Si un patrón paga 100 de sueldo a un empleado, debe dar otros 5 para INFONAVIT. Aquí no hay aportaciones del gobierno ni del empleado.
Hay 3 caminos para usar ese dinero.
El actual es el socialdemócrata: dáselo a los empleados para que tengan una casa, o súmalo a su pensión.
Hay 3 caminos para usar ese dinero.
El actual es el socialdemócrata: dáselo a los empleados para que tengan una casa, o súmalo a su pensión.
Otra vía es la liberal: nadie mejor que el empleado sabe para qué y cuándo le sirve ese dinero. Súbele 5% el sueldo a todos, desaparece al INFONAVIT y el que quiera que saque un crédito hipotecario, otro que lo ahorre hasta su pensión y el de más allá que se lo gaste.
La idea socialdemócrata tiene ventajas: ayuda a formar patrimonios inmobiliarios y a mejorar la pensión. Pero pone reglas a personas que podrían decir "yo prefiero usarlo de otro modo". Aparte el INFONAVIT no es un modelo de transparencia y eficiencia.
También la idea liberal es buena. ¿Qué prefiere un empleado, que le suban el sueldo YA o esperar a que en 2040 le toque más pensión, o hacer trámites engorrosos para comprar una casa que igual podría tramitar vía un banco o una hipotecaria?
Sobre estas 2 vías se puede debatir.
Sobre estas 2 vías se puede debatir.
Hay un tercer camino, llamado también "La Idea Idiota", o "The 4T way". Es un híbrido con desventajas por todos lados, y consiste en darle ese dinero a los empleados para autoconstrucción. No le da la flexibilidad del liberal ni la certidumbre del socialdemócrata.
"Te doy el dinero y haz tu propia casa". Eso trae muchos problemas que son obvios para cualquiera que preste atención, pero agrego uno más: el ambiental. Si cada quién hace su casa, se abandona la construcción vertical. Por lo tanto se necesita mucho más superficie de asfalto.
"Es que si cada quién hace su casa sale más barato que contratando a una constructora". Ese argumento me suena a que me sale más barato que me den la materia prima de un par de zapatos y yo los haga, vs. comprar unos en una zapatería. Es negar siglos de evidencia en varios temas.
Negar la economía de escala, la especialización del trabajo, el conocimiento técnico y de tramitología. Negar el uso de maquinaria para regresar al trapiche (perdón, a la pala). Y pues buena suerte a quien trabaja de lunes a sábado y tiene que pasar sus domingos de albañil.
En un país donde docenas de millones viven en zonas sísmicas. Otros tantos en zona de huracanes. Otros tantos en zonas de lluvias intensas. Donde la mitad del territorio amanece bajo cero varios días de invierno.
"Esdeque algunas casas le salen mal a las constructoras". Cierto.
"Esdeque algunas casas le salen mal a las constructoras". Cierto.
Ahora imaginen a la casa que va a hacer Don Gumersindo El Contador Público, ayudado por su compadre Melitón y Juanito, el chavo que vive a la vuelta.
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