Se acomodó entre las sábanas con el incierto propósito de conciliar nuevamente el sueño. Sin embargo...(4)
Decidió no atender aún ese tibio llamado y prefirió tomarse su tiempo. (6)
Repartió el trabajo: la mano derecha continuaría recorriendo el contorno de sus piernas y de sus generosas caderas mientras la mano izquierda comenzaría... (7)
En su mente no eran solo sus manos las que la que le recorrían. Comenzó imaginando a su marido (8)
Abajo de la cintura, la mano decidió actuar por su cuenta y comenzó a explorar...(9)
Pero la única respuesta que obtuvo fue la de la alarma de su celular que le recordaba que tenía que asistir al festival navideño de sus hijos. (FIN)