Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del marqués de Sade.
Nuestra historia empieza el 2 de junio de 1740 en París Francia. Ya otras ocasiones les he contado la historia de personajes disolutos como el aventurero Casanova:
Pero nuestro personaje de hoy es diferente, sus polémicas obras, si bien lo catapultaron a la fama, también lo hicieron sufrir mucho a causa de su libertino pensamiento.
Su padre era el conde Jean Batiste François de Sade, un escritor frustrado, además de militar y diplomático francés de mediano éxito.
Su madre fue Marie Éleonore de Maillé.
Fue el segundo de los hijos del matrimonio y pasó su infancia rodeado de lujos y esplendor en el palacio de los príncipes de Condé. Sus padres querían nombrarlo Louis Aldonse Donatien, pero durante su bautizo se equivocaron y pasó a llamarse Louis Donatien Alphonse.
Su madre, que era dama de compañía de la princesa Carolina, renunció a su puesto en la corte para acompañar a su esposo en sus misiones diplomáticas, más tarde se separó de él e ingresó en un convento y su hijo pasó a cargo de su abuela.
Sus hermanos murieron a temprana edad, así que nuestro protagonista, siendo único heredero de la casa Sade fue educado en el castillo Saumane, todos querían hacerse cargo de él, pero finalmente su padre dio instrucciones de enviarlo a su tío para que se encargara de su educación.
Su tío era sumamente culto, era un abad que mantenía conversaciones con las mentes más prodigiosas de la época, su tío fue una gran influencia, era un hombre religioso pero también un gran libertino que se volvió el modelo a seguir de nuestro protagonista.
A los 10 años y por influencias de su tío, entró en el prestigioso colegio jesuita “Louis le Grand”, rápidamente destacó en sus clases de historia y literatura, pero ahí aprendió a amar el arte, de hecho pasaba sus tardes deambulando por los pasillos del Museo de Louvre.
Tras participar en varias obras teatrales del colegio, su pasión por el mundo del teatro nació y soñó con dedicarse a ello, a pesar de sus obligaciones como noble, mismas que lo llevaron a una prestigiosa academia militar.
No tenía ni 14 años pero al igual que sus compañeros, todos nobles, tenía un grado honorífico, el suyo era subteniente. Pero no por ser noble tenía una educación sencilla o un trato especial, en ese colegio, se formaban los futuros líderes del país y se les exigía demasiado.
Se sabe que tuvo bastante éxito en la escuela, de hecho al año ya era teniente segundo en el Regimiento Real de Infantería de su majestad.
A los 15 años se unió al regimiento del futuro Luis XVIII y participó en la Guerra de los Siete Años.
Las crónicas de la época destacan su valentía y hazañas, tras tomar la ciudad de Mahon en Menorca, se trasladó a Prusia para ser portaestandarte del regimiento de carabineros, poco a poco tomó un papel más activo en la guerra y se hablaba mucho de él en las altas esferas.
Pero cada día se hablaba más de su pasión desmedida por las fiestas y por su gusto por los teatros y burdeles. Los rumores no opacaron su fama entre las mujeres, muchas lo consideraban un buen partido, era un hombre alto, agradable, rubio, galante y poseedor de una gran fortuna.
Los hombres le odiaban, decían que era un amanerado que fingía ser un seductor, eso le frustraba y cuando llevaba a alguna de sus amantes al lecho, descargaba en ellas todas sus frustraciones, poco a poco sus salvajes costumbres intimas también hicieron eco en la sociedad.
Así que tras terminar la guerra se refugió en su lujoso castillo familiar y derrochaba grandes sumas de dinero organizando fiestas e invitando a actrices a pasar la noche con él.
Por supuesto su padre estaba escandalizado y mantenía constantes conversaciones con su heredero.
Por eso le quería arreglar un matrimonio, pero la escandalosa vida de su hijo ya era muy mencionada en la corte, a su padre le costó mucho encontrarle esposa.
Sade notó esas dificultades y le dijo que se quería casar con una de sus amantes, pero su padre le dijo...
Que no, que pronto encontraría a una mujer noble y virtuosa para él. Y así lo hizo, la elegida fue Renée-Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, una amable y simpática joven de 21 años, apenas un año y unos meses menor que Sade.
Él odió la idea de casarse, quería seguir su vida libertina, su amante Laura tampoco lo tomó bien, pensó que jamás se volverían a ver, y más cuando se enteró que la joven novia era hermosa, educada, simpatica y querida por muchos en la corte francesa.
Pero nuestro protagonista volvió a las andadas, y aunque no dejó de visitar cada noche los burdeles de la zona, su esposa lo esperó fielmente hasta altas horas de la madrugada, por eso Sade trató de ser menos descarado, al menos por un tiempo y sólo por su amable y gentil esposa.
Por ordenes del rey el matrimonio se instaló en París donde el inspector de policía rápidamente le echó el ojo a nuestro protagonista, cada día se enteraba de las aventuras amorosas de Sade pero no había nada con lo que lo pudiera acusarlo hasta que apareció Rose Keller.
