Thread by @GonzaloAltozano

1. “¿Y usted por qué detesta tanto a los comunistas?”, le preguntaron en una ocasión. Y él, con su habitual agudeza, respondió: “Porque por su culpa me afilié a la Falange”. Hablo de Agustín de Foxá.

HILO.

2. En verdad, Foxá se afilió por amistad con José Antonio, quien le ordenó, a él y otros poetas, la composición del himno de la Falange. En unas horas, al calor del bar Or-Kompon, quedó compuesta la letra, con música del maestro Tellería. Lo titularon 'Cara al Sol'.

3. Foxá cuenta el episodio en 'Madrid, de corte a checa', novela que escribió en Salamanca, en 1937, estando destinado en el aparato de propaganda de guerra del bando nacional, a las órdenes de Dionisio Ridruejo (otro de los letristas del Cara al Sol).

4. ¿'Madrid, de corte a checa' una pieza propagandística? Sí, pero de tanta calidad literaria que, ochenta años después de su publicación, está considerado uno de los mejores relatos sobre la Guerra Civil española.

5. La novela iba a ser la primera de una serie, siendo la segunda 'Salamanca, cuartel general', que Foxá nunca escribió. Y es que el principal defecto del tipo, según confesión propia, era la pereza.

6. Aparte de perezoso, Foxá se definía como poético, glotón, nostálgico, desaliñado en el vestir, partidario del amor, bastante simpático y taurófilo (en la foto, con Manolete). También, como viajero e imaginativo. Una anécdota neoyorkina ilustra a la perfección lo último.

6. “Que venga un chico y me llevé las maletas”, ordenó Foxá al poner en el pie en la Penn Station. “Lo sentimos, pero en este país somos todos demócratas”, le afeó alguien su aristocratismo. “Pues que venga un demócrata y me lleve las maletas”.

7. Foxá conoció mundo como miembro del cuerpo diplomático. Se retiraría sin que le nombrasen embajador. Era de esos hombres capaces de echar por la borda su carrera por una frase ingeniosa.

8. Cuando marchó destinado a la América española lo hizo llamándola Hispanoamérica y regresó refiriéndose a Latinoamérica. “¿Por qué?”, le preguntaban. “Para repartir responsabilidades”.

9. En Roma, durante una recepción, el conde Ciano, yerno de Mussolini, le aconsejó moderación con la bebida: “Le va a matar el alcohol”. “Y a usted Marcial Lalanda”, respondió Foxá, golpeando al italiano donde más dolía: la cornamenta.

10. No era el más indicado para llamar cornudo a nadie. Su fugaz esposa, la joven y guapa María Larrañaga, pronto se aburrió de él, pegándosela -entre otros- con un Domecq, apellido al que Foxá dedicó unos versos sangrientos: "Horda del sur, enriquecida y boba...".

11. Agustín de Foxá murió en 1959. No lo mató Marcial Lalanda ni ningún otro torero. Lo mató el alcohol. Tenía razón Ciano.

12. Aquí os dejo esto que escribí sobre Foxá para @RevCentinela.

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