Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de Sor Juana Inés de la Cruz:

Nuestra historia empieza en San Miguel de Nepantla en el actual Estado de México, desgraciadamente no se sabe con exactitud su fecha de nacimiento, algunos sostienen que nació el 12 o 13 de noviembre de 1648 y otros que nació en 1651.

Eso pasó porque el acta de bautismo de Sor Juana data de 1651, pero las fuentes cercanas a su época dicen que nació en 1648, y entonces ahí empezó la polémica y hasta el día de hoy los historiadores no se ponen de acuerdo.

Probablemente su padre era español y Juana sería la 2da hija de 3 que tendría antes de separarse de su pareja, y digo pareja porque los padres de nuestra protagonista nunca se casaron, de hecho la mamá tuvo otros 3 hijos después y tampoco se casó.

Todo un escándalo en la época.

Es curioso porque aquello pareció nunca importarle a su madre, a pesar de que en aquella época tener hijos sin un enlace ante la Iglesia era motivo de pérdida de reputación y el escarnio público era casi inmediato, pero afortunadamente la sociedad avanzó y ya no hay doble moral.

Sigamos con nuestra protagonista que, de acuerdo a las crónicas, aprendió a leer de manera autodidacta a la edad de 3 años, en parte porque tras la muerte de su abuelo, su madre se hizo cargo de la hacienda familiar y dejaba a Juana Inés, sola por mucho tiempo al día.

En la hacienda de su abuelo aprendió sobre las antiguas culturas de México y decidió aprender náhuatl, el idioma de los antiguos mexicas (aztecas para que me entiendan), tambien su gusto por la lectura nació en la casa de su abuelo, en su gran biblioteca.

La gran biblioteca de su abuelo contenía muchos libros, Juana leyó todos y se obsesionó con el conocimiento y la teología, lamentaba haber nacido mujer debido a que tenía prohibido por ello asistir a la universidad.

Conforme Juana Inés fue creciendo, se volvió una niña bastante peculiar, quería adquirir todo el conocimiento posible y cuando no se aprendía algún pasaje de algún libro, tomaba un mechón de su hermoso pelo y cortaba un poco afirmando que de nada sirve una cara hermosa sin ideas.

A los 8 años es premiada por un verso que compuso a la eucaristía y al poco tiempo se fue a vivir con la hermana de su madre donde estaría ahí varios años hasta que se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la corte del virrey.

No se sabe a que edad llegó, pero debió tener menos de 15 años y su inteligencia sorprendía a todos sus maestros, en las fiestas de la corte convivía con profesores humanistas y expertos teólogos, así como filósofos y matemáticos de los cuales aprendía mucho.

La virreina Leonor de Carreto la tenía en alta estima, la tomó como dama de compañía y al saber de su gusto por la escritura, se convirtió en su mecenas.
Pero ni con las más altas influencias pudo ingresar a la universidad, así que le pidió a su madre que la disfrazara de hombre.

Fue descubierta y le recomendaron que se buscara un buen esposo y se olvidara de locuras, pero ella reacia a casarse, decidió ingresar a una orden religiosa, la de las carmelitas descalzas, aunque no pudo adaptarse a la dura vida que se tenía en la orden.

Algo que pocos saben es que se salió de la orden de las carmelitas descalzas, sólo estuvo 4 meses e ingresó a una orden mucho más relajada, la de San Jerónimo, ahí le permitían escribir, estudiar, tener mucamas y gente asistiéndola, además de darle dos habitaciones para ella.

Nunca abandonaría esa orden, incluso le permitían hacer reuniones y recibir visitas, la propia virreina la fue a visitar en muchas ocasiones, nunca se supo con exactitud la razón de su decisión de abandonar la vida en la corte, muchos dicen que fue por una decepción amorosa.

Pero lo cierto es que no hay nada comprobado, hay muchos datos que no sabemos de su vida, incluso no se sabe que hizo por largos periodos y siempre le andan inventando romances en ellos sin que se haya podido comprobar, de hecho la propia sor Juana consideraba absurdo el amor.

Ella amaba el conocimiento, escribir, leer y era feliz dedicando su vida a estudiar y a la religión pero cuando la virreina y su esposo fueron depuestos y luego, la virreina muere, ella se siente preocupada, además del dolor de la perdida, se había quedado sin mecenas.

Pero rápidamente se ganó el cariño del nuevo virrey y su esposa, de hecho ella se llevaría los escritos de Sor Juana para que los imprimieran, gracias a sus protectores pudo escribir y publicar varias obras, incluso tuvo debates teológicos con personalidades de la época.

Sus amigos la visitaban en el convento constantemente, el nuevo virrey y su esposa, Carlos de Sigüenza y Gongora, eran visitantes asiduos de su celda.

incluso le ayudaron a hacer llegar al obispo de Puebla una magistral respuesta a sus sermones donde afirmaba que la educación tenía que ser exclusiva de los hombres, a muchos les resultaba incómodo que estudiara aunque no asistiera a la universidad.

Ella decía que no había que estudiar para saber más, sino para ignorar menos, además veía cómo ironía y enojo, cómo la sociedad trataba a las mujeres.

Así pasó la vida de Sor Juana, pero les contaré sobre su obra en otro hilo, vamos a enfocarnos en su vida y en lo que se ha comprobado de ella porque leyendo su obra podemos complementar muchos dato pero tambien dar pie a los rumores de sus supuestos romances.

Muchos quieren ver en su obra las tendencias características del barroco, pero muchos otros, la ven como la creadora de una corriente única, una mujer cuyos ingeniosos versos le valieron que todos la voltearan a ver. Hoy en día con mucha admiración.

Sor Juana en muchos de sus escritos analiza los efectos de la belleza femenina y la naturaleza misma del amor, uno de sus versos más famosos dice: “Hombres necios, que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis”…

Siempre abogó por la educación de la mujer, aunque con el paso de los años sus amigos y protectores fueron muriendo y ella se enfocó de lleno en la vida religiosa. Algunos expertos aseguran que las autoridades le encomendaban muchas tareas para alejarla de su amada educación.

Se dice que la obligaron a deshacerse de su biblioteca pero años después de su muerte se encontró una carta donde ella misma pide venderlos para donar el dinero y que sirviera para alimentar a los pobres, así que la teoría de abandonar por gusto la escritura es probable.

¿Pero, entonces por qué vendió todas sus posesiones?

Pues hoy sabemos que cuando ella tenía aproximadamente 47 años, una epidemia asoló sin piedad la ciudad y ella vendió toda su biblioteca, casi 4 mil libros y finos instrumentos musicales, para ayudar a los pobres.

9 de cada 10 religiosas que enfermaban morían y Juana dedicó sus energías a ayudar a las enfermas, lo hizo con tanto esmero que ella misma se contagió y dejó el mundo un 17 de abril de 1695, teniendo probablemente 46 años, o 47, o 45 o quién sabe, porque no sabemos cuando nació.

Y así terminó su historia, la historia de una mente brillante que dedicó su vida a las letras, hizo todo lo necesario para cumplir su sueño, no puso ningún pretexto y con todo en contra lo logró, por eso su historia nos enseña que...

Cuando quieras algo, lucha por ello, deja de poner pretextos, poco a poco, día a día, acércate más a lo que quieres. En la historia, gente en peores condiciones ha cumplido sus sueños mientras que otros sólo ponen pretextos.

No seas uno de millones, no abandones tus sueños.

Fin