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Siento que las películas no le hicieron nada de justicia a uno de los mayores villanos de la literatura moderna, sus motivaciones y la magnitud de sus acciones. Por eso en un rato me voy a aventar un hilo con la completa y verdadera historia de Lord Voldemort.
Tenemos que situarnos en el contexto y los antecedentes. Para ello nos remontaremos al año de 990, cuando 4 poderosos magos (Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin) fundaron el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería en Gran Bretaña.
Los 4 decidieron que era hora de educar formalmente a los jóvenes magos de todo Gran Bretaña e Irlanda, y construyeron un castillo que los ayudaría a tal fin. Mucha gente se apuntó para estudiar y el colegio comenzó a ganar popularidad.
Se divideron a los alumnos en 4 casas, una por cada fundador. Los alumnos que tuvieran las cualidades que más admiraba cada uno de los ellos eran elegidos para su casa, y todos vivían en armonía. Sin embargo, uno de los fundadores no estuvo de acuerdo con el sistema: Slytherin.
Salazar consideraba que sólo debían de ser admitidos en Hogwarts los jóvenes que tuvieran un linaje mágico puro, sin ancestros muggles (personas sin magia). Estas ideas causaron conflicto con los otros fundadores y luego de una gran pelea, Slytherin abandonó el Colegio.
En aquella época algunos magos pensaban que los muggles eran seres inferiores, similares a las bestias, y los muggles creían que los magos eran aberraciones, por lo que estaban en guerra constante (años más tarde los magos decidirían ocultar su existencia y separarse de ellos)
Slytherin era de esos magos radicales, y al no poder imponer sus ideas se marchó de Hogwarts, pero antes de irse construyó una cámara subterránea y dejó viviendo en ella un Basilisco, con la promesa de que un descendiente suyo regresaría a limpiar el colegio de los impuros.
Los años pasaron y magos y muggles continuarían en guerra constante, hasta que en 1692 los gobiernos mágicos del mundo toman la decisión de ocultarse definitivamente de los muggles, tomando las medidas técnicas y legales para ello, firmando el Estatuto Internacional del Secreto.
Varios magos tomaron como una humillación el tener que ocultarse de seres a los que consideraban inferiores, y se volvieron resentidos contra los muggles o los magos hijos de éstos, al considerarlos “sangre sucia”. Todos esperaban el día en que los magos podrían dominar el mundo.
Para ese entonces, los descendientes de Slytherin seguían multiplicándose, todos con las ideas radicales de su ancestro. Así llegamos al siglo XX, donde encontraremos a uno de los descendientes. Un viejo Gruñón llamado Marvolo Gaunt.
Marvolo era un hombre violento, ferviente creyente de la ideología de la sangre mágica pura. Vivía en la miseria luego de siglos de derroches familiares y tenía dos hijos. Morfin, un muchacho flojo y engreído, y Merope, la mujer que nos interesa en esta historia.
Merope era una muchacha nerviosa y retraída que era golpeada y sobajada por su padre y su hermano. Para colmo, estaba perdidamente enamorada de un muggle muy guapo y muy rico de la comunidad de Little Hangleton, Inglaterra, llamado Tom Riddle.
Morfin descubrió que Merope solía ver a Riddle desde la ventana, y decidió lanzarle una maldición al pobre muggle para molestar a Merope. Esto llevó a que funcionarios del Ministerio de Magia lo arrestaran. Su padre Marvolo fue arrestado también por ayudarlo a resistirse.
Merope, al verse libre del yugo de su padre y su hermano, se sintió con la libertad de atraer a Tom. Su estrategia fue darle una poción de amor, y se fueron a vivir juntos. Así, irónicamente, una descendiente del mismísimo Salazar Slytherin se casó con un muggle.
Merope quedó embarazada, y decidió dejar de darle la poción a Tom, creyendo que ya se habría enamorado de ella de verdad, o que se quedaría por el bebé. Se equivocó, Tom se dio cuenta del engaño y se fue. Ella, desesperada, fue a un orfanato muggle, donde dio a luz y murió.
Antes de morir, pidió que el niño fuera llamado Tom, como su padre, y Marvolo, como su abuelo. Así es como Tom Marvolo Riddle llegó al mundo. Lord Voldemort había nacido.
Tom creció en el orfanato sin saber nada acerca de su ascendencia mágica. No fue de tener amigos y nunca se relacionó verdaderamente con nadie. Era muy solitario, pero poco a poco se fue dando cuenta que tenía habilidades especiales.
Los otros niños le temían por su carácter siniestro. Tom, por su parte, comenzó a experimentar con sus habilidades. Sin saber que lo que hacía era magia, descubrió que podía lograr controlar animales como si fueran títeres, y algo muy importante: hablar con las serpientes.
También descubrió que podía hacerle daño muy fácilmente a la gente que lo lastimaba. Una vez llevaron a los niños del orfanato a la playa y llevó a dos de sus compañeros a una cueva oscura donde les mostró sus poderes y los dejó traumados. Tom lo disfrutó en grande.
Se preguntó por qué tenía esos poderes, si sus padres los habían tenido también. Se obsesionó con averiguar sobre su familia y se asumió superior al resto de los niños. De repente, todo en su vida dio un giro cuando recibió la visita de un hombre muy raro. Albus Dumbledore.
Dumbledore llegó al orfanato cuando Tom cumplió 11 años. Se presentó como un maestro de un internado al cual Tom estaba inscrito desde su nacimiento y pidió hablar a solas con él. Las encargadas del lugar accedieron, pero le advirtieron que era un niño muy raro.
Albus le informó que era un mago, y Tom lo comprendió todo, aunque se decepcionó de saber que había otros como él, siempre quiso ser especial. Dumbledore lo invitó a inscribirse al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde aprendería todo sobre la magia.
Antes de que Dumbledore se fuera, Tom dijo:
“Puedo mover cosas sin tocarlas, puedo hacer daño a los que no son buenos conmigo”. También confesó que le gustaba coleccionar objetos de sus compañeros a manera de recuerdos de sus agresiones. Esta conducta será clave para entenderlo.
Tom fue a Hogwarts. Obviamente fue elegido para la casa de Slytherin. A Dumbledore le preocupó la actitud que había mostrado en el orfanato y lo tuvo muy vigilado. Mientras tanto, demostró ser el alumno perfecto. Era carismático, inteligente, hábil en todas las ramas de la magia.
Tom siempre buscó la manera de ser superior. Sentía asco por la debilidad humana y despreciaba a todo aquel que no aspirara a la perfección, cosa que él mismo buscaba. Su obsesión lo llevó a pensar en vencer lo que consideraba la debilidad humana más grande: la muerte.
