Thread by @osofronio

La Parábola del Chairo Arrepentido
Capítulo VII
“La Rebelión de las Aldeanas”
(Dos Dias en Marzo)

El reino de Don Perejil se encontraba muy convulso, ya que había un creciente número de alarifes lanzando piropos malsonantes a las damas de la aldea. Lo grave del asunto
(HIlo)

es que si las aldeanas no contestaban, las sometían a una avalancha de piedras, lo que no era del agrado de las susodichas damas. Como resultado de las agresiones de los maistros constructores se detonó una tendencia en todos los barbajanes a agredirlas si no respondían a
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los requiebros amorosos. Fue tanta la rebambaramba que se armó, que hasta los maridos las apoyaron en su reclamación al Morenarca.
El Morenarca se hacía el occiso cada vez que lo increpaban en su conferencia matutina, y algunas veces, tomaba el camino hippie y respondía
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que Paz y Amor.
Es de suponerse que el descontento de las aldeanas fue creciendo y se organizaron para hacer una junta en la plaza del reino, exactamente junto a la horca que se usaba para asustar fifís. La moción de hacer una caminata exclusivamente femenina y un paro
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de labores al día siguiente, fue apoyada por todos los opositores de Perejil, quienes se sumaron al bullicio y echaron porras a las mujeres. Dicen las malas lenguas que la usaron para hacerle presión al gobernante y sacarle la tierra de abajo de los piés.

Los estudiosos del
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país supusieron que el rey iba a apoyar el movimiento y con eso iba a templar los ánimos, pero no contaban con la necedad del anciano rey, que además decidió demeritarlo, logrando más unión entre las participantes.
Uno de los planes de Su Majestad fue mandar a traer troles
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de un reino cercano, que eran famosas por destruir las cosas y hacerlo en topless, este vano intento terminó en una mujer quemada y pintas en todas las paredes de la ciudad. Otra estrategia del sagaz mandatario, fue tratar de distraer la atención del pueblo con la famosa
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rifa-no rifa del carruaje-no carruaje, del sátrapa anterior.

Llegó el día de la manifestación y los contingentes de aldeanas llenaban la plaza, los maridos y demás aldeanos las animaban desde las ventanas de las casas (si hubieran tenido Twitter lo hubieran hecho en línea),
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las troles se dedicaron a tratar de romper la marcha, y los juglares afines al régimen dijeron que las 14,000 aldeanas eran sólo 200, pero obesas. En resumen, un éxito de protesta.

Al día siguiente, las mujeres se postraron en sus lechos y se negaron a mover un dedo,
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obligando a los hombres a ir por agua, darle de comer a las gallinas, pagar las cuentas de la casa, bajar a los aldeanitos de los árboles, vender las vacas, el queso, la leche, etc. Cosa que con una resignación franciscana hicieron los varones, dándose cuenta que la chamba
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de sus consortes y amigas era mucha. Las damas de la nobleza fueron reunidas alrededor de Don Perejil para decir que las verdaderas mujeres siempre cumplian con su trabajo y no andaban quejándose de todo, excepto, de las otras damas que no le debían favores al rey.
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Estos menesteres de la polaca medieval, tenían a Pere (ya siento que lo quiero) muy descontento, ya que en sus sueños se veía como un prócer aclamado por su sabiduría y carisma.

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Se acabó el papel, así que les debo el siguiente para la próxima semana, me despido no sin antes pedirles a las aldeanas de Twitter que no sean muy estrictas con su servidor

Fin