Primer dato: los japoneses se gastan en ebooks 86.5$ al año.
España está por los 40$, más o menos.
En España, el cómic es el 2,6% del mercado editorial. Estamos muuuy lejos. Y en digital no lo sé, pero xDDDD
Y el 20-30% de los dorama también han salido de mangas.
Principalmente porque es un trabajo muy esclavo, y nadie te garantiza que vayas a triunfar.
Ahí van algunas declaraciones que hizo y salieron publicadas en varios blogs.
“El editor debe dar muchas ideas, pero ir reduciendo hasta hacer que el autor llegue a las mejores.”
“Los mangaka que venden mucho son buenos. Que vendan significa que mucha gente les está leyendo.”
“El objetivo del mangaka y el editor es que se lea mucho.”
Teniendo en cuenta el coste de la vida en Japón, no es en absoluto para tirar cohetes.
Y hablamos de autores que tienen regularidad. Hay muchos que no llegan a eso.
Se dice que solo 1 de 100.000 mangakas realmente puede vivir bien de ello.
Pero a todo esto hay que añadirle más factores.
Antes decía que un asistente puede cobrar más que el autor. Y es que el autor paga de su bolsillo los honorarios de los asistentes.
Trabajaba 20 horas diarias. Y pudo subsistir porque tenía unos cuantos ahorros.
Muchos autores acaban pidiendo dinero a la editorial, se contrae una deuda y trabajan para pagarla.
Él no quiso hacerlo.
¿Pero quién le podía garantizar al 100% que el manga tendría éxito y se editaría en tomos?
Una serie puede ser cancelada por el editor en un pis pas.
Los guionistas cobran por sus historias, pero los dibujantes no cobran más cuando el guion es suyo.
Sato dijo renunciar a tener vida social/personal durante dos años, para poder dedicar más horas (y así menos ayudantes).
El autor puede ganar máximo el 10% de los libros IMPRESOS (no vendidos). Pero en algunos casos es el 5%.
Pero insistimos, no todo autor ve como sale el tomo de su manga.
Sato se queja de que, cuando se imprimen más libros, los costes de producción bajan. Pero eso no repercute en lo que acaba cobrando el autor, pero sí en los beneficios de la editorial.
Consiguió que Shogakukan especificara cuánto iba a durar su serie publicada por contrato.
Por supuesto son pocos los autores que se atrevan a contar con tanto detalle como funcionan las cosas.
El 15 de septiembre de 2013, liberó los derechos de "Say hello to Black Jack".
Daba permiso para vender, hacer anime, manipular, parodiar, sin tener que pedir permiso a nadie.
Muchos autores pasaron de 8 páginas a 16 al mes. Dicen que Tezuka hizo un flaco favor con su rapidez exagerada a los demás autores.
Se pide más páginas, más rápido, pero igual calidad.
En una sentada hacían el trabajo de varios días.
Este fue el caso de Fukui.
Tenía sobrepeso y bebía bastante. Y la noche antes de morir había estado enlatado. Pero luego se fue de copas con el editor.
"Probablemente sea por trabajar demasiado y luego estar bebiendo hasta la mañana."
Gracias, Sherlock.
Poco después moría.
Al final, en lugar de pedir que les dejaran respirar, lo que hicieron fue pedir más dinero por las páginas.
Así que ya desde entonces se acabó fraguando un sistema, el de producción de manga, que se ceba muchísimos en los creadores.
Pues que es importante apoyar a estos mangaka si nos gusta lo que hacen. Porque si bien hay algunos pocos acumulando fortunas, hay muchos otros que no consiguen llegar a ello, a pesar de que se publiquen sus mangas.
En esto consisten las Nits. A través del manganime, vamos aprendiendo más sobre Japón, su cultura y su historia. Y no hay mejor forma de aprender que a través de aquello que te gusta.
¡Gracias por vuestra atención, likes y, sobre todo, vuestros RTs!
Y se llama...
Y no me decepcionó para nada. Capítulos breves, con la dibujante liándola parda con sus borracheras.
Muy loco, de verdad. Y eso que yo no soy en absoluto de emborracharme. Pero me parto.