Ella era una viuda que a veces se vendía, pero argumentó que era una simple méndiga que fue llevada con engaños y sade la flageló y obligó a realizar todo tipo de acciones inmorales y blasfemas hasta que escapó por una ventana.
El escándalo fue tal, que el rey ordenó su arresto.
La opinión púbica lo veía como un pervertido que había obligado a una inocente a complacer sus perversiones
Tras 7 meses en prisión y gracias a la ayuda de su suegra, que negó las acusaciones, logró obtener su libertad
Se refugió en su castillo y le prohibieron salir de la zona
No había teatros en la zona, pero cuando murió su padre y él se quedó con toda la fortuna, decidió crear su propio teatro y asunto arreglado, en su castillo montó una compañía teatral e incluso se presentaban en lugares cercanos
Luego del nacimiento de su hijo, de nuevo tuvo un pintoresco desfile de amantes, y es que ademas de ser un acaudalado noble y dueño del teatro, era el director, actor, productor y escritor de todas las obras
Tras el nacimiento de su hija de nuevo lo arrestan debido a las grandes deudas que había acumulado y una vez más la familia de su esposa lo ayuda.
Tras el arresto no había escarmentado, incluso se instaló en un castillo con una de sus amantes y la presentó en sociedad, se hacía llamar "Marqués" aunque era conde y poco a poco los demás nobles se fueron alejando del libertino “Marqués de Sade”
Trató de cambiar, de portarse mejor cuando su suegra le negó todo tipo de apoyo, pero le era imposible, apenas veía a una mujer y su mente comenzaba a elaborar todo tipo de perversas fantasías.
Por eso se intaló en Holanda, ahí logró publicar sus primeras obras y logró mejorar su economía, cuando creyó que todo estaba bien, volvió a Francia, pero les digo que no se podía controlar y apenas llegó, lo primero que hizo fue volver a frecuentar todos los burdeles que pudo.
Sus conductas lo llevaron a ser acusado de nuevo, varias mujeres lo denuncian tras un encuentro con todas, las mujeres dijeron que además de flagelarlas, las había obligado a beber un misterioso brebaje. La sentencia que recibió fue brutal, lo condenaron a muerte
Si bien fue condenado, no había sido arrestado aún, recuerden que los nobles tenían un trato muy especial. Cuando su suegra y su cuñada se enteraron lo odiaron, de hecho su cuñada fue a reclamarle pero él la sedujo y los dos se escaparon juntos a Italia.
Su cuñada, que se había vuelto su amante, lo acompañó en su peregrinar, pero todo terminó cuando arrestaron a la pareja en Chambery.
Pensó que todo estaba terminado para él, pero su siempre leal esposa logró visitarlo disfrazada de hombre para que no estuviera solo.
Su suegra, que ya era su mayor enemiga, testificó en su contra, eso hizo que madre e hija se enfrentaran en la corte, pero como su madre era muy poderosa, Renée le pagó al cárcelero para que dejara la puerta de la celda abierta para que su esposo y compañeros se pudieran escapar.
Disfrazado de cura, viajó de nuevo por Italia y en ocasiones logró regresar a Francia a visitar a su esposa burlando la seguiridad del rey, en una de sus visitas se enteró que su esposa tenía un sequito de jovencitas y un chico para que la ayudaran con las labores del castillo.
Días después, las 5 jovencitas acusaron al marqués de haber flagelado a todas, incluso el joven que trabajaba en el castillo presentó una denuncia y el marqués es arrestado por sus perversiones mientras planeaba visitar a su moribunda madre en el convento donde vivía.
Fue recluído en la prisión de Vincennes donde se dedicó a darle rienda suelta a su perversión, pero a través de la pluma, ahí escribió muchas de sus obras más famosas pero luego acusó a su esposa de sus desgracias y de conspirar contra él. Le echó la culpa de su encarcelamiento
A pesar de todo, ella lo visitó fielmente durante los 7 años de su encierro, incluso cuando lo trasladaron a la Bastilla.
Ahí lo consideraron un hombre peligroso porque estuvo a punto de organizar varios motines, debido a ello lo trasladan a un manicomio.
Cuando supo la noticia, su esposa se recluyó en un convento y cuando Sade logró su libertad ella se negó a verlo, ya bastante había hecho por él y le pidió el divorcio.
Sade estaba destrozado, le rogó y le suplico pero fue inútil.
Sade ya no era un hombre joven atractivo ni rico, había engordado bastante y estaba casi en la ruina, nadie quería saber nada de él, y tuvo que recurrir a los pocos amigos que le quedaban para no morir de hambre.
Así que con sus últimos ahorros escribió unas obras y logró fundar otra compañía teatral, tuvo un mediano éxito, y por esta época escribió su polémica obra “Justina”, además tuvo un par de amantes más, una de ellas fue una mujer llamada Constance que se volvió su gran compañera.