Su búsqueda lo llevó a encontrar el libro “Secretos de las artes más oscuras” en la swcción prohibida de la biblioteca de Hogwarts. Ahí descubrió que existía una manera de engañar a la muerte, llamada Horrocrux.
Al asesinar a una persona, el alma del asesino se parte en dos, dejando una marca irreversible. El método para crear un Horrocrux consistía en matar a alguien y aprovechar esta división para, mediante un ritual, guardar una parte de tu alma en un objeto o ser vivo.
Así, aunque tu cuerpo físico fuera destruido, mientras el Horrocrux siguiera existiendo, no podrías morir del todo, una parte de tu alma seguiría en este mundo. Tom se preguntó: “Qué pasaría si en vez de un Horrocrux, hiciera más? Será posible?”.
A la par de su obsesión con eliminar toda debilidad humana de él mismo, se interesó por su linaje. Con su segundo nombre, Marvolo, encontró a su abuelo en los registros de Hogwarts, e indagando sobre ellos, descubrió que era descendiente del gran Salazar Slytherin.
Se enteró de la leyenda que decía que Slytherin dejó una cámara secreta en el colegio, con un monstruo que tenía el poder de acabar con los magos hijos de muggles o “sangre sucia”.
Tom había heredado los aires de superioridad de su abuelo y al descubrir esto asumió como propósito en la vida hacer lo que no pudo su abuelo: limpiar el mundo mágico de impuros, conquistar a los muggles y de paso conquistar la muerte. Ser el mago más grande de todos.
Dedicó sus años en Hogwarts a buscar la cámara y en su 5o curso la ecnontró. La clave para entrar era hablar pársel, el lenguaje de las serpientes, cosa que sólo pocos magos podían hacer. Para colmo, el monstruo que había dentro era un Basilisco: una serpiente gigante.
Hablando pársel, dominó al Basilisco y lo envió a matar a Myrtle, una hija de muggles. Ante el peligro, consideraron cerrar la escuela, lo que ocasionó que Tom cerrara la cámara y culpara a Hagrid de la muerte de Myrtle. No quería que el colegio cerrara, no tenía a dónde ir.
Al ser el autor intelectual del asesinato, su alma se dividió y aprovechó lo aprendido para crear su primer Horrocrux, utilizando un diario como depósito para la parte de su alma que se desgarró al matar a Myrtle.
Cuando tenía 16 años aprovechó sus vacaciones para buscar a la familia de su madre. Encontró a su tío Morfin, ya salido de prisión, y éste le explicó que su padre era un muggle del pueblo. Mientras Morfin hablaba, Tom sólo se pudo fijar en el anillo que éste portaba.
Al hablar con su tío, Tom se sintió asqueado de que el linaje de Slytherin hubiera caído tan bajo. Gente sucia y floja que lo había perdido todo. Ideó un plan para eliminar la debilidad de su linaje.
Buscó a su padre, Tom Riddle Sr. y lo asesinó junto a sus abuelos muggles. Regresó con su tío Morfin y le modificó la mente para hacerlo creer que él los había matado. Así, Morfin volvió a prisión y Tom se marchó de ahí con el anillo, que resultó ser una reliquia de Slytherin.
La fascinación de Tom por robar objetos de sus víctimas como recuerdos de sus crímenes volvía a estar presente. Con la muerte de su padre convirtió el anillo en un segundo Horrocrux.
Al acabar sus estudios, todo mundo esperaba grandes cosas del gran Tom Riddle, alumno perfecto, pero acabaron decepcionados. Tom comenzó a trabajar como simple empleado en Borgin & Burke’s, una tienda de artículos raros y tenebrosos.
Trabajando en esa tienda, Tom pretendía encontrar entre los clientes coleccionistas otro objeto del que le había hablado su tío: un guardapelo que había pertenecido a su madre, que también era herencia de Salazar Slytherin.
Encontró dicho objeto en poder de Hepzibah Smith, una bruja que también poseía una copa que había pertenecido a otra de las fundadoras: Helga Hufflepuff. Ambos objetos le interesaron y tras asesinar a Hepzibah, los tomó y se fue. Luego los convertiría en Horrocruxes.
Tras estos hechos, renunció a Borgin & Burke’s. No tenía caso ya seguir ahí, porque su siguiente objetivo era otro objeto de un fundador de Hogwarts: la legendaria diadema de Rowena Ravenclaw.
Decía la leyenda que quien se pusiera la diadema podría gozar de una inteligencia sin límites, pero nadie la había encontrado. Cuando era estudiante, Tom descubrió que un fantasma de Hogwarts era en realidad la hija de Ravenclaw y la manipuló para que le revelara la ubicación.
El fantasma, La Dama Gris, le reveló que la diadema estaba escondida en un bosque de Albania, así que fue por ella. Una vez más Rom Riddle demostraba su superioridad, ahora siendo capaz de encontrar la legendaria diadema que nadie había visto y transformándola en otro Horrocrux.
La creación de 5 Horrocrux afectó el cuerpo de Voldemort. Su alma quedó tan demacrada que su cuerpo lo resintió. Ya no era el joven guapo y carismático que creció en Hogwarts. Ya mo había vuelta atrás.
Comenzó a hacer públicas sus intenciones de revolucionar el mundo mágico. No entendía por qué tenían qué vivir en secreto si los magos eran superiores a los muggles y prometió que algún día los magos los dominarían y él, el mago más poderoso, los lideraría.
Comenzó a ganar seguidores entre los magos de todo el mundo. Cambió su antiguo nombre “Tom Marvolo Riddle” por otro que se podía formar con las mismas letras: “I Am Lord Voldemort”. Su nombre se extendería entre todos los magos de la Tierra expentantes a la espera de una revuelta
Pero Voldemort no tenía planes de empezar aún. Deseaba tener un objeto más para convertir en Horrocrux, esta vez de Godric Gryffindor. Así que fue a Hogwarts, donde para ocultar sus intenciones solicitó empleo de profesor. Dumbledore, recién nombrado director, le dijo que NO.
El puesto que solicitó fue el de profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Dumbledore no iba a permitir que un mago con esa ideología y con fama de experimentar con magia tenebrosa se acercara a su alumnado. Voldemort se marchó enojado y contrariado.
Tras la negativa, siguió dándose a conocer y rápidamente formó un ejército de magos que comulgaban con sus ideales, a los que identificó con una marca en el brazo, conocida como “marca tenebrosa” y a los que llamó Mortífagos.
