Thread by @LegionCanalla

Hoy tocaremos un tema de actualidad. Un tema que, vaya paradoja, también refiere al pasado. Un tema que aún genera chispazos entre hinchas y abre la grieta de un debate que considero sano, ya que nos invita a bucear por la rica historia auriazul.
#HiloCanalla: ¿6 u 11 estrellas?

Y esto no trata sobre amateurismo no/profesionalismo sí y viceversa, ni tampoco sobre si en el escudo debieran estar estas o aquellas estrellas.
Más bien la real pregunta sería la siguiente: ¿historia completa o historia parcial?
¿Qué es lo que debemos contar en verdad?

Mi postura, la postura de esta cuenta es clara desde un principio y desde hace tiempo.
No obstante, también he sido “criado” con una parte de la historia, aquella que dice que lo que realmente vale es lo profesional, desde 1931 en adelante. O, en nuestro caso, desde 1939.

Esa visión sesgada de la historia es errónea. Motivos sobran. Aunque la gran mayoría aún continúa pensando de esa manera, sin atreverse a indagar, a preguntar, a interesarse sobre el tiempo pasado, aquel que fue la base de todo sin ir más lejos. Las raíces. ¿Debemos olvidarlas?

Claro que no. Todo lo que somos hoy, tuvo su inicio, su comienzo. ¿Cuándo? Allá por diciembre de 1889, hace muchísimo tiempo atrás. Y esa creación por parte de un grupo de obreros ferroviarios se mantiene vigente, con aciertos y errores, con páginas llenas de gloria y de caídas.

Recortar, parcializar la historia es un acto cobarde.
Como dije en varias oportunidades, es deshonrar la historia misma, es olvidarnos de aquellos pioneros que erigieron esta locomotora auriazul que sigue en viaje.
Es borrar las hazañas de tipos que jugaban por la camiseta.

Y sobre esto último me detengo. Hombres que jugaban por la camiseta, por la gloria. Tempranos futbolistas que no cobraban absolutamente nada por el manto que defendían. Tipos que formaron un sentido de pertenencia tan grande que nos resulta utópico en estos tiempos.

Tan solo basta con mencionar el ejemplo de 2 leyendas del Club, Zenón Díaz y Harry Hayes, quienes hicieron la promesa de nunca dejar Central, cuando tuvieron oportunidades de oro para brillar en Inglaterra y como profesional (Zenón), o vestir la casaca del mítico Alumni (Harry).

O recordemos lo que respondió Harry Hayes al ser consultado por Zenón sobre su posible partida: “Mirá, Zenón, mientras haya 3 palos en una cancha, siempre jugaré por Central”.
Y hoy tenemos que lidiar con los “profesionales” por cuestiones monetarias… por favor.

Cómo no reconocerles los logros -hazañosos a decir verdad- a tipos que nos metieron en el plano nacional allá por las primeras décadas del siglo XX, con lo difícil que era (y es) competir con la potencia que significaba el fútbol porteño (mal llamado argentino por esos años).

Cómo no contabilizar esas 5 Copas Nacionales que fueron ganadas contra viento y marea, en Finales que SIEMPRE se jugaban en Buenos Aires, con árbitros de allá, con lo que además suponía trasladarse desde Rosario hasta Capital hace más de un siglo atrás. El contexto...

Cómo no enorgullecernos de los muchachos que alzaron la Copa Competencia de 1913, nuestro primer título oficial AFA, en una Final tremenda que se ganó por 3-2 definida los últimos minutos con gol de Harry Hayes, que fue el preludio de un lustro plagado de éxitos.

Cómo no glorificar a los campeones de la Copa Dr. Carlos Ibarguren, de gran prestigio en su momento, en Finales con dientes apretados contra el Racing que sería heptacampeón, para ser proclamado Campeón Argentino de 1915.
¡Central, el mejor equipo del país hace 100 años!

