De pronto Juan se despertó. Estaba en un hospital.
Palpó su cuerpo y sintió dos sondas.
Giró la cabeza y vio que estaban conectadas a un hombre inconsciente que yacía en la misma cama.
En la mesa de luz, una nota. Lo primero que leyó: “…no se preocupe. Solo serán 9 meses”.
“Después del agravamiento de la enfermedad renal del señor Schmitt, quien como usted sabrá es el mejor violinista del mundo, la Sociedad de Amantes de la Música indagó en los registros médicos y descubrió que solo usted posee el tipo de sangre necesario para ayudarlo”.
“Es así que decidimos conectarlo a usted, cuyos riñones funcionan perfectamente, con el Sr. Schmitt, de manera que puedan filtrar la sangre de ambos. Solo eso le permitirá a él seguir viviendo. Será un sacrificio para usted, es verdad, pero no se preocupe. Solo serán 9 meses”.
¿Creés que el Sr. Schmitt tiene DERECHO a que Juan permanezca conectado a él para preservarlo con vida? Respondan y pasen al próximo tuit.
Lo que leyeron es una versión adaptada de un experimento mental de la filósofa J. J. Thomson (1929-2020) en “Una defensa del aborto”. Celebrando la media sanción y a la espera de lo que falta, una edición especial de #ArgumentosEnUnaBaldosa, nueva coproducción con @ValeArvejita
Quienes se oponen al derecho al aborto colocan en el centro de su argumentación la tesis de que un feto es un ser humano y como tal tiene derecho a vivir. Thomson hace un movimiento audaz: en caso de concederles esa tesis ¿se desprendería de ello que el aborto no es permisible?
La distinción en la que se apoyará Thomson para responderles es una que suele presentarse en teoría moral como aquella entre lo OBLIGATORIO y lo SUPEREROGATORIO (es decir, lo que va “más allá de la línea del deber”).
Thomson no necesita NEGAR que podría ser un gesto de generosidad, encomiable, que Juan decidiera permanecer postrado sirviéndole de máquina de diálisis al violinista enfermo. Pero esto no es OBLIGATORIO, no es algo que podamos EXIGIRLE a Juan; es supererogatorio.
De hecho, nos dice Thomson poniéndose bíblica, estas conductas supererogatorias se asemejan a la del Buen Samaritano de la parábola, quien va más allá de la línea del deber biblegateway.com/passage/?searc…
Y con esto llegamos al primer punto importante. Piensen lo siguiente: además del caso de la gestación, ¿existe ALGUNA situación humana en la que se le exija a alguien actuar como el Buen Samaritano?
La respuesta es no. Thomson piensa, en consecuencia, que si los opositores al derecho al aborto “no quieren ser acusados de estar actuando de mala fe”, “deberían luchar por la adopción de leyes del Buen Samaritano en general”, no solo para las personas gestantes.
Si no se les ocurre cómo, la Biblia nos da ejemplos. Recordemos por caso las palabras de Zaqueo en el Evangelio según Lucas: "la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado".
La sospecha que abrigaba Thomson ¡en 1971! era que este tipo de implementación universal del buensamaritanismo no estaría precisamente en el centro de las preocupaciones de quienes se oponen al derecho al aborto. Hay, pues, un doble estándar.
El “argumento del violinista” es objeto de una discusión mucho más profunda que la que presentamos acá y -sospechamos- que la que presentó la diputada que nos habló de perritas y pomelos.
Pero por ahora resumamos: si no le pediríamos a Juan que sacrifique 9 meses de su vida por la supervivencia de un violinista famoso, y si por regla general no ponemos como vara moral la conducta del Buen Samaritano, ¿por qué hacerlo solo en el caso de las personas gestantes?
Esto fue uno de los varios argumentos de J. J. Thompson en “Una defensa del aborto”, que les ofrecemos hoy en una edición especial de #ArgumentosEnUnaBaldosa #QueSeaLey
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Decir que 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 es la meta de la ciencia 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘱é𝘴𝘪𝘮𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘢
¿No lo creen? Acompáñenme a ver cómo, si decimos que esa es la meta, tendremos que darle la razón a Phoebe en su posición anti-teoría de la evolución.
