María y Ruben son hijos de inmigrantes. Ellos se conocieron muy jóvenes. Él repartía pan de madrugada, en la panadería de sus padres y ella cortaba carne en la carnicería de los suyos.
Ese amor prosperó. Se casaron y tuvieron a su primer hijo.
Hace 20 años mis suegros decidieron dar un salto de fe y crear Friopan, una empresa que en ese momento era bastante innovadora.
Los primeros empleados de la empresa forman parte de ella aún. Algunos venían desde la panadería. Son como tíos o tías para mi marido y mi cuñada.
Es una fábrica en la que trabajan padres y madres de familia. En donde trabajar muchas personas mayores de 40 o 50 años (y todos sabemos que no es o más común).
¿Se imaginan a cuánta gente se le puede dar de comer con 15 mil panes?
Nunca faltan, cuando podrían, si quisieran, ir una vez por mes.