Con este ejército, comenzó a atacar a todo aquel que se opusiera a su ideología. No iba a descansar hasta limpiar la sangre mágica de los hijos de muggles, y hasta que el mundo mágico pudiera dominar sobre los no magos. Mucha gente se unió a su causa pensando que era lo mejor.
También reclutó a otras razas mágicas como Gigantes y Hombres Lobo, que eran discriminados por los magos, bajo la promesa de darles un mejor lugar en la sociedad si ayudaban en su limpieza del mundo mágico.
Los mortífagos usaban máscaras y capuchas cuando cumplían las órdenes de Voldemort, su identidad estaba tan oculta que muchos no se conocían ni entre ellos. El mundo mágico comenzó a entrar en pánico. ¿En quién se podría confiar?
Por su parte, Dumbledore formó otro ejército con la intención de frenar los avances de Voldemort y sus mortífagos. Una fuerza de inteligencia muy bien ubicada en las instituciones capaz de detectar mortífagos y pelear. La llamó “La Orden del Fénix”.
Un día Severus Snape, un Mortífago de alto renombre, estaba cumpliendo una misión de espionaje para Voldemort. Vigilaba los movimientos de Albus Dumbledore y en eso escuchó algo que cambiaría el destino del mundo mágico.
Dumbledore entrevistaba a Sybill Trelawney, una candidata a profesora de Adivinación en Hogwarts. No lo estaba convenciendo mucho pero en eso los ojos de la bruja se pusieron muy serios y la voz profunda:
La bruja dijo lo siguente:
Snape fue corriendo a contarle a Voldemort lo que escuchó. Dumbledore por su parte meditó lo ocurrido, y tanto él como Voldemort llegaron a la misma conclusión: La profecía hablaba del hijo de James y Lily Potter, miembros de la Orden del Fénix.
Voldemort sintió mucho miedo y desesperación. Después de todo lo que había logrado, de sus Horrocruxes, sus aliados y su alto poder, el que estaba destinado a vencerlo era un niño? No lo iba a permitir. Decidió matar a la familia Potter mientras Harry, el niño, aún era un bebé.
Snape, al darse cuenta de mos planes de su amo, se sintió muy culpable. Él estuvo enamorado de Lily desde su infancia y ahora por su culpa la iban a asesinar junto con su familia. No podía hacer nada oara evitarlo... ¿o sí?
Le rogó a Voldemort que por favor no matara a Lily, que a ella la perdonara, y éste accedió. Sin embargo, Snape no confiaba en él así que acudió a Dumbledore y pidió que escondieran a la familia. Así los Potter se protegieron en una casa en el Valle de Godric.
La casa estaba hechizada para que sólo pudiera encontrarla una persona a la cual le fuera revelada la ubicación por un Guardián del Secreto. Decidieron que este guardián fuera Peter Pettigrew, amigo de los Potter.
Nadie contaba con que Pettigrew era un traidor y contaría a Voldemort dónde se escondían los Potter. Voldemort, al enterarse de esto, acudió a la casa dispuesto a matar a Harry.
Al llegar a la casa, James quiso enfrentar a Voldemort pero fue asesinado. Mientras tanto Lily fue con Harry, y Voldemort fue tras ella. Le dijo que se hiciera a un lado, recordando la promesa hecha a Snape, y que lo dejara matar a Harry. Lily se rehusó y Voldemort la mató.
Voldemort tuvo enfrente al bebé, a Harry. Pronto se desharía de la amenaza que decía la profecía y podría continuar sin miedo conquistando el mundo mágico. Lo apuntó con su varita y le lanzó la maldición asesina.
Lo que Voldemort no sabía es que Lily, al sacrificarse por Harry, había lanzado una protección mágica sobre él. Su maldición sólo rebotó en la frente del bebé, dejándole una cicatriz con forma de rayo, y le rebotó a él.
La maldición rebotada tuvo que haber matado a Voldemort, pero sólo destruyó su cuerpo. Gracias a los Horrocruxes (de los que sólo él tenía conocimiento) no murió. Su alma se convirtió en algo mucho más pequeño que el más sutil de los fantasmas y sin embargo, seguía vivo.
Voldemort se refugió en los bosques de Albania donde había encontrado la diadema de Ravenclaw. Mientras tanto, todos en el mundo mágico pensaron que había muerto y festejaron a Harry Potter, el niño que sin saberlo acabó con el Señor Tenebroso.

“El niño que vivió”
En Albania, Voldemort tuvo que ocupar cuerpos de animales para sobrevivir. Mediante magia tenebrosa, tomaba ratas y serpientes como huéspedes. Así pasaron 10 años hasta que un día se cruzó con un mago.
Quirinus Quirrel era un hombre retraído pero ambicioso, interesado en la magia tenebrosa. Emprendió un viaje intentando buscar a Voldemort para aprender de él y para su buena o mala fortuna lo encontró.
Voldemort lo poseyó y se enteró que era un profesor de Hogwarts. Lo doblegó para que sirviera su voluntad. Voldemort se había enterado por chismes de viajeros que había una Piedra Filosofal escondida en el Banco Gringotts, resguardada de manera magistral.
Era una sustancia capaz de convertir en oro cualquier metal y prolongar la vida del que bebiera un elixir fabricado con ella. También podría haber dotado a Voldemort de un cuerpo, así que decidió usar a Quirrel para robarla, pero al llegar a Gringotts, la piedra ya no estaba.
El mismo día que intentaron robar la piedra, Quirrel (y Voldemort escondido) conocieron a Harry Potter. No vieron nada extraordinario en él y Voldemort decidió que se encargaría de eso después. Definitivamente Harry tenía que pagar, pero no era el momento.
Se enteraron que Dumbledore llevó la piedra filosofal a Hogwarts para custodiarla personalmente con ayuda de los profesores, hábiles magos, y pasó todo el ciclo escolar intentando burlar las protecciones y conseguirla.
Por su parte Harry se enteró de la piedra filosofal gracias a las imprudencias de Hagrid, guardabosques del colegio y de sus amigos Ron y Hermione. Creían que la podrían robar de nuevo y sospechaban de un profesor, pero no era Quirrel...
Snape, tras la caída de Voldemort, se sintió muy culpable por haber provocado la muerte de Lily, su eterno amor, y fue a desahogarse con Dumbledore. Éste le dijo que si realmente amaba a Lily podía resarcir su error ayudando a proteger a Harry, su hijo. Y se volvió profesor.
Al conocer a Harry, Snape comenzó a odiarlo un poco. Era igualito a su padre James, el hombre que había hecho bullying a Snape durante el colegio y que se había casado con Lily. Por ese motivo Snape maltrató a Harry durante ese año, pero a la vez lo protegió.
