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Estadounidenses ante el misterio del derecho a la salud y la sanidad universal y pagada por todos, la medicina "socializada" -¡qué miedo!-, lo que viene siendo el Medicare for All...
El viernes, precisamente, comiendo en el #celsius232, hablaba con un amigo austriaco sobre lo extraña que les resulta a los estadounidenses la idea de no vivir con miedo a la enfermedad, y el -para nosotros- inexplicable rechazo a un sistema de salud pública en ese país.
Igualmente, para los europeos (y para gente en muchos países con una medicina pública medianamente operativa) es inimaginable el miedo que pende sobre los estadounidenses como una espada de Damocles ante la posibilidad de enfermarse, que puede devastar a sus familias.
La empresa te puede dar seguro médico (si eres empleado, si no, tú te pagas todo), pero nunca es suficiente, así que ¿cuánto debes asignar a un seguro de respaldo? ¿Qué cubre? Siempre hay eventualidades y tratamientos que no cubre ningún seguro que pueda pagar un hijo de vecina.
Si te toca una de esas enfermedades o tratamientos, igual tendrás que agotar tus ahorros, vender la casa, usar el dinero de la universidad de los hijos (también carísima) sólo para _apostar a sobrevivir_. Y si quedas incapacitado, olvídate de una jubilación por enfermedad.
Los medicamentos son carísimos porque las farmacéuticas negocian los precios con cada hospital, cada cadena de farmacias, cada mayorista, en lugar de que se siente frente a ellas todo un gobierno a negociar las medicinas de todo un país o parte de él.
Así que también puede ser que no te alcance para las medicinas y muchos usan dosis menores a las recetadas, entre ellos diabéticos que estiran su insulina pagando con años de vida... 
Si tú te tienes que pagar el tratamiento y no tienes con qué, pues lo retrasas, o lo omites, y te mueres calladito. O tiras tu calidad de vida a la basura (y consecuentemente la de los tuyos, cónyuges, hijos, gente que te quiere)...
Es la realidad cotidiana de todos los estadounidenses menos los más ricos. Determina su vida: el trabajo que eligen, sus ahorros, si pueden permitirte tal o cual compra, cómo planifican su futuro, su familia. Porque el coste del tratamiento sin seguro es increíblemente alto.
Un brazo roto en EE.UU. te cuesta más de 2500 dólares (2200€). Al NHS británico le cuesta 500 libras (557€). Y esto afecta también el coste de la medicina privada. Un médico general español te cobrará 50-100€ por una consulta. Un estadounidense 150-250€.
¿Por qué hay miedo en los EE.UU. a un sistema de salud más barato, que te permite vivir sin la garra de la incertidumbre apretándote el estómago 24/7? Porque es comunista, básicamente. Porque les han contado que "quita libertad". Por ignorancia.
Es lo mismo por lo que aquí la gente no sale a la calle cuando el PP promueve privatizaciones (privatizaciones de verdad, no subcontratar el lavado de sábanas para usar mejor el dinero público), porque no sabe lo que implicaría la sanidad privada que promueven los "liberales".
Y, sorry, por eso la izquierda más estorbosa acaba haciéndole el juego a la derecha cuando por ser más papista que el papa suelta mentiras como ésta del gran enemigo de la sanidad asturiana, el miserable Vilanova de Podemos, hoy al fin desempleado...
Lo que hacen Trump y éstos es usar falsedades sobre la sanidad para sacar raja política, y eso es inaceptable. Todo es mejorable, todo. Pero la sanidad pública inventada por la Europa progesista es una de las joyas de los avances sociales que merece ser defendida a capa y espada.
La medicina socializada es demasiado preciosa, significa tanto en nuestra vida de lo que a veces no somos conscientes, como para que sea juguete de demagogos. EE.UU. paga más en sanidad per cápita que ningún otro país y sigue teniendo la peor sanidad del mundo opulento.
Ni me meto en la destrucción del tibio "Obamacare", ley que protegía contra la exclusión de enfermedades preexistentes en los seguros médicos, ni en el tamaño colosal que tiene el negocio de los seguros médicos en EE.UU., ni en lo perverso que es ver en un enfermo a un cliente.
Ya he contado que en el R.U. cantantes de protesta como Martyn Joseph cantan a favor del NHS y su creador Nye Bevan. Ya puedes esperar sentado a que lo hagan Hásel o Valtonyc con Lluch. Quizás tenemos que reevaluar el tema tanto como los estadounidenses.
Deberíamos tratar de explicarles a nuestros amigos de EE.UU., todos nosotros, lo que significa la sanidad pública, el mayor logro progresista junto con la educación. Y de recordarlo todos los días. Todos los putos días, por todos los que viven un día más gracias a ella.
En palabras de Nye Bevan, el Ernest Lluch británico: "Ninguna sociedad puede llamarse legítimamente civilizada si se le niega atención médica a una persona enferma por falta de medios económicos".
Y punto.
Y punto.
