Thread by @eva_irinova

Me parece problemático que desde algunos sectores feministas se hable del bdsm como la expresión de un trauma (mecanismo de defensa ante una agresión vivida, por ejemplo).

Más que nada porque siguen la estela de la «psicología del trauma», que se dedica a hacerte escarbar en tu pasado en busca de este supuesto trauma originario, haciendo que al final veas trauma donde no lo hay, que te obsesiones con tu pasado, que te sientas determinada...

La fantasía femenina de la violación (y la erotización de la sumisión y de la violencia) no tienen una causa individual (un hecho de tu propio pasado) o no necesariamente. Tiene más bien un origen social: es lo que refleja el imaginario sexual colectivo.

Antes de que sepamos lo que es la sexualidad y podamos desarrollarla autónomamente, nos hemos visto casi todas expuestas a pornografía audiovisual o textual (no infravaloremos el daño que hacen plataformas como wattpad en este sentido) que refleja este tipo de imaginario sexual.

No hay que escarbar en el pasado, sino en el presente. En cómo esta fantasía se da en muchas mujeres, cada vez más (sobre todo es en las jóvenes) y cómo eso se conecta con el estado de la sociedad AHORA. Es un imaginario que tenemos que tumbar y reconstruir colectivamente.

Una atención o enfoque psicologista hacia este problema creo que sólo crea estigma, culpabilidad y obsesión, más que invitar a las mujeres a pensar en común una alternativa más sana. Porque se puede desaprender la fantasía de la violación, el deseo se puede reeducar.

Pero nos hacen falta referentes. Nos hace falta perder el miedo, la vergüenza, la culpa, la inseguridad. Nos hace falta unirnos. Nos hace falta poner el blanco en la industria de la belleza, de la pornografía, de la prostitución, del cine "normal" y del entretenimiento en general

Yendo a lo personal, a mí me hizo sentir más aislada y culpable el hecho de encontrar, dentro del feminismo, principalmente dos enfoques hacia esta cuestión:

1. ¡No te sientas culpable! Muchas mujeres fantasean con ser violadas, pero no significa que lo deseen de verdad! Vive tu sexualidad libremente, lo importante es que las dos partes lo consuenséis. ¡Es la sumisa la que lleva las riendas en una relación d/s!

2. La fantasía de la violación es un mecanismo común en mujeres que han sufrido un trauma. Les permite sobreponerse a él normalizándolo mediante la erotización.

El primer enfoque no podía dar respuesta a mi malestar: me sentía en contradicción contra mi propio imaginario sexual y la contradicción me hacía sufrir.
El segundo enfoque me quitaba toda esperanza de comprender porque SÉ que no tengo ninguna experiencia traumática.

Y no soporto ver que hay más mujeres en esta tesitura y que, al final, no ven otra frente a los sentimientos de culpa y vergüenza que resignarse a aceptar como propias esas fantasías y asumirlas como algo relacionado con su «libertad».

No lo soporto pero porque me duele, me duele que sea así. Me duele que tengamos que conformarnos con la «libertad» de interpretar como propias fantasías sobre nuestra sumisión que en realidad nos han inculcado, inducido, indoctrinado, con tal de no vivir en la culpa.