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No podríamos conectarnos sin cable a la fibra de nuestro hogar si no llega a ser por esta mujer, más conocida por ser actriz. Y muchos ni siquiera la conocen por eso. ¿Otra mujer oculta por la historia escrita por los hombres? Sin duda. Abro hilo sobre Hedy Lamarr. 
Hedy Lamarr nace en Viena en 1914. Hija de un banquero y una pianista, destacó en los estudios desde muy pequeña, siendo considerada por sus profesores como superdotada. Aprendió a tocar el piano de pequeña gracias a su madre.
A los 19 años abandonaría sus estudios de ingeniería por su verdadera pasión, el cine. Fue alumna de Max Reinhardt en el teatro berlinés, regresando a Viena para protagonizar su primera película, 'Extasis', pionera en mostrar la sexualidad femenina.
'Extasis' (Gustav Machatý, 1933) fue la primera película de la historia del cine en mostrar un desnudo integral femenino y en mostrar en pantalla un orgasmo de mujer.
El revuelo que se ocasionó tras la desnudez de Lamarr fue vergonzoso. El Vaticano no tardó nada en prohibir la película y muchas salas se negaron a exhibirla. Un magnate de la industria armamentísica, Fritz Mandl, se enamoró de ella y los padres la obligaron a casarse.
La vida de Lamarr se convirtió en un infierno. No podía hacer nada sin el permiso de su marido, un consumado nazi que quiso hacerse con todas las copias de 'Extasis' para que nadie más viese a su mujer desnuda.
Durante su encierro, aprovecha para retomar sus estudios de ingeniería. También comienza a investigar sobre la tecnología armamentística de la época, gracias a los contactos de su marido. Acordaos de estos estudios porque luego volveremos a ellos.
En 1937 el coño moreno de Hedy Lamarr estaba cansado del nazi de Mandl y, estando en un restaurante, escapó por la ventana del baño y huyó en coche hasta París y, de ahí, a Londres, donde conocería a Louis B. Mayer.
¿Que quién es Louis B. Mayer? Pues nada menos que el dueño y señor de la Metro Goldwyn Mayer. Coincidieron en el barco que les llevaba a los Estados Unidos. Lamarr pudo viajar en él porque había empeñado todas sus joyas.
Antes de que el barco llegara a su destino, Lamarr tenía ya un contrato con la Metro por un total de siete años. En este viaje nacería su nombre artístico, porque, en realidad, en su DNI ponía Hedwig Eva Maria Kiesler.
Trabajó en el cine hasta 1958 participando en unas treinta películas. Entre sus títulos más celebrados se encuentran 'Noche en el alma' de Jacques Tourneur o 'Cenizas de amor' de King Vidor.
Hedi albergaba un odio profundo a los nazis, alimentado con su matrimonio contra el déspota de Friedrich Mandl. Además, bueno, el detalle de que era judía también influyó. De este modo, le ofreció al gobierno de los EEUU infomación muy valiosa.
Los gobiernos no querían construir misiles teledirigidos. Temían que las señales del misil fuesen interceptadas por los países enemigos, pudiendo incluso modificar la trayectoria de los mismos. Y en estas entró el trabajo de Lamarr.
Lamarr ideo un sistema por el cual podía enviar mensajes fraccionados en pequeñas partes, transmitidos por secuencias que cambiaban de frecuencia cada vez, por lo que estos misiles no podían ser detectados.
A este sistema se le conoce como 'Espectro ensanchado por salto de frecuencia', tecnología sin la que no podríamos tener WiFi o GPS. A Hedy Lamarr le debemos mucho de lo que nos hace, hoy en día, la vida más feliz.
La historia no acaba aquí y, como no podía ser de otro modo, un final muy feliz no tiene. En 1965, cuando tenía 51 años, Lamarr firma por una cifra de 200.000 dólares para escribir sus memorias. Para ello, 50 horas de entrevistas fueron grabadas.
Las memorias, según la propia Lamarr eran "ficticias, falsas, vulgares, escandalosas y obscenas". Denunció a la editorial para parar su publicación puesto que obviaba cualquier detalle de interés solo para poner en relieve su bisexualidad. Perdió el juicio.
No fue el primés traspiés que sufrió Lamarr en su vida: su invención fue rechazada por el National Inventors Council. Le dijeron que si quería ayudar a que la guerra terminara, se valiese de su físico para promover la venta de bonos de guerra. Y acabó subastando besos.
Hedy Lamarr falleció en el año 2000 a sus 86 años. Para algunos sigue siendo solo 'la actriz más bella de la historia del cine' sin saber que esto lo pueden decir, en Internet, gracias a su increíble papel en la historia de la humanidad.
Si te ha gustado este hilo, te ha entretenido y has sabido algo más de la historia del cine, te agradecería que lo compartieras para que otros pudieran también leerlo, animándome a seguir haciéndolos. ¡Un saludo y buen domingo!
