La tasa de letalidad (mortalidad) de una enfermedad como #COVID19 (infección por el virus #SARS_CoV_2) depende de la “salud” del sistema sanitario del lugar donde ocurre la epidemia. Así en China es mayor en Wuhan que en el resto de Hubei, y en ésta que en el resto de China. 
Nos lo cuentan en un interesante artículo que se ha publicado en The Lancet, “Potential association between COVID-19 mortality and health-care resource availability”
doi.org/10.1016/S2214-…
La tasa de letalidad está bien correlacionada con el número de casos por cada 10000 hab.
doi.org/10.1016/S2214-…
La tasa de letalidad está bien correlacionada con el número de casos por cada 10000 hab.
Influye la capacidad de contagiar del virus, pues un gran número de enfermos colapsa cualquier sistema sanitario, y así la atención a los enfermos que deberían superar la enfermedad empeora y sube la letalidad. Por eso la letalidad observada crece con el número de enfermos.
Además, recuerda que el famoso R0 (número básico de reproducción), la capacidad de contagiar del virus, no solo depende del virus y su genética, sino también depende de las medidas de prevención contra contagios y de cuarentena de los contagiados (aunque no presenten síntomas).
Por ello, la epidemia en curso de COVID-19) en Wuhan, capital de la provincia Hubei, foco de la infección y con un sistema sanitario “al límite” alcanza una letalidad >3%, mientras en otras regiones de Hubei, también muy afectadas, ronda el 2.9% en media.
En el resto de las provincias de China la letalidad es del 0.7% en media. El artículo en The Lancet pone dos ejemplos: Zhejiang (0 decesos entre 1171 casos confirmados) y Guangdong (4 decesos entre 1322 casos confirmados, o sea, letalidad de 0.3%).
Así la tasa de letalidad crece con el número de casos confirmados una vez que se satura el sistema sanitario de la ciudad o provincia afectada. Por ello, según el nuevo artículo en Lancet la está más correlacionada con la “salud” del sistema sanitario que con el virus en sí.