Snape observó que Quirrel tenía conductas muy raras y sospechó que él pudiera estar planeando hacerse con la piedra así que lo vigiló. A su vez, Harry, Ron y Hermione sospecharon que Snape era el que quería robarla.
Un día, Dumbledore se ausentó del Colegio y Quirrel sintió la vía libre para robar la piedra. Harry y sus amigos pensaron que sin Dumbledore la piedra podría ser robada, pero pensaron que sería Snape el que lo haría.
Tanto Quirrel como Harry y sus amigos fueron en busca de la piedra y burlaron sus protecciones. Harry se sorprendió al llegar a la última y ver a Quirrel, no a Snape. Después de una discusión, Quirrel se quitó su turbante y reveló su secreto.
Gracias a los encantamientos de Dumbledore, a Harry le fue otorgada la piedra sin que él lo planeara. Voldemort, en el cuerpo de Quirrel, lo descubrió e intentó arrebatársela.
Pero el hechizo de Lily seguía intacto y Voldemort no podía hacer daño, ni siquiera tocar, a un descendiente de Lily Potter, por lo que al intentar agredir a Harry el pobre cuerpo de Quirrel no aguantó la presencia de su amo y el hechizo de Lily juntos. Quedó reducido a tierra.
Segundos antes de la muerte de Quirrel, Voldemort abandonó su cuerpo y regresó enojado a los bosques de Albania. Una vez más sus planes estaban frustrados por culpa de un niño. Ese maldito niño...
Durante los años en que Voldemort estuvo desaparecido, los mortífagos que no fueron descubiertos se reintegraron a la vida normal del mundo mágico, procurando que nadie se enterara de lo que hicieron. Uno de ellos era Lucius Malfoy.
Lucius era de la total confianza de Voldemort y éste le confió su diario, con la misión de custodiarlo. El mortífago nunca supo que este objeto era un Horrocrux, y lo guardó como una antigua reliquia de su amo.
Voldemort sólo le dijo que el diario podía usarse para abrir la Cámara de los Secretos, y el año siguiente de los sucesos de la Piedra Filosofal, Lucius infiltró el objeto en Hogwarts con la esperanza de librarse de él y a la vez cumplir la misión de su antiguo amo.
Lucius metió el diario en el Caldero de Ginny Weasley, la hermana de Ron, y se dispuso a ver el mundo arder. Ginny lo encontró y al comenzar a escribir cosas se dio cuenta de que el diario (el fragmento de alma de Voldemort) le respondía, y comenzó a confiar en él.
La cercanía de Ginny con el diario fue tanta que pronto comenzó a ser controlada por él. El fragmento de alma de Voldemort la obligó a abrir la cámara secreta y desatar ataques del Basilisco de Slytherin en la escuela una vez más. Para fortuna de todos, nadie resultó muerto.
El diario le robaba a Ginny energía vital. Cuando ella estaba muy débil, el diario la encerró en la cámara para acabar de absorberla. Pronto tendría energía suficiente para sobrevivir por sí mismo.
Durante ese año, Harry descubrió que tenía ciertas características similares a Voldemort. Tenía personalidad similar y sobre todo: PODÍA HABLAR CON LAS SERPIENTES. Éstas habilidades le permitieron descubrir la entrada de la cámara y encontrar a Ginny.
Cuando el diario sintió a Harry, liberó al Basilisco para matarlo, pero Harry lo venció usando una espada que había pertenecido a Godric Gryffindor.
Acto seguido, Harry tomó un colmillo del Basilisco muerto y lo clavó en el diario. El veneno del Basilisco penetró en él y destruyó el fragmento de alma que había dentro. Así, Harry acabó con el diario que, sin saberlo, era un Horrocrux. Uno menos.
Durante todos esos años, Pettigrew, el traidor de los Potter, se transformó en rata y se convirtió en mascota de los Weasley. La gente pensó que había muerto y se atribuyó la traición a Sirius Black, otro amigo de los Potter. Éste fue llevado a prisión.
Sirius era el único que conocía la verdad y escapó de prisión con la intención de encontrar a Pettigrew y vengar a los Potter. Además quería limpiar su imagen con Harry, de quien era padrino. Logró hacer todo eso y Pettigrew, descubierto al fin, escapó convertido en rata.
Mientras los sucesos del diario y de Pettigrew tuvieron lugar, Voldemort siguió en Albania. No se enteró de todo esto hasta que se encontró con una rata que le resultó familiar. Pettigrew y Voldemort se encontraron en los bosques, amo y sirviente volvieron a reunirse.
Mientras estuvo en el bosque, Voldemort comenzó a pensar en una forma de recuperar su cuerpo. Pensó en unos cuantos hechizos que lo ayudarían pero que requerían forzosamente ayuda de alguien con cuerpo. También conoció a Nagini, una serpiente que se hizo su más fiel aliada.
Cuando estuvo con Pettigrew, Voldemort le dio instrucciones para ayudarlo a volverse un poco más fuerte. Tomó la forma de una especie de bebé horrendo. Seguía muy débil pero almmenos ya no dependía de poseer a otros. Y en eso su suerte mejoró aún más.
Bertha Jorkins, bruja del Ministerio de Magia británico, estaba viajando cuando Pertigrew la descubrió. Luego de hechizarla, logró sacarle mucha información.
Bertha le contó que ese año tendría lugar el Torneo de los Tres Magos, donde un estudiante de cada uno de los colegios importantes de Europa (Hogwarts, Durmstrang y Beauxbatons) competirían en duras pruebas por demostrar su habilidad mágica, y la sede sería Hogwarts.
También por Bertha, y luego de torturarla, se enteró que aún estaba vivo uno de sus más grandes sirvientes del pasado: Barty Crouch Jr. Entonces se trasladó junto a Pettigrew a Inglaterra para buscarlo.
Junto a Pettigrew y Crouch armaron un plan que le permitiría recuperar su cuerpo de forma normal y matar a Harry Potter de una vez por todas para poder seguir con su dominación del mundo. Ordenó a Crouch hacerse pasar por Alastor Moody, que iba a ser profesor de Hogwarts ese año.
Voldemort mató a Bertha Jorkins y convirtió a Nagini en un Horrocrux más. Mientras tanto, Crouch (en la forma de Moody) viajó a Hogwarts para cumplir su misión. Tenía que lograr que Harry Potter participara, y ganara, en el Torneo de los Tres Magos.
