Un descontento social con el presidente y el sistema, lo cuál es válido y legítimo, construye un clima para convocar manifestaciones que se transforman en violencia por células estructuradas y agitación para la formación de turbas.
Y sí, hay evidencias de su participación en esos delitos contra la propiedad y la institucionalidad. Pero no creo que sea de la magnitud que lo presentan.
Colombia ha sido buena con los venezolanos, aparte del delito, es un despropósito pagarle de esa manera.
Este espiral comenzó y no sabemos a donde va.
Creo banal y sin profundidad creer miles de latinoamericanos están equivocados en sus malestares y descontentos, al igual que negar estos giros sociales a las izquierdas son porque los pueblos “son brutos”.
¿Están induciendo las desestabilizaciones?
¡SÍ!
¿La gente está molesta?
¡SÍ! Por eso ocurren las manifestaciones.
Pero eso no solucionará el problema de fondo, el descontento social está allí.
Es URGENTE una estrategia dual, la que desmonte a los desestabilizadores y la que atienda las expectativas de las sociedades.