Los golpistas en Bolivia comenzaron varias operaciones en simultáneo para perseguir dirigentes del MAS y remodelar la memoria del país. Se trata de borrar la historia de un proceso político y, por otro lado, blanquearlos como salvadores de la patria. Vamos con algunas de ellas. 
1-La operación sobre fraude, avalada por la auditoría de la OEA, destinada a perseguir toda la estructura de vocales del Tribunal Supremo Electoral del MAS y obtener mediante confesiones bajo presión un expediente contra Evo Morales sobre su participación en un "fraude de Estado"
Con un formato Lava Jato, se institucionaliza una mentira, repetida mil veces, para que los golpistas pueden, junto con la OEA, cambiar el sistema electoral y circunscripciones, y por el otro lado, llegar a detener a altas figuras del MAS (o inhabilitar de por vida a Evo).
2-El país puede caer en la guerra por la "sedición del MAS", quienes se niegan a soltar el poder. Desde el día 1 del golpe, todo hecho vandálico, o de violencia, es excusa para detenciones masivas y uso de armas de fuego para desarmar la resistencia.
El Ejército el primer día de protestas en El Alto sacó una lista de dirigentes a detener. No se tiene cifras oficiales sobre muertos y se sabe que hay más de 100 personas cuyo paradero se desconoce. Queda hecho un expediente para perseguir liderazgos altos, medianos y de base.
3-Imponer a la biblia como principal referencia espiritual del Estado de Bolivia. Tiene todo el sentido porque quienes tomaron el poder son fundamentalistas católicos (y evangélicos) de Santa Cruz, Bení, Pando y Tarija. El propio Camacho fundamentó el golpe en la Biblia.
Durante el gobierno de Evo, la wiphala simboliza que la religión católica no es la única fuente espiritual de Bolivia. La agresividad contra la bandera en los primeros días del golpe explica como se intenta excluir la identidad de los pueblos originarios de Bolivia.
4-Establecer al gobierno de Evo de corrupto y ostentoso con un pésimo manejo de la economía. Es un clásico en la región, y sirve, sobre todo, para remodelar la política económica hacia el libre mercado, además de culpar de los problemas actuales al anterior gobierno.
El gobierno de Jeannine Áñez anunció una auditoría económica sobre el gobierno de Evo Morales, como hizo Macri cuando llegó a la presidencia en Argentina. La narrativa de esa auditoría justifica recortes, luego, o privatizaciones (y deuda) para “sanear” cuentas públicas.
5-Promover la idea de una amenaza externa de las FARC, Venezuela y Cuba para poner en marcha una doctrina de enemigo interno, similar a lo que hizo Ecuador con el paro nacional bajo la llamada “brisa bolivariana”. Es de manual también esto.
Médicos cubanos, por ejemplo, fueron detenidos por llevar dinero para pagar a las misiones del país en Bolivia. Los acusaron de financiar las protestas a pesar de tener carnets de la Misión Médica de Cuba en Bolivia. Se han anunciado persecuciones contra venezolanos, además.
Arrestan a nueve venezolanos por participar en "sedición". Más que claro el guión.
Lo dicho: si Evo Morales vuelve a Bolivia enfrentará cargos judiciales por “corrupción” y “fraude electoral”, según la autoproclamada Jeannine Áñez. El fraude electoral es la operación Lavadero de Autos de Bolivia para sacar del medio al MAS del sistema político.