Sin embargo, hubo un error en la selección de representantes de cada colegio y el Cáliz de Fuego, artefacto que hacía la elección, arrojó dos estudiantes de Hogwarts: Cedric Diggory (el verdadero) y Harry Potter (con la ayuda de Crouch). De todas formas, el torneo continuó.
Crouch debía convertir el trofeo en un traslador, un artefacto que transporta mágicamente a alguien de un lado a otro, y asegurarse de que Harry ganara para que fuera el primero en tocarlo y así llevarlo al lugar que Voldemort lo requería.
Crouch así lo hizo, pero no contó con que Harry y Cedric ganarían al mismo tiempo y que ambos tocarían el trofeo. El traslador los transportó a los dos.
Mientras tanto Voldemort preparó el escenario para su regreso. Se trasladó al cementerio donde estaba enterrado su padre y puso un caldero con una poción horripilante que, con los ingredientes adecuados, le permitiría recuperar por fin su cuerpo. En eso sintió la llegada de Harry
También vio que Cedric llegó con él, pero como sólo le interesaba Harry le dijo a Pettigrew que matara a Diggory. También capturó a Harry y lo ató a una tumba del cementerio.
Pettigrew echó al precario Voldemort al fondo del caldero y tomó un hueso de la tumba donde Harry estaba atado. Era la del papá de Voldemort. Al hacerlo pronunció estas palabras:

“Hueso del padre, otorgado sin saberlo, renovarás a tu hijo”

Y lo depositó en el caldero.
Después, tomó una daga y alzando su mano derecha, exclamó:

“Carne del vasallo, voluntariamente ofrecida, revivirás a tu señor.”

Luego se cortó la mano con la daga y cayó al caldero.
Por último, tomó la misma daga y se situó frente a Harry, gritando:

“Sangre del enemigo, tomada por la fuerza, resucitarás al que odias!”

Clavó la daga en el brazo de Harry y tomando un poco de su sangre, también la depositó en el caldero.
El caldero comenzó a hervir a borbotones, y saltaron unas cuantas chispas. En eso se elevó una figura alta y delgada del interior.

Voldemort había obtenido un nuevo cuerpo.

Lord Voldemort había vuelto.
Voldemort tocó la Marca Tenebrosa de Pettigrew. Todos los mortífagos sentirían un ardor en su propia marca, lo que significaba que debían aparecerse en el lugar donde Voldemort estuviera. Él se preguntó, después de 13 años, ¿quién regresaría a su llamado?
Al tomar la sangre de Harry para reconstruir su cuerpo había hecho algo muy importante. La protección que Lily le había proporcionado a su hijo radicaba en su sangre. Ahora Voldemort también la tenía, por lo que ambos se anularían y no tendría problema en matarlo... o eso creyó.
Los mortífagos aparecieron asustados. Muchos pensaban que su amo estaba muerto. Voldemort, después de explicarles la historia de su regreso, liberó a Harry para retarlo a un duelo mágico. Ambos lanzaron sus hechizos pero pasó algo sorprendente: se conectaron.
Entre las varitas se formó un hilo del que se desprendió una jaula de luz. Ambos quedaron encerrados ante la mirada estupefacta de los mortífagos.
De la varita de Voldemort comenzaron a salir una especie de espíritus. Cedric Diggory, Bertha Jorkins, Frank Bryce (el antiguo jardinero de los Riddle), y los padres de Harry. Las últimas personas asesinadas por él aparecieron en orden inverso.
Los espíritus ayudaron a Harry a distraer a Voldemort, por lo que tuvo tiempo de escapar y regresar a Hogwarts, llevando consigo el cuerpo de Cedric Diggory. Voldemort quedó estupefacto, enojado y frustrado. Una vez más no podía matar a ese maldito muchacho.
Voldemort decidió superar el suceso por el momento, tenía un genocidio pendiente. La guerra por la supremacía de los magos puros tenía que continuar, aunque fuera 13 años tarde.
Lo primero que hizo fue invadir la prisión de Azkaban y ayudar a liberar a algunos mortífagos que fueron encarcelados. Entre ellos estaba la peligrosa Bellatrix Lestrange, a quien abordaremos más tarde.
También, pidió a Lucius Malfoy el viejo diario que le había dado a guardar; y descubrió lo que había pasado. Se enojó muchísimo con él pero le encomendó otra misión. Si la llevaba a cabo lo perdonaría, y si no, lo castigaría.
En el ministerio de magia había una zona específica, dentro del Departamento de Misterios, donde se guardaba un registro de las profecías realizadas. Voldemort sabía que Snape no le había contado la profecía completa y encomendó a Lucius recuperarla de los registros.
Mientras tanto, en el mundo mágico, prácticamente nadie creía que Voldemort hubiera regresado. Pensaban que todo eran mentiras de Harry y de Dumbledore con fines de propaganda política. El mundo pasó de adorar al “niño que vivió” a burlarse del “pobre joven desquiciado”.
Dumbledore, por su parte, formó una segunda Orden del Fénix conunos cuantos antiguos miembros y varios nuevos, incluyendo toda la familia de Ron.
La Orden descubrió los planes de Lucius para infiltrarse en el Departamento de Misterios, y mandó a sus miembros a vigilar la entrada. Una noche Voldemort mandó a su serpiente Nagini a atacar al que estaba de guardia, que resultó ser Arthur Weasley, el padre de Ron.
Voldemort, que podía ver lo que hacía su serpiente convertida en Horrocrux, sintió una presencia externa a la que no le dio demasiada importancia. Era como si alguien más estuviera en su mente.
Resulta que Harry llevaba buen tiempo accediendo sin querer a la mente de Voldemort. El muchacho podía ver pasajes de cuando Voldemort estaba muy feliz, o muy enojado. Vio en sueños el ataque a Arthur Weasley y avisó para que lo ayudaran a tiempo.
Al enterarse de lo sucedido, Voldemort se cuestionó. Así que fue Potter el que avisó del ataque? Y él cómo supo? De alguna manera comprendió que la presencia extraña que sintió esa noche era la mente Harry. Por alguna razón estaban conectados. Quizá podría aprovecharse de eso.
Voldemort se enteró de que era inútil enviar a Lucius a tomar la profecía debido a que sólo las personas que aparecían en ella podían sacarla de su lugar. Él no podía ir personalmente al Ministerio porque le convenía que la gente dudara de su regreso.
La única opción es que fuera Harry quien la retirara de la sala y luego capturarlo. Voldemort usó la recién descubierta conexión mental para plantarle una falsa visión al muchacho: Le hizo ver que él estaba en el Departamento de Misterios torturando a Sirius Black.
