Thread by @IrvingGatell

1. Cuando los intelectuales se vuelven idiotas.
¿Sabías que los gremios intelectuales tienden a desarrollar criterios políticos torpes, sesgados y hasta idiotas? A mucha gente le cuesta trabajo creerlo -porque son "los intelectuales"- pero deja te explico. No es tan difícil.

2. ¿Cuántas veces has visto a gente defender a López a partir de que "intelectuales" como Taibo II, Pig-menio Ibarra, Sabina Berman o Senilita Poniatowska lo apoyan? "Si lo apoyan, debe ser por algo...", nos dicen.

3. No sé si sepan, pero el historial de los intelectuales y sus relaciones con el poder -sobre todo cuando han sido regímenes de izquierda- es bastante oscuro. En realidad, tal vez podríamos hablar de un saldo negativo o una calificación reprobatoria.

4. Los intelectuales se dedican, generalmente, a escribir y/o a dar clases, charlas y conferencias. De eso viven. Es rarísimo encontrarte a alguno que tenga una fuente de ingresos proveniente del libre mercado. Al caso, es más normal que tengan becas o apoyos del gobierno.

5. Y está bien. Es algo legítimo y no hay nada de malo en ello, pero hay que tener clara una cosa: La mayoría de los intelectuales no participa directamente en los procesos reales de generación de riqueza. Están en otra área o nivel de las dinámicas económicas.

6. Dicho en otras palabras: No manufacturan un producto que se tiene que vender, por lo que tampoco se preocupan por hacer las cuentas de cuánto va a costar la manufactura, cuánto habrá que pagar a empleados y demás, y en cuánto hay que venderlo para que sea rentable.

7. Los que se dedican a dar clases, confían en la solidez de la escuela en turno (pública o privada) para saber que cada quincena van a cobrar su salario. Los que escriben, confían en la solidez de alguna editorial. Y los que tienen becas o apoyos, en la solidez del gobierno.

8. Por ello, la gran mayoría de los intelectuales difícilmente saben cómo se maneja un negocio. Saben de muchas cosas, seguro, incluyendo filosofía. Pero la economía, la administración, la logística y cosas similares, suelen estar fuera de su alcance de conocimientos.

9. Tal vez por ello no sea extraño que los intelectuales suelen decantarse por la izquierda, el socialismo o hasta el marxismo y el comunismo. Ven cómo va y viene el dinero, pero no saben de dónde viene ni a dónde va. Por supuesto, eso los hace necesarios en un gran tema.

10. Los productores generan la riqueza, pero no siempre están conscientes de cómo se distribuye. Los consumidores perciben la fase final de distribución, pero no siempre entienden de dónde viene. Los intelectuales tienen el raro privilegio de estar, digamos, en medio.

11. Por ello, tienen un ángulo privilegiado para detectar los defectos en el proceso de distribución (y eso los vuelve a acercar a la izquierda). Por su amplia capacidad de abstracción, suelen ser muy sensibles a la hora de ver dónde está fallando la justicia social.

12. Pero eso no significa que entiendan en qué consiste el problema, y menos aún cómo debe solucionarse. A la hora de involucrarse en temas de economía, suelen tener opiniones algo torpes, o de plano ser unos absolutos idiotas. Y ello los ha llevado a apoyar a verdaderos asnos.

13. Ahi tienen el caso de Jean Paul Sartre, que llegó a justificar los crímenes aberrantes de Pol Pot. O a cualquier cantidad de intelectuales que dieron su apoyo abierto a otros genocidas como Stalin o Mao.

14. En México tuvimos nuestros propios ejemplos. Cualquier cantidad de intelectuales desarrollaron sus carreras al amparo de los gobiernos priístas. Dos ejemplos, Octavio Paz y Jaime Sabines. En su tiempo, no tenía nada de raro.

15. Sólo se estaba replicando el modelo soviético: Un gobierno muy cuestionable apoyando a esa misteriosa casta social identificable como la "Intelligentsia" del país. Dicha casta tuvo sus luces y sus tinieblas. No todo fue malo, pero tampoco bueno.

16. Por ejemplo, de esos grupos surgieron muchos programas culturales verdaderamente maravillosos, o se consolidaron instituciones que aportaron mucho a su país. Pero también desde allí se construyeron discursos para defender crímenes y violaciones a los Derechos Humanos.

17. Por supuesto, tuvo mucho que ver el entorno de la Guerra Fría. Pareciera que todo se reducía a "estás con los gringos o con los soviéticos". Y la mayoría de los intelectuales occidentales optaron por los soviéticos, lo cual fue un craso error.

18. Lejos de mantener una postura crítica ante todo, cedieron a la tentación de creer que había que tomar partido y ponerse "del lado correcto del a Historia". Tuvieron que cerrar los ojos ante crimenes grotescos confiando en que eso sólo era un sacrificio temporal.

19. La idea era que el marxismo o el comunismo nos llevarían a una nueva etapa de justicia social que justificaría los excesos cometidos en el proceso. Maquiavelo, sin ir más lejos: El fin justifica los medios. Por supuesto, fallaron penosamente en su apuesta.

20. Marxismo y comunismo han demostrado ser un absoluto fracaso en términos reales. Patéticamente, muchos intelectuales siguen aferrados a esos proyectos. Les duele admitir que se equivocaron. Y de vez en vez surgen gobernantes idiotas que se dejan adular por esos intelectuales.

21. Mi recomendación: Si quieres sensibilizarte socialmente, pon atención a lo que dicen los intelectuales. Pero si quieres entender cómo va la economía, pon atención a lo que dicen los economistas. Hacer lo contrario es una imbecilidad.

22. Segundo consejo: Olvídate de las idioteces heredadas de la Guerra Fría. No hay nada más estúpido en la actualidad que decidir tu lealtad a partir de la consigna de "hay que ser anti-yanqui". Países enteros se han hundido por ese razonamiento simiesco.

23. Concluyo con un ejemplo simple: ¿Quién es más confiable: Enrique Krauze o Paco Ignacio Taibo II? Con la pena, es obvio que Enrique Krauze. Es un intelectual, pero sabe cómo se hacen los negocios. Conoce a fondo el proceso de producción y venta.

24. Taibo II sólo es un pobre menso que cree que la gran cosa es vender libros a 8 pesos. Suena lindo, pero si no es rentable, lo único que se puede esperar es la quiebra de la editorial. Obvio, Taibo confía en que eso no pasará porque el gobierno la subsidiará.

25. O sea, es un pobre menso que no entiende que el dinero no se inventa de la nada, y menos aún que el dinero no lo pone el gobierno, sino el ciudadano que paga impuestos. O sea, es un pobre baboso comunista. Como todos los comunistas, aunque sean intelectuales.