Thread by @oscarbalmen

En la #NaciónCriminal de este miércoles conté la historia real detrás de la "renuncia" de Gualberto Ramírez a la Unidad Antisecuestros de @FGRMexico.

Una trama de intrigas y austeridad #4T. Va HILO con lo más destacado de mi colaboración con @LuisCardenasMx en @NoticiasMVS.

Contexto: el martes 9 de julio fue un día de locos para los periodistas. Renunció Carlos Urzúa a Hacienda y detuvieron al abogado de @EPN, Juan Collado. En la ola de información se perdió esta VITAL baja en materia de seguridad:

Gualberto Ramírez dijo adiós al gobierno federal.

¿Quién es Gualberto Ramírez y por qué importa tanto?

Era uno de esos servidores públicos raros. Rarísimos. Al interior de la PGR, ahora @FGRMexico, se le conocía como el "Hombre Maravillas", principalmente por una proeza difícil de igualar:

En plena guerra contra el narco había logrado mantenerse por tres sexenios

¡TRES!

como titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, la poderosa #SEIDO.

Lo fue con @FelipeCalderon, con @EPN y lo estaba haciendo con AMLO, pero este martes se supo de su renuncia al cargo, sorprendiendo a propios y extraños: Gualberto Ramírez no solo conducía una de las unidades de seguridad con mejores resultados a nivel federal, sino que...

... gozaba de una buena relación con víctimas y activistas. Hasta tenía el visto bueno del gobierno de Estados Unidos, que constantemente le becaba cursos en el extranjero.

(Comentario en FB de Brenda Rangel, quien busca a su hermano desaparecido Héctor Rangel).

¿Por qué una de las más veteranas autoridades en el tema de secuestro deja la Cuarta Transformación justo en una crisis de seguridad y alza de este delito?

¿Por qué ni siquiera decir que dejaba el puesto "por cuestiones personales"?

Respuesta:

Porque no fue una renuncia, sino un despido, según fuentes cercanísimas a Gualberto Ramírez. Y detrás de ello hay una historia de traición al puro estilo #4T.

Primero, contextualicemos el entorno en el que Gualberto Ramírez estaba trabajando, con una austeridad republicana que le estaba golpeando duro.

No solo eran los recortes presupuestarios que rondaban el 30% y que obligaban a sus agentes a hacer investigaciones a pie o en camión.

O que por falta de dinero no podía mejorar herramientas clave para su trabajo como el banco de voz de secuestradores.

A Gualberto Ramírez le habían quitado elementos muy especializados para ponerlos a combatir otros delitos que eran prioridad de AMLO, como el huachicoleo.

En sustitución, la unidad del Jefe Antisecuestros se llenó de novatos de los que el titular comenzó a desconfiar: veía en ellos una fuerte inclinación a corromperse por los grupos delictivos.

GRAVÍSIMO: una unidad federal antisecuestros infiltrada por el crimen organizado.

Pese a ello, Gualberto Ramírez seguía dando resultados. Incluso, en áreas que no se ceñían al secuestro. Él, de la mano de Omar García, hoy jefe de la Policía de Investigación de CDMX, se encargó de dar duros golpes a cárteles de la droga.

Uno de los golpes más exitosos fue en octubre del año pasado cuando logró la detención del líder de La Unión Tepito, El Pistaches, y su mano derecha, El Tiger, capos del secuestro, extorsión, venta de drogas y hasta trata de personas mediante la página Zona Divas.

El involucramiento de Gualberto Ramírez en temas más allá del secuestro era conocido: el hombre tenía una memoria prodigiosa, capaz de retener nombres de organizaciones criminales, integrantes y modus operandi.

Esa habilidad terminó por precipitar su salida del gobierno federal.

Hace unos meses, bajo su supervisión, un grupo de agentes antisecuestros peinaban la zona alta de la alcaldía Tlalpan, seguros de que ahí se escondían varias casas de seguridad.

Durante los cateos, su gente se topó con un narcolaboratorio.

Al indagar más supieron que habían pisado un inmueble que se sostenía en alianza de lo que queda del Cártel de los Beltrán Leyva y Cártel Jalisco Nueva Generación.

El hallazgo era una bomba. Contenía datos altamente sensibles.

Gualberto Ramírez quiso mantener esa información lo más secreta posible en su círculo cercano. Pero alguien lo traicionó y filtró información. Las fuentes que han confirmado que su renuncia no fue renuncia, sino despido, dicen que la filtración tenía un objetivo claro:

que perdiera la confianza del fiscal general Alejandro Gertz Manero y que lo corrieran del puesto, un deseo compartido por muchos funcionarios que veían con malos ojos la poderosa figura en la que se había convertido Gualberto, involucrado no solo en temas de secuestro.

Y lo lograron: Gualberto Ramírez, el "Hombre Maravillas", hoy está fuera. Su salida de la estrategia de seguridad se suma a la de Patricia Bugarín, quien dijo adiós prematuramente a la Subsecretaría de Seguridad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Y así es como el país le dijo adiós a uno de los mayores expertos en temas de secuestros... en plena crisis de secuestros en el país.

LINK AL PODCAST: mvsnoticias.com/noticias/segur… donde pueden escuchar más de mi plática con @LuisCardenasMx sobre el tema.

Fin del HILO.