Voldemort sabía que Harry intentaría ayudar a su padrino y no se equivocó. Harry fue junto con sus amigos a rescatar a Sirius, pero sólo se encontró una trampa: había mortífagos esperándolo. La batalla inició.
A la batalla pronto se unieron miembros de la Orden del Fénix, y el propio Voldemort llegó tiempo después a intentar matar a Harry, pero Dumbledore apareció para ayudar al muchacho. El duelo entre los dos más grandes magos fue impresionante.
En la revuelta, la profecía se rompió. Dumbledore consiguió debilitar a Voldemort y poner a salvo a Harry. En eso los empleados del ministerio llegaron a trabajar y al ver a Voldemort no tuvieron más remedio que aceptarlo: Había vuelto.
Voldemort lo tuvo claro. No podría continuar su revolución con tranquilidad si no eliminaba a Harry Potter, y no podría eliminarlo mientras estuviera protegido por Albus Dumbledore. Para triunfar, debía matar a su viejo maestro.
Dumbledore, por su parte, se dedicó a investigar el pasado de Voldemort. Intentó encontrar alguna debilidad, algún error del pasado que diera una pista acerca de cómo podría ser vencido. Fue entonces cuando, tras hablar con el viejo tío Morfin, supo de la existencia del anillo.
Dumbledore dio con el anillo y por motivos personales que abordaremos más adelante, se lo puso. Sin embargo Voldemort le había colocado una maldición que le dejó la mano ennegrecida y seguiría avanzando. Logró quitarse el anillo y lo destruyó.
Albus llamó a Snape y le preguntó si había una cura. Snape le contestó que no, que sólo podría retrasar el efecto y que a Dumbledore le quedaba sólo un año de vida, aproximadamente. Albus le pidió que guardara el secreto, y le pediría una cosa más.
Resulta que Snape, tras el regreso de Voldemort, trabajaba como espía doble. Regresó con los mortífagos, diciéndoles que seguía fiel a su causa, pero en realidad era un informante de Dumbledore. Nunca dejó de ser bueno.
Snape le contó a Dumbledore que Voldemort enviaría a Draco Malfoy, hijo de Lucius, a asesinarlo. Albus le dijo que era irónico que a pesar de eso le quedara un año de vida por la maldición del anillo. Luego de una charla le dijo a Snape: “tienes que matarme tú”
Albus sabía que pronto moriría, y no pensaba dejar que Draco lo matara. No dejaría que un muchacho inocente se convirtiera en asesino. Su idea era que Snape lo matara y le ahorrara sufrimiento por la maldición, y que le ahorrara a Draco la pena de intentar asesinarlo.
A regañadientes, Snape accedió. No podía negarle una petición tan noble a su amigo y mentor, además de que matarlo le permitiría ganarse aún más la confianza de Voldemort y seguir boicoteándolo. Estaba decidido a acabar con el villano.
En efecto, Voldemort encomendó a Draco matar a Dumbledore. En el fondo no tenía esperanza en que lo lograra, pero quería que lo intentara y fracasara para poder castigarlo y así, castigar indirectamente a Lucius por su fracaso en el Departamento de Misterios.
Draco estuvo todo el ciclo escolar intentando (y fracasando) matar a Dumbledore y que pareciera un accidente. Voldemort mientras tanto reclutaba nuevos aliados. Se estaba preparando para al guerra.
Un día, Draco logró introducir a los mortífagos a Hogwarts, y acorralaron a Dumbledore y a Harry. Los criminales animaron a Draco a que cumpliera su misión pero no se atrevía. Lo único que pudo hacer el muchacho fue desarmar (despojar de su varita) a Albus. Este hecho es clave.
Draco titubeó mucho y no hizo nada más. En eso llegó Snape y Dumbledore le dijo suplicante: “Severus, por favor...”

Snape entendió la orden que nadie más comprendió y juntando toda su fuerza, asesinó al viejo Dumbledore. Luego se marchó con los mortífagos, que iban felices.
Voldemort, sin sospechar de la lealtad Snape, disfrutó de la muerte de Dumbledore y motivado por su avance, se decidió a resolver el problema que le impidió matar a Harry en el cementerio. Algo había pasado entre sus varitas y debía averiguar qué era y cómo remediarlo.
Tampoco sospechó nunca que Dumbledore indagó sobre su pasado. El viejo profesor descubrió, con ayuda de Harry, que Voldemort tenía Horrocruxes y husmeando en memorias de personas que habían conocido a Voldemort, dedujo cuántos y cuáles eran sus Horrocruxes.
Mientras tanto, Voldemort secuestró al magistral fabricante de varitas, el Señor Ollivander, que había hecho con sus propias manos la varita de prácticamente cualquier mago de Gran Bretaña e Irlanda.
Ollivander le dijo que su varita y la de Harry no podían hacerse daño porque ambas tenían en su núcleo una pluma de la cola del mismo Fénix (como dato curioso, dicho Fénix era Fawkes, la mascota de Dumbledore) y que ambas se reconocían y se rehusaban a dañarse.
Voldemort, que en ese entonces se escondía de la luz pública en la casa de Lucius Malfoy, planeó un ataque a Harry Potter. Obligó a Lucius a prestarle su varita. Seguro que con esa conseguiría matar al muchacho.
Mientras tanto, el mundo mágico estaba en pánico. Los mortífagos se dedicaban a atormentar a los hijos de muggles y a causar muerte y destrucción a su paso. Mientras tanto, la Orden del Fénix planeó trasladar a Harry a un lugar seguro usando señuelos iguales a él.
Voldemort y los mortífagos interceptaron el traslado de Potter y buscaron al verdadero Harry entre los señuelos. Voldemort lo reconoció y se dispuso a matarlo. En eso la varita de Harry lanzó llamas doradas y destruyó la varita de Lucius.
Voldemort estaba furioso. Si lo que Ollivander le dijo era cierto, la varita de Lucius tuvo que haber funcionado pero no fue así. Entonces se decidió a buscar una varita legendaria de la que nadie conocía su ubicación. La Varita de Saúco.
La Varita de Saúco era una varita que tenía fama de ser la más poderosa de la historia. Muchos dudaban de su existencia pero los que sí creían, decían que estaba en poder de un fabricante de varitas búlgaro: Gregorovitch.
Voldemort fue a buscarlo, lo encontró, y tras torturarlo se metió en su mente y vio que hacía muchísimos años un joven rubio había desarmado a Gregorovicth y robado la Varita de Saúco.
Hago énfasis en el hecho de desarmar a otro mago porque las varitas sólo funcionan al 100% cuando le son leales a un mago, y la lealtad cambia cuando la varita considera que fue ganada limpiamente en un duelo mágico. Esto será clave al final de la historia.
