1. En la marcha de despedida del sábado último apareció un cartel que identificaba como “traidores” a los tres diputados electos en 2017 que se alejaron del bloque oficialista.
El diario La Nación lo llamó mensaje y no escrache.
Los invito a leer otra triste historia.
Abro hilo
El diario La Nación lo llamó mensaje y no escrache.
Los invito a leer otra triste historia.
Abro hilo
2. Para La Nación hasta hace unos años, cuando mensajes de este tipo los hacía el kirchnerismo, se llamaban “escraches”.
Así lo expresaba su columnista estrella Mariano Grondona.
Ahora, realizados por macristas, dejaron de ser un grave problema y se convirtieron mensajes
Así lo expresaba su columnista estrella Mariano Grondona.
Ahora, realizados por macristas, dejaron de ser un grave problema y se convirtieron mensajes
3. El mismo diario había denunciado que este tipo de conductas eran aberrantes, cobardes, irrespetuosas, intolerantes, prepotentes, enajenadas, afectaban la libertad de expresión y eran tipicas de un régimen autoritario como el kirchnerista.
El sábado pasado cambiaron de opinión
El sábado pasado cambiaron de opinión
4. El grupo Clarin no se quedó atrás. Pero en la página de TN ni siquiera lo llamaron mensaje.
Se trató de carteles en los que “una manifestante” “tachó” los rostros de los diputados. Nada más. Nada para criticarle.
¿Decían lo mismo cuando lo hacían los peronistas/kirchneristas?
Se trató de carteles en los que “una manifestante” “tachó” los rostros de los diputados. Nada más. Nada para criticarle.
¿Decían lo mismo cuando lo hacían los peronistas/kirchneristas?
5. No. Cuando se trató de un hecho similar pero con diputados que se alejaron del kirchnerismo si se llamó escrache.
Ante la misma acusación (traidores), distinto título.
Para Clarin hay traidores escrachados y otros que solo son “tachados” en carteles.
El cinismo hecho noticia
Ante la misma acusación (traidores), distinto título.
Para Clarin hay traidores escrachados y otros que solo son “tachados” en carteles.
El cinismo hecho noticia
6. El diario ya tenía una historia de denuncias contra los escraches kirchneristas que obviamente olvidó ante un escrache macrista.
La impunidad del poder que ejercen es tal que ni les interesa que alguien busque en Google cómo usaron el término escrache durante el kirchnerismo.
La impunidad del poder que ejercen es tal que ni les interesa que alguien busque en Google cómo usaron el término escrache durante el kirchnerismo.
7. Y la mayoría de los demás medios opositores al kirchnerismo trataron de manera similar estos hechos llamándolos escraches.
Parecían ser monopolio de los intolerantes K.
Parecían ser monopolio de los intolerantes K.
8. Nos encontramos así ante un nuevo juego de sentidos construidos desde el poder mediático.
Ponerle nombre a los hechos es una demostración de poder.
Y Clarin y La Nación lo saben.
Pero los escraches criticables son los que hacen los kirchneristas. Para los demás, veremos.
Ponerle nombre a los hechos es una demostración de poder.
Y Clarin y La Nación lo saben.
Pero los escraches criticables son los que hacen los kirchneristas. Para los demás, veremos.
9. ¿No me creen? Lean esta columna de Morales Sola. En la que justifica los escraches a Boudou y Kicillof porque la sociedad estaba harta.
Y además la culpa es del propio kirchnerismo que creó una lógica que llevó a que los antikirchneristas copiaran sus métodos.
Hermosa pirueta
Y además la culpa es del propio kirchnerismo que creó una lógica que llevó a que los antikirchneristas copiaran sus métodos.
Hermosa pirueta
10. En síntesis, hay escraches que son mensajes y escraches que son escraches. Y si son a kirchneristas pueden estar justificados.
Si escracha un kirchnerista la culpa es de él y si escrachan a un kirchnerista la culpa también es de él.
El antiperonismo es así. Incorregible.
Si escracha un kirchnerista la culpa es de él y si escrachan a un kirchnerista la culpa también es de él.
El antiperonismo es así. Incorregible.
