Thread by @vjmc

La crisis migratoria venezolana es el problema continental más agudo de este siglo. Millones de ciudadanos desvalidos, hambrientos, deprimidos, tratando de aferrarse a algo. No podemos dejar de pensar en lo que eso significa para países hermanos que tienen sus propios problemas..

Informales, ilegales y presas fáciles de lo peor de todos los pueblos. El chovinismo, nuevas formas de esclavitud, y quién sabe cuántas otras cosas. No debe ser fácil la integración en un país ajeno, con otras costumbres.

El exilio, los desplazamientos forzados, el quedarse sin referentes culturales, el comenzar de cero, debe causar emociones cruzadas, y mucha rabia. El sentirse extranjero y el serlo, es siempre una desventaja. La violencia siempre revolotea...

Debemos prestar atención a las causas de nuestra tragedia, para ser más exigentes en la búsqueda de soluciones rápidas. Y los embajadores y otros funcionarios designados deben comprender la magnitud de la crisis y tratar de conseguir, mientras tanto, toda la compasión posible.

Insisto. No es fácil. Los venezolanos que emigran se van sin papeles, sin dinero, sin saber qué hacer, sin tener claro a donde llegan. Mis oraciones con todos ellos. Ellos son la demostración más dura de que no vamos bien y que la esperanza se está quebrando.

Provoca tanto dolor que provoca maldecir toda esta trama que luce distante de los que sufren. Maldecir al que privilegia que se pierda el tiempo es tramas inútiles mientras nuestra gente sufre y muere en tierras lejanas, a veces sin el consuelo de una mano amiga.

Provoca maldecir a los que nos obligan a la separación y a la distancia. Para los venezolanos no hay mejor país que el nuestro. Por eso, para que vuelvan y vuelvan rápido debemos liberar la libertad. Y disponernos a hacer lo debido.
Que el Señor nos ayude.