Voldemort se preguntó quién demonios sería ese joven, y mientras buscaba la Varita, dejó instrucciones a sus mortífagos. Tenían qué apoderarse del Ministerio de Magia, gobierno mágico de Gran Bretaña, y hacer un cambio en sus políticas.
Dieron un golpe de estado en secreto y se encargaron de manipular a las masas. Así, el Ministerio emitió una orden de arresto y juicio para los hijos de muggles, al considerarlos como ladrones de magia.
Además, aprovecharon que Harry Potter estaba desaparecido para dañar su imagen. Lo catalogaron como sospechoso de la muerte de Albus Dumbledore y ofrecieron una recompensa por él. Así volvieron al mundo mágico en contra de su anterior héroe y tomaron el control.
Lo que Voldemort no sabía era que Harry estaba desaparecido porque Dumbledore le contó acerca de los Horrocruxes y le encomendó la misión de destruirlos. Pero a esto llegaremos más adelante.
En eso, la duda de Voldemort sobre quién era el muchacho que había despojado a Gregorovitch de la Varita de Saúco se disipó con la publicación de este libro: “Vida y mentiras de Albus Dumbledore”.
En ese libro aparecía una foto de ese muchacho junto a Dumbledore y aparecía su nombre:

Gellert Grindelwald.
Grindelwald fue un estudiante de la época de Dumbledore de la escuela de Durmstrang. Conoció a Albus en unas vacaciones con su tía en Inglaterra y juntos tuvieron una obsesión:
Decidieron que tenían que buscar las Reliquias de la Muerte, 3 artefactos mágicos que tenían poderes sorprendentes. Juntos, podrían realizar cosas impresionantes.
La primera Reliquia era la Capa Invisible, capaz de volver visualmente indetectable a su portador. (Como curiosidad, es la misma capa que llegaría a manos de Harry varios años después).
La segunda era la Piedra de la Resurrección, capaz de hacer volver, sin revivir, a las personas que habían muerto. Sí, se trataba de la piedra que tenía el anillo de Marvolo, pero ni él ni sus ancestros sabían qué era en realidad.
La tercera, la que realmente importa para la historia de Voldemort, era la Varita de Saúco. Contenía un poder nunca visto.
Dumbledore y Grindelwald comenzaron a planear la búsqueda de las Reliquias, pero a Gellert se le fue de las manos. Imaginaba hacer cosas horripilantes con ellas para dominar el mundo. Un día ambos discutieron y se lanzaron maldiciones. Una de ellas le pegó a Ariana Dumbledore.
La pequeña hermana de Albus murió al contacto con el hechizo. Nunca se supo si el que la mató fue Grindelwald o el propio Dumbledore y Gellert huyó. Por eso, ya viejo, Dumbledore se puso el anillo con la Piedra de la Resurrección. Esperaba volver a ver a su hermana.
Dumbledore y Grindelwald crecieron. Albus se hizo un muy respetado mago y profesor. Gellert, por su parte, robó la Varita de Saúco de Gregorovitch y causó una época de terror. Dumbledore lo enfrentó, lo venció y lo encarceló.
Voldemort no sabía de las Reliquias, pero conocía la Varita de Saúco y al saber la identidad del muchacho que la robó de Gregorovitch, fue a la cárcel donde estaba desde su derrota. Al verlo, y saber a qué iba, Grindelwald sólo pudo reír. Él ya no la tenía.
Resulta que Dumbledore le quitó la varita a Grindelwald, desarmándolo antes de encerrarlo. Al morir, Albus fue enterrado con ella y Voldemort decidió allanar la tumba. Por fin, ante él, estaba la Varita que lo haría ganar de una vez por todas.
El tiempo siguió su curso y los mortífagos seguían dominando secretamente el ministerio. Además, habían nombrado a Severus Snape director de Hogwarts.
Un día recibió un reporte que lo cambiaría todo. Le informaron que Harry Potter y sus amigos habían robado algo de la bóveda que tenía su fiel mortífaga Bellatrix en el banco. Voldemort se asustó. Así como a Lucius le había dado a guardar el diario, a ella le dio la Copa.
Sus miedos se confirmaron cuando le dijeron que efectivamente la Copa había sido robada. Sintió una ansiedad incontrolable. Nadie sabía que la Copa era un Horrocrux, ni siquiera sabían que él había hecho Horrocruxes. ¿O sí?
Fue recorriendo los escondites de sus Horrocrux. El diario ya había sido destruido, la copa robada, pero los demás debían de estar a salvo. Se sorprendió al ver que el guardapelo no estaba, tampoco el anillo. Sólo le quedaba su querida Nagini y la diadema, que estaba en Hogwarts.
Rápidamente reunió a sus mortífagos, a los magos del ministerio que tenía controlados, a los gigantes y hombres lobo que reclutó. No había tiempo qué perder, no cabía duda: Harry Potter estaba destruyendo sus Horrocruxes y seguramente se dirigiría a Hogwarts.
Al llegar allí notó mucho movimiento. Supo que Harry había llegado antes y había alertado a todos. Se preparaban para luchar. Se refugió en la Casa de los Gritos (una casa en Hogsmeade, pueblo cercado) y mediante magia oscura habló para que su voz retumbara en el castillo:
“Sé que se están preparando para luchar, pero sus esfuerzos son inútiles; no pueden combatirme. No quiero matarlos, siento mucho respeto por Hogwarts y no quiero derramar sangre mágica. Entréguenme a Harry Potter y nadie sufrirá ningún daño. Tienen tiempo hasta media noche”.
Voldemort no salió de la casa de los gritos mientras la batalla se llevó a cabo. Nagini estaba con él y si Harry quería destruir todos los Horrocruxes tendría que ir a buscarla. No necesitaba moverse porque sabía que Potter tarde o temprano iría a él.
Mientras estaba ahí, Voldemort mandó llamar a Snape. Sentía que la Varita de Saúco no lo obedecía como es debido y sospechaba que era porque Snape había vencido a Dumbledore, por lo que tendría que vencer a Snape para obtener su lealtad.
Ordenó a Nagini que matara a Snape con sus potentes colmillos y el pobre Severus agonizaba en el suelo de la casa. Voldemort, emocionado por poder usar la varita al fin, se fue al Bosque Prohibido junto a los terrenos del Colegio.
Mientras Voldemort se iba al bosque, Snape moribundo vio que Harry estaba ahí. Lo miró a los ojos y le pidió que recolectara una sustancia plateada que escurría de su frente. Eran sus recuerdos.