Donde hasta incluso, y como reza la nota, ya existía un fallo arbitral que iba en contra nuestra, como se lee claramente: “(…) dando lugar a grandes silbatinas y protestas por algunos de sus fallos, principalmente 2 goals que hizo el Rosario Central y que no fueron dados (…)”.

Desde hace más de un siglo teníamos que competir contra desigualdades. Es que claro, cómo iba a ganar un ignoto equipo rosarino una competencia tan importante en tierras ajenas.
Y, sin embargo, estos tipos fueron y se volvieron con la gloria. ¿Hace falta acotar algo?

Cómo podemos olvidarnos de ese magnífico 1916 que traería consigo la Copa de Honor argentina y la Copa Competencia “Jockey Club”, en sendas Finales con Independiente, trabajosas y desgastantes, para sumar nuestro 3er y 4to título nacional AFA tan tempranamente.

Cómo podemos desmerecer a los campeones de la Copa Competencia de 1920, que reivindicaban el poderío que significaba Rosario Central hace exactamente un siglo, compitiendo contra los mejores equipos de Buenos Aires, siendo uno de los clubes con su prestigio ya ganado.

No debemos, perdón… no podemos ocultar más de 20 años de historia solo por unas supuestas cargadas del rival de turno.
La historia es una sola y merece ser contada y respetada como tal.
Central no nació en 1939 con el ingreso a AFA. No tendríamos siquiera 100 años de vida.

La Academia Rosarina, los Canallas, los récords varios, el Gigante de Arroyito, las proezas, todo se resume en esa famosa “era amateur” que solamente se la reconoce así porque los jugadores no cobraban un sueldo.
El fútbol, el deporte en sí, la esencia era la misma. Nunca cambió.

Y el Nuestro se hizo un lugar entre los clubes más importantes del país hace más de un siglo por las batallas ganadas, por el prestigio logrado, por la vasta trayectoria jugando a la pelota de manera oficial, desde un domingo 26 de julio de 1903 hasta nuestros días.

Así es: #RosarioCentral no solamente es uno de los clubes en actividad más antiguos del país, sino también de los clubes que llevan jugando al fútbol ininterrumpida y oficialmente desde principios del siglo pasado.
¿Y algunos todavía tienen el tupé de querer ocultar algo así?

Porque esto tampoco solo se trata de incluir o no cierta cantidad de títulos al escudo, sino también de reivindicarnos como club representante del Interior contra la hegemonía del fútbol porteño que históricamente siempre ha tenido ventajas que, lamentablemente, siguen de pie.

Otro tema es la oficialidad o no de estos títulos, para muchos otorgados “de la noche a la mañana”. Error. SIEMPRE fueron oficiales.
Los diarios y Memorias y Balances AFA de la época relataban las conquistas como bien podemos ver en las siguientes imágenes:

Además, es clave ponernos en contexto para entender mejor las cosas, factor que aplica para todo. Aquellas copas eran lo más importante en su momento. Las victorias se festejaban. Las derrotas se penaban. Mismo caso para los torneos regionales.
¿Diferencia con la actualidad? No.

Hoy en día, sin embargo, el Estatuto del Club es claro. En imagen pueden leer lo que actualmente dice.
Como tal, puede y DEBE cambiar. Es un deseo ferviente de muchos que las autoridades correspondientes hagan el esfuerzo. La memoria, la historia lo reclama.

Tengamos el orgullo de saber que tenemos historia, tanto antigua como moderna, pasada y contemporánea.
Son 130 años que no pueden desmerecerse por un mero capricho de algunos.
Somos el legado de una institución centenaria y, como tal, es deber nuestro honrarla.

Y, para finalizar este "descargo", expresar mi enorme gratitud al saber que cada vez somos más los que luchamos por esta causa, noble y justa, a través de distintas generaciones de hinchas: la historia es una y se cuenta completa.
La semilla está plantada. El debate también.

#QuedateEnCasa
#StayHome
#IoRestoACasa

¡Fin del hilo!