Dos estudios científicos confirman que la Luna contiene, de forma inequívoca, agua helada en su superficie, en concreto moléculas de agua. También confirman que en más cantidad de la que se podía esperar y que unos 40.000 m2 de superficie lunar tienen la capacidad de atraparla. 
En el primer estudio se ha utilizado el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) para observar la luna y detectar una firma espectral de H2O no compatible con otros compuestos.
Pero ¿qué es SOFIA? Es el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja, un avión Boeing 747SP modificado para llevar un telescopio reflector de la NASA de 2,7 metros (con un diámetro efectivo de 2,5 metros). (📷NASA/Jim Ross)
Volar hacia la estratosfera a 38,000-45,000 pies coloca a SOFIA por encima del 99% de la atmósfera de bloqueo de infrarrojos de la Tierra, lo que permite a los astrónomos estudiar el sistema solar y más allá, de formas que no son posibles con telescopios terrestres.
Ese telescopio de la NASA ha logrado captar luz infrarroja en una longitud de onda que solo puede emitir el agua. Observaron que en las latitudes altas del hemisferio sur hay agua en abundancia:de 100-400 partes por millón, almacenada y protegida de las condiciones exteriores
SOFIA ha detectado moléculas de agua (H2O) en el cráter Clavius, uno de los cráteres más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna.
El segundo estudio trata de mostrar donde está precisamente esta agua y la existencia de lo que se conoce como “trampa fría”, lugares donde no llega la luz del Sol, un concepto propuesto en 1961. (📷NASA)
Este sugería que podían existir cráteres cerca de los dos polos lunares con oscuridad permanente que podían retener cualquier elemento volátil de la zona como, por ejemplo, agua.
Anteriormente se prestó especial atención a los polos lunares y a zonas con cráteres de gran tamaño protegidas de la luz solar. En este estudio el equipo evaluó el tamaño y la distribución de zonas menores.
Determinó que aproximadamente 40.000 km2 de la superficie lunar tiene la capacidad de atrapar agua, repartidos en sombras permanentes de varias formas y tamaños.
Desde hace años se piensa que hay agua en la Luna,pero el problema ha sido que las observaciones no habían sido concluyentes ya que la luz infrarroja reflejada no permitía saber si teníamos agua o grupos de hidroxilo (OH). (📷 2015 que indica posibles depósitos de hielo)
El agua de la Luna es exactamente como la de la Tierra y, según uno de los investigadores, se podría beber, aunque antes habría que filtrarla, pues puede contener mercurio y otros contaminantes.
¿Por qué es importante este descubrimiento? Porque conocer como se depositó y cómo se acumula el agua en la Luna nos permitirá conocer más sobre los orígenes del agua.
Ambos trabajos resaltan, además, la importancia de estos hallazgos para las futuras misiones tripuladas.
Ambos trabajos resaltan, además, la importancia de estos hallazgos para las futuras misiones tripuladas.
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