En esos recuerdos, Snape le confesó a Harry que siempre estuvo enamorado de su madre. También, que era un espía doble que lo estuvo ayudando en secreto en varias ocasiones mientras engañaba a Voldemort. Luego de la muerte de Lily, Snape siempre hizo todo por proteger a su hijo.
Pero en esos recuerdos hubo una conversación entre Dumbledore y Snape que fue la clave final para la posterior derrota de Voldemort.
Dumbledore dedujo que la noche en que Voldemort intentó matar a Harry cuando era un bebe y su cuerpo fue destruido, su alma estaba tan frágil que un fragmento se desprendió y se adhirió al ser vivo que tenía más cerca: el propio Harry.
Por eso Harry y Voldemort podían ver en la mente del otro, por eso Harry podía hablar con las serpientes. Harry tenía un fragmento de alma de Voldemort, lo que lo hacía una especie de Horrocrux no planeado, uno que Voldemort nunca quiso hacer.
Pero Dumbledore no le reveló todo esto a Snape, simplemente le dijo que cuando Voldemort se preocupara en extremo por la seguridad de su serpiente Nagini, sería hora de decirle a Harry que para acabar con Voldemort debía morir y debía matarlo el mismo Voldemort. Eso era esencial.
Snape se enojó. Tantos años, tantos riesgos tomados para proteger a Harry y todo para llevarlo a morir? Miró a Dumbledore y le reclamó: “¡Lo criaste como quien cría un cerdo para llevarlo al matadero!”
Harry acabó de ver los recuerdos y lo comprendió todo. Debía entregarse. Se reunió con Ron y Hermione y les dijo que debía ir al bosque. Les recordó que había que matar a la serpiente a la menor oportunidad. Se dirigió a su destino.
En el camino se encontró a Neville Longbottom, su valiente amigo, y también le dijo que si podía matara a la serpiente.
Mientras, Voldemort estaba esperando. Había ordenado a sus mortífagos un cese al fuego y con la misma magia de antes exigió que Harry se entregara o los mataría a todos. En eso vio moverse unos matorrales y descubrió a Harry frente a él.
Al verlo sólo dijo: “Harry Potter, el niño que vivió” y tras una breve pausa, lanzó la maldición asesina. Harry ni siquiera se molestó en defenderse.
Tanto Harry como Voldemort se desplomaron al suelo y los mortífagos que presenciaron la escena se quedaron estupefactos. Luego de un rato, Voldemort se incorporó, estaba confundido. Envió a Narcisa, madre de Draco y esposa de Lucios Malfoy, a averiguar si Harry había muerto.
Narcisa le informó que Harry estaba muerto y Voldemort rió de felicidad. Por fin se había librado de su más grande molestia, de aquel maldito muchacho que tantas veces lo humilló. Ordenó a Hagrid, que presenció la escena que recogiera el cadaver y todos se dirigieron al castillo.
Mientras tanto en Hogwarts se había librado una batalla épica. Miembros de la Orden del Fénix, algunos alumnos, magos aliados del bien y del mal, mortífagos y criaturas mágicas estuvieron involucrados y el castillo había sufrido varios daños.
Voldemort encaró a sus adversarios, y les inventó que Harry había muerto intentando escapar. Todos estaban muertos de miedo. En eso una figura arremetió contra él.
Neville Longbottom se había lanzado contra Voldemort y éste lo neutralizó. No era rival para su poder. Le preguntó su nombre y al darse cuenta que era sangre pura, lo invitó a unirse a sus filas. Neville sólo gritó: “Me uniré a ti el día que se congele el infierno!”
Vildemort decidió castigar su insolencia y lo inmovilizó, le puso el sombrero seleccionador y lo prendió en llamas. Neville, de repente, se quitó el sombrero, sacó la espada de Gryffindor de adentro y le cortó la cabeza a Nagini.
La batalla se reanudó. Todos se movieron en medio de hechizos y maldiciones hacia el Gran Comedor, donde Voldemort empezó a luchar contra los profesores McGonagall, Slughorn y Flitwick al mismo tiempo.
En eso alguien gritó un hechizo muy fuerte y todos voltearon. Harry Potter estaba en un extremo de la sala y caminó hacia Voldemort.
Voldemort estaba asustado y furioso. Él le había lanzado la maldición asesina. Cómo demonios seguía vivo?
Lo que Voldemort jamás supo es que al lanzarle la maldición a Harry, sólo destruyó el fragmento de su alma que éste llevaba dentro. El plan de Dumbledore había funcionado.
Harry llegaba a ese punto con una varita diferente. Su varita original se había destruido en la búsqueda de los Horrocruxes, pero había logrado desarmar a Draco Malfoy y quitarle su varita.
Recuerdan que Draco Malfoy desarmó a Dumbledore la noche en que murió? Ese día, sin saberlo, la varita de Saúco le otorgó su lealtad, aunque no la tomó. Luego, Harry desarmó a Draco. Aunque la legendaria varita la tenía Voldemort, su lealtad estaba en otro lado...
Ya no había Horrocruxes, la protección de Lily Potter ya no funcionaba y ninguno de los dos tenía sus varitas originales, las varitas hermanas. Todo lo que los unía había desaparecido, ambos sabían que esa era la batalla final. Uno de los dos no escaparía con vida.
Voldemort lanzó la maldición asesina mientras Harry lanzó un encantamiento de desarme. Los rayos de ambos chocaron y el rayo de Voldemort rebotó contra él.
La Varita de Saúco se alzó por los aires y siendo atrapada por Harry, por fin se reunió con su verdadero amo. Mientras tanto Voldemort yacía muerto, lo había matado su maldición al rebotar.
Así fue como Voldemort, mago tenebroso, asesino, ladrón, genocida, manipulador y soberbio, murió. Nunca conoció el amor, nunca aceptó nada que lo hiciera humano. Al final de cuentas ni siquiera él pudo librar la muerte.
Sin embargo, muchos años después, un último vestigio de Voldemort causaría problemas en el mundo mágico. Mientras estuvo en la mansión Malfoy, tuvo una hija en secreto con Bellatrix Lestrange llamada Dephini. Ella crecería admirando a su padre pero eso es otra historia.
Así acaba esta historia, una de las muchas que ofrece el universo de J K Rowling. Espero que les haya gustado.
Agradezco su atención y paciencia, no esperé que el hilo saliera de tantos tuits y que llegara a tanta gente. Muchas gracias por su apoyo y los que gusten seguirme en instagram, les dejo mis cuentas personal y profesional. Saludos a todos y ¡GRACIAS!

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