezó a propagar la feliz noticia, El Teide, antes conocido como Echeyde (infierno), empezó a escupir lava y fuego, con tanta fuerza que desde la Gomera el espectáculo era aterrador.

Recordaron el presagio dado a la inocente Gara: Gara, princesa de Agulo, el lugar del agua; Jonay, puro fuego, procedente de la Isla del Infierno... Aquel amor era entonces, imposible.

Grandes males se avecinaban si no se separaban. Entonces sus padres ordenaron tajantemente que no volvieran a verse. Ya apaciguado el volcán, y concluidas las fiestas, regresaron a Tenerife todos los visitantes, más uno se fue con el alma vacía y el pecho quebrado.

Cuentan que Jonay se lanzó al mar en medio de la noche, para nadar hasta su amada. Dos vejigas de animal infladas atadas en la cintura le ayudaban a flotar cuando las fuerzas se le agotaban. Larga fue la travesía y ya con las primeras luces del alba llegó a su destino.

Furtivamente fue en busca de su amada, y al encontrarse, se abrazaron apasionadamente. Escaparon por los bosques gomeros y bajo un cedro se entregaron a la pasión y al amor.

El padre de Gara, enterado de la huida de su hija, salió furioso en su busca. Los encontraron amándose, y cuando los jóvenes se percataron de su presencia, buscaron la única salida posible...

Una implacable vara de cedro afilada, colocada entre ellos, uniendo sus corazones fue su aliado mortal. Mirándose a los ojos, se apretaron el uno contra el otro, traspasándose y dejándolos unidos para siempre".

Gara, princesa del agua, y Jonay, príncipe del fuego, dan nombre hoy a la cumbre más alta de la Gomera y al Parque Nacional de Garajonay.

Vamos ahora con el Garoé:

Cuentan las crónicas de la Conquista que en la Isla del Hierro hubo un árbol al que los naturales llamaban Garoé. No conocían los españoles de otro árbol similar en todo el archipiélago o tierra conocida.

El caso es que las grandes hojas del Garoé eran capaces de captar y destilar el agua de las nieblas que a él llegaban, agua que se recogía en grandes oquedades hechas en torno al árbol por los bimbaches, siendo la principal fuente de agua de este pueblo.

No había más agua en el Hierro que la que dimanaba del Garoé. Por ello, el pueblo bimbache ―entonces una escasa población― tenía al Garoé por una divinidad digna de toda adoración.

Este mítico árbol se encontraba en una zona cercana a Tiñor, en una ladera constantemente bañada por el alisio, y a unos mil metros de altura sobre el nivel del mar. Se sabe que el Garoé era de impresionante tamaño y que su tronco tenía metro y medio de diámetro.

A la llegada de los españoles, los bimbaches resolvieron ocultar a estos la cualidad del Garoé para que, no hallando agua, la sed les hiciera tornarse prestos a sus bases.

Ya a punto estuvieron de conseguir su propósito. Pero Guarazoca, una joven bimbache, se enamoró de un soldado andaluz que formaba parte de la expedición y, traicionando a los suyos, lo condujo directamente hasta el árbol que el necesario elemento les proporcionaba.

Fue castigada con la muerte. Poco después Armiche, el Mencey, fue capturado y con él todos aquellos que lo seguían y defendían.

En 1610, fortísimos vientos arrasaron toda esa zona y el árbol Garoé fue arrancado de la tierra que tan orgullosamente lo alimentaba.

En 1949, se plantó otro en el emplazamiento del antiguo.

Y bueno, aquí dejo el hilo. Cualquier cosa que les apetezca añadir coméntenmela y en cuanto pueda la añado al hilo.
Gracias por leer 💙💛💙💛

Por cierto, la información la he ido leyendo por ahí a lo largo de los años y no recuerdo muy bien de dónde saqué todo. Pero para hacer este hilo en concreto recurrí a esta página laguiadegrancanaria.com/datos/leyendas…

Y a algunos datos de aquí también
guanches.org/enciclopedia/i…