Thread by @leogarciamx

¿A qué nos esta acostumbrando el sr López y su partida de propagandistas manipuladores?

Tal vez es lo peor que nos esta dejando este remedo de gobierno que insiste en llamarse regimen. Tal vez eso es en realidad, hasta ahora, la dichosa cuatrote.

El ser humano tiene una extraordinaria capacidad para adaptarse a lo que sea. LO QUE SEA. Bueno o malo. El cuerpo y la mente tienen la capacidad de hacer los cambios necesarios para manejar los estímulos que recibe, pero eso tiene un defecto. Nos insensibiliza.

Conforme un estimulo, físico o mental, se repite, el cuerpo al hacer los cambios para adaptarse se reduce la intensidad con la que lo experimenta. Es cuando se genera la sensación de haberse acostumbrado disminuyendo su sensibilidad a dicho estimulo.

Así que para que un estimulo siga teniendo efecto, tiene que aumentar su intensidad.

Eso lo estamos viviendo día a día. En cada desplante emitido desde el micrófono de palacio. En cada intento de manipulación, vil gaslighting, en los elementos narrativos cotidianos.

Cada mal remedo de mentira que no llega a ser tal y solo sirve para darle linea a sus propagandistas y que a la vez solo disfraza sus carencias intelectuales.

No es un mitomano, es un hombre incompetente pero narcisista hasta la médula.

Entenderlo como un hombre mentiroso solo es ver la superficie. Su tendencia a manipular la narrativa exhibe sus intenciones reales donde solo busca acaparar poder y construir su propia imagen. Rasgos de un narciso megalomano.

Pero eso inevitablemente marca el ciclo informativo del país completo. Por eso JAMAS va a prescindir del show de carpa que da a las 7am. Jamás. Lo necesita tanto como el aire que respira, de otra forma se toparía con lo peor que puede confrontarlo: LA REALIDAD.

Y ese es el punto. A la realidad le importa un pepino lo que el pequeño tartufo diga en el micrófono cada mañana. Con tantita suerte le alcanza para intentar manipular la narrativa sin que eso concuerde con los hechos aunque los hechos sean los que lo desmientan, mero "gaslight".

La bronca, el verdadero problema detrás, es que conforme él sube el tono de la narrativa y se confronta con la realidad, el estimulo que esa disociación causa también la experimentamos todos los demás inevitablemente mediante los ciclos informativos.

Tiene tantas formas. Tal vez el ejemplo más claro se puede ver en los recientes días. Tal vez, con tanto dolor, solo una pila de cadáveres es lo que más esta evidenciando esa disonancia que se propaga y se contagia, ya con estímulos casi inhumanos.

El tartufo que vive en el palacio como buen narciso megalomano sencillamente no puede con esto. Para él fuera de su propia piel nada vale. Nada importa. Se le pide un imposible cuando se cree que se puede esperar de él el mínimo rasgo de empatía.

Empatía es la capacidad de asumir el papel del otro y entender lo que piensa o siente. Es justamente una de las primeras necesidades de una víctima de lo que sea, saber que él otro entiende lo que pasó o esta pasando y que puede recibir ayuda.

Del sr López eso es imposible.

La lista es larga, cada vez más larga. Sí Peña Nieto nos insensibilizó ante un gobierno corrupto como pocos en la historia y Calderón a la violencia en un gobierno bélico, el sr López esta haciendo algo aún más doloroso:

Nos esta insensibilizando al dolor y muerte del prójimo.

Hoy el dolor y la indignación se dice en femenino y tienen nombre de mujeres que han muerto de formas casi indecibles.

El que sea un grupo tan especifico les ayuda a visibilizar el problema porque la afinidad por el genero les permite ser empáticas.

Precisamente algo de eso ha faltado con los niños muriendo pro falta de sus tratamientos. Los padres de niños sanos por más empatía que sientan no les ha alcanzado para movilizarse hombro con hombro con los padres de niños enfermos.

Ejemplos ya sobran. Y él, ese pequeño hombre y sus carencias es una consecuencia, un síntoma social. Parte de un ciclo que sigue apilando muertos y ante los que antes al menos existía cierta uniformidad en la exigencia que eso cediera, que eso terminara.

Hoy la narrativa a esos muertos no solo no los ve, sino que además se agarra de ellos endilgándoles adjetivos, justificaciones y pretextos.

Ya Calderón no le alcanza para hacer suficiente humo.

Sus palabras clave ya están demasiado escuchadas. En su propia carencia ya las gastó él mismo, y por eso la maquina de propaganda que trae detrás esta desesperada por encontrar nuevos estímulos, o aumentar la intensidad de los existentes.

De ahí que tan rápido llegaron a empezar a rayarle la pintura a Peña Nieto. Y mientras, los muertos se siguen contando por miles y su desprecio a esa realidad genera un estimulo que nos esta llevando entre las patas a los demás.

Él pidió el puesto.
Lo ganó legítimamente.
Y convenció ofreciendo resolver lo que ahora elige evadir. Con las consecuencias a nivel social que todavía no alcanzamos ni a imaginar. Cada vez más hace que se vea a un "adversario" en el otro.