Pero las obras del Marqués no tenían el éxito deseado, es muy sabido que Napoleón leyó Justine, que aunque fue publicada de manera clandestina, supo quién era el autor y dijo que era el libro más abominable que hubiera leído, producto de una mente enferma y lo arrojó al fuego.
La revolución francesa había estallado meses antes, las revueltas contra los nobles lo alcanzaron y de nuevo lo arrestaron, ahora debido a su condición de noble, una vez más lo condenaron a muerte pero su amante entregó todo el dinero que les quedaba para que lo dejaran libre.
Sus escandalosas novelas fueron tan críticadas que su editor se negó a publicarlo más, meses más tarde lo arrestaron una vez más pero ahora por haber escrito una novela tan perversa y enferma como Justine. Sin juicio lo encarcelaron en un manicomio donde pasaría sus peores días.
Sus hijos y su santa ex esposa lo ayudaron a que fuera trasladado a un sanatorio de mejor categoría, donde su amante lo visitaba haciéndose pasar por su hija, incluso su esposa volvió a visitarlo, a pesar de que se acostó con un par de enfermeras y otras personas del manicomio.
Con permiso del líder religioso que manejaba el manicomio, abrió una compañía teatral dentro de la institución, y sus obras tuvieron tal éxito que las autoridades obligaron al manicomio a disolver la compañía del marqués antes de que se descontrolara de nuevo.
Pero la vida se le iba, ya le costaba leer, caminar y respirar. Y la muerte le llegó recluído en el hospital Esquirol de Charenton a los 74 años, pidió un hermoso funeral y que sobre su tumba se plantara un frondoso árbol, pero lo sacaron de su celda y lo enterraron en el patio.
Todo lo que escribió ahí fue quemado y su craneo fue robado, se sabe que tras un peregrinar por varios continentes, la cabeza del marqués se perdió para siempre, aunque aún hay polémica en ese dato.
Toda su vida criticó la religión y promulgó la igualdad entre todos los individuos, soñaba ser un gran pensador pero el mundo se enfocó en sus escandalos, poco importaba lo que pensaba ese libertino y así acabó su vida.
Y su historia nos enseña que...
El marqués de Sade pasó cada día de su vida rodeado de atractivos hombres y bellas mujeres que buscaban complacerlo en todos los sentidos, así que seguramente es la única persona que existe que tras morir, nadie pudo decir que estaba descansando en un lugar mejor 🤭
Fin.
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Pongan atención que hoy les voy a contar la verdadera historia de Poseidón:
Ya en otros hilos les he hablado de Zeus y de la Titanomaquia, aquella guerra mitológica en donde los dioses olímpicos se enfrentaron a los titanes.
Pero para esta historia tenemos que ir antes de ese relato, casi después de la creación, cuando Cronos, asustado por una profecía, devoraba a sus hijos al momento de nacer.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de un “rockstar” del renacimiento: Rafael Sanzio
Nuestra historia empieza en Urbino, una pequeña ciudad al norte de Roma. Eran las 3:00 de la mañana del viernes santo de 1483 cuando en la casa de Giovani Santi, se escucharon los llantos de un niño.
Los felices padres nombraron al niño, “Rafael” y será nuestro protagonista.
El padre de Rafael también era un pintor, de hecho alcanzó cierto renombre, aunque al final su fama quedó muy opacada compara con la de su hijo, y no es para menos, Rafael estaba destinado a convertirse en el más joven de los 3 creadores del cinquecento.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del evangelio de María Magdalena:
Hace unas semanas les conté en YouTube acerca del evangelio de Judas, ahí les dije que existían otros evangelios no canónicos y en los comentarios varios de ustedes me pidieron que siguiera platicándoles sobre ese tema así que...
Para empezar les cuento que en la biblia, hay textos canónicos y no canónicos, es decir que hay textos que son considerados “oficiales” y hay libros no oficiales, que, aunque llevaban siglos divulgándose, alguien decidió que no estarían en la biblia.
Pongan atención que hoy les voy a contar la verdadera historia del Titanic:
Nuestra historia empieza a principios del siglo pasado, cuando dos compañías navieras, se peleaban la hegemonía de los mares, me refiero a la White Star Line y a la Cunard Line, (que todavía existe, de hecho ambas se fusionaron décadas después del accidente)
La Cunard Line, era la mejor naviera de sus tiempos, incluso recibió fondos del gobierno para construir los famosos trasatlánticos RMS Lusitania, el RMS Queen Mary, RMS Queen Elizabeth y el RMS Mauritania, entre otros.
Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Catalina la Grande:
Nuestra historia empieza en Szczecin, la actual Polonia, ahí nació nuestra protagonista el 2 de mayo de 1729, bajo el nombre de Sophie Friederike Auguste Von Anhalt-Zerbst, lo de Catalina vendría después, pero ya llegaremos a ello.
Siendo la primogénita del matrimonio formado entre el príncipe Cristian Augusto de Anhalt-Zerbst y de la princesa Juana Isabel de Holstein-Gottorp, Sofía, la futura Catalina, recibió una educación de primer nivel, institutrices y tutores traídos desde Francia.