En la segunda temporada de Friends, Phoebe le dice a Ross que “no compra” el evolucionismo.
Podríamos decir que la “Posición de Phoebe” (PP) es: La teoría de la evolución tiene un carácter dudoso y debe ser rechazada.
Aunque nos parezca obvio que está equivocada, Phoebe 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 tiene un punto en su argumento y nos conduce a un problema que se conoce en filosofía como “inducción pesimista”
A veces se nos hace responsables de lo que creemos o no, como si creer fuera algo que hacemos a nuestro antojo. Pero, ¿lo es realmente? ¿Podemos “elegir creer” como quiere Mulder?
Créanme (o no) que vamos a resolverlo en esta nueva entrega de #ArgumentosEnUnaBaldosa
SPOILER ALERT: este hilo presupone que ya vieron Memento. Si todavía no lo hicieron, vayan a verla y dejen de perder tiempo leyendo sobre epistemología, que la vida es corta😜
*A partir de este momento, avanzan bajo su propio riesgo de spoilers*
¿Podemos generarnos voluntariamente una creencia? Bernard Williams, un reconocido filósofo del siglo XX, nos ofrece un argumento contra esa posibilidad.
Lisa: - Hice este experimento para demostrar que mi hermano es más tonto que un hámster. No hay dudas.
Hume: - Hold my beer…
¿Hume y Los Simpsons en un mismo hilo? ¿Es esto un sueño?
Pues no, mi ciela.
Esto es #ArgumentosEnUnaBaldosa
Como es sabido, se le ha reconocido a Los Simpson su capacidad para hacer predicciones exitosas. Pero vamos a ver que también pueden dialogar con la obra de un autor del siglo XVIII. Y para eso analizaremos lo que Hume tiene para decirnos sobre el experimento “Bart vs. hámster”.
En el episodio “La promesa” (temporada 4), Lisa intenta probar que Bart es más tonto que un hámster con un experimento en el que conecta electricidad a la comida del roedor. Esto le da una descarga que lo hace desistir. Bart, en cambio, intenta una y otra vez comer su panquecito
Dice en Mysterium cosmographicum: “A [la Tierra] la circunscribe un dodecaedro; la esfera que lo comprenda será la de Marte. La órbita de Marte está circunscrita por un tetraedro; la esfera que lo comprenda será la de Júpiter. La órbita de Júpiter está circunscrita por un cubo”.
El Mysterium, de 1596, sostenía que las distancias que separan a los planetas podían determinarse a partir de los sólidos regulares (es decir, los cuerpos compuestos por figuras geométricas regulares idénticas): el tetraedro, el cubo, el o octaedro, el dodecaedro y el icosaedro
Retomaba una idea presente en Pitágoras y en Platón: los planetas están separados por distancias definidas por fórmulas matemáticas simples. Estaban convencidos de que el universo tenía una estructura matemática, que existía algo así como un universo “armonioso”.
El 13 de marzo de 1847 Jakob Kolletschka, médico forense del Hospital General de Viena, muere después de haber recibido una herida de bisturí en un dedo por culpa de un estudiante con el que estaba haciendo una autopsia...
¿Saben quién trabajaba también en ese hospital? Nuestro viejo conocido Ignaz Semmelweis, el que había estado intentando resolver el enigma de la alta mortalidad por fiebre puerperal entre sus pacientes.
¿Y qué nota? Que Kolletschka había mostrado los mismos síntomas que previamente se habían visto en las parturientas afectadas de fiebre puerperal. Y entonces, Semmelweis conjetura...
En el episodio anterior de #Epistemología101 habíamos dejado a Hempel a punto de pelearse contra el inductivismo estrecho.
Mientras esperamos resultados electorales, descubramos cómo sigue esta historia.
Para eso, tenemos que viajar a Viena... otra vez.
Es la década de 1840 y un médico llamado Semmelweis está tratando de desentrañar un misterio: la tasa de mortalidad por fiebre puerperal oscila alrededor de un 10% de las parturientas de la División 1ª del Hospital General, pero esto no ocurre en la División 2ª.
¿Qué diría un “inductivista estrecho” frente a esta situación? Que quien investiga debería limitarse a “observar datos” hasta determinar las causas de esta mortalidad. Pero, ¿es esto suficiente?