Hasta 1941, una buena parte del Cuerno de África estuvo en poder de Italia. Durante el período de Mussolini, las colonias africanas se llenaron de monumentos fascistas. Aunque la mayor parte han sido destruidos, todavía se conservan algunos. Veamos algunos ejemplos-> 
El último territorio africano en ser ocupado por los italianos fue Etiopía, que fue también el que menos permaneció en manos fascistas: de 1935 a 1941 y nunca de forma completa. En el Lago Tana se conserva este espectacular monumento con la loba capitolina.->
Pese a la breve ocupación, todo el país se llenó de memoriales con símbolos y esloganes fascistas. Las ruinas de este monumento se encuentran en la remota localidad de Gidami, junto a Sudán, y conmemoran la muerte del explorador italiano Vittorio Bottego aquí en 1896.->
Mucho más humilde es este cementerio de obreros italianos muertos en 1937 durante la construcción de la carretera que cruza el Nilo Azul. Desapareció poco después de que tomara la foto, en 2005, con la ampliación de esa misma carretera.->
Uno de los monumentos fascistas más antiguos del Cuerno de África es el Faro Francesco Crispi (1924), en el Cabo Guardafui (Somalia), en la punta del Cuerno de África. Curiosamente, muy cerca se encuentra el último puerto de comercio romano en África Oriental (Ras Hafun).->
Pero la palma en cuanto a monumentos se la lleva Asmara, la capital de Eritrea, la colonia más antigua de Italia en la región. La huella fascista es evidente en multitud de edificios, como los cines.->
No es casualidad. El cine representaba la modernidad (el futuro, de hecho), tan importante en la ideología del fascismo italiano. Y el régimen fascista invirtió mucho en este medio por cuestiones propagandísticas y estéticas->
En Asmara se conserva también la Casa del Fascio (hoy con otra función, obviamente), de estilo racionalista. La ciudad se convirtió en un campo de experimentación de la arquitectura más radicalmente innovadora de la época.->
Se construyeron edificios que se encuentran entre lo mejor de la arquitectura europea de entreguerras, desde villas para la elite blanca hasta gasolineras. Aunque no son estrictamente monumentos, su función propagandística era similar: mostrar la superioridad del colonizador.->
Por eso conviene no dejarse cautivar por los monumentos engañosamente modernos: los imperios de los ss. XIX y XX se basaban en el racismo, el autoritarismo y la explotación. No por casualidad el imperialismo es uno de los pilares del fascismo, como demostró Hannah Arendt.
