#ElRelato 🇺🇾
Abro hilo 👇
No fue necesario el default reclamado, ni los saqueos orquestados. La izquierda ganó bien. Festejaron, uruguayos.
Cambiaron el rechazo a Botnia y aprovecharon leyes blanqui-coloradas para surfar la ola de la bonanza (ley de puertos, ley forestal). Bien encaminados.
Además, #LaCeleste coronaba con éxito el progreso. El relato inflaba gargantas
Ganaron mayoría parlamentaria 3 veces, tuvieron un presidente-estrella-pop, los sindicatos de su lado y la mayor bonanza de la historia. Llegaron para quedarse.
Los frentistas lanzan su campaña electoral con soberbia para (1) señalar los cuernos del pueblo que ya no los vota, y (2) culpar a la derecha oligarca que viene a robar conquistas al pueblo.
El arma favorita tenía un segundo filo. El relato de una ideología moralmente superior terminó cortando lazos con la gente.
Liberaron presos, crearon zonas rojas y la delincuencia azotó al uruguayo como nunca.
Jugaron a ser empresarios con dictadores y compitieron por premios Nobel. Se los tragó el personaje.
El acabose.
Acomodos, corrupción, y sed de poder. No les sonó familiar. No podían perder con una pompita de jabón.
La ola esperanza terminó en revolcón y ahora pretenden dar vuelta un largo proceso de desilusión-impotencia-bronca, recurriendo al miedo, eslóganes baratos y dinosaurios.
Creen que pueden ridiculizar a la coalición con memes. No pueden reconocer en el espejo la caricatura de lo que quisieron ser
La coalición multicolor no va a ganar por la campaña electoral, aunque Lacalle no dio puntada sin hilo desde que eligió no pelearse ni con Sartori.
La coalición multicolor va a ganar porque supo unirse aún con grandes diferencias. Tiene crédito para enfrentar la delincuencia, y cortar la corrupción.
Los postulados de la oposición no son la panacea. El candidato no es el arquetipo del uruguayo popular. Pero la preparación para ganar les da una oportunidad impensada.
La derrota del FA obedece más a una lógica de alternancia que a una fuerza poderosa e inspiradora de una oposición ilustrada. Y ahí hay una oportunidad.
Señales contundentes al inicio del gobierno harán contraste con la desidia reinante. La primera coalición multi-partidaria podría obtener un crédito inusitado.
No se trata de refundar la patria ni monopolizar el bien. Un gobierno modesto y honesto, comprometido y controlado. Sin chirimbolos. Casi sin relato.
Queda 1 semana de ruido, pataleo, zancadillas, más mentiras e insultos. La izquierda no va a bajar un cambio. Habrá que saber ganar.