1. En el Evangelio según san Mateo leemos que los Reyes Magos vinieron de Oriente siguiendo una estrella y, tras adorar al Niño, regresaron a casa por un camino distinto al de ida, huyendo de Herodes, advertidos por un ángel. ¿Solo eso?
Hilo va.
2. San Mateo no precisa el lugar exacto de procedencia de los Magos -¿Persia?, ¿Mesopotamia?, ¿Arabia?- ni el camino que siguieron a la ida y a la vuelta; la tradición señala una ruta muy transitada entonces: la del incienso.
3. Respecto a la estrella, los arqueólogos han hallado en la antigua Babilonia unas tablas de terracota con cálculos que apuntan a una conjunción de Júpiter y Saturno. Muchos siglos después, el astrónomo Johannes Kepler confirmaría tal conjunción.
4. Júpiter es el astro de la más alta divinidad de Babilonia y Saturno, el representante cósmico del pueblo judío. Los sabios orientales infirieron del fenómeno el nacimiento en Judea de un mesías salvador del mundo. Y una voz inflexible gritó: ¡en marcha!
5. ¿Qué fue de los Reyes Magos? La emperatriz Helena dijo haber hallado en Tierra Santa sus restos -junto a la Santa Cruz- y los trasladó a Constantinopla. Hoy juzgamos las reliquias como supersticiones de vieja, pero durante siglos fueron elementos políticos de primera magnitud.
6. A comienzos del siglo XII, Federico I Barbarroja sometió a la levantisca Milán y ordenó llevar las reliquias de los Magos a la leal Colonia, como premio. También buscaba legitimar el Sacro Imperio, incorporando la tradición religiosa al discurso político del momento.
7. El traslado de las reliquias -la translatio- dibujó una serie de etapas que arrancan en Italia, atraviesan Suiza y finalizan en Alemania. Juraría que desde el Medievo solo dos viajeros han completado el recorrido: Julia Urgel y yo. Lo hicimos en tren. Os lo recomendamos.
8. A diferencia de otras peregrinaciones, como la Ruta Jacobea o la Vía Francígena, el trayecto de Milán a Colonia no está señalizado, pero sí jalonado de pequeñas pistas; hay que estar atentos, como debieron de estarlo los Magos en su viaje.
9. En la basílica milanesa de San Eustorgio, en su ángulo más oscuro, está el sepulcro vacío en el que durante siglos reposaron Sus Majestades, desde que fueron llevados allí desde Constantinopla hasta su traslado a Colonia.
10. Sin salir de Milán, encontraremos una autoescuela, una pizzería y una escuela de natación llamadas Tres Reyes. Y a veinte millas al norte de la ciudad, asomado al lago Como, un hotelito de igual nombre con tres estrellas como tres coronas.
11. Cerca de allí, en Grandate, un pueblito entre montañas, hay una callecita y un letrero en el que pone San Pos, corrupción de Santa Pausa; fue el primer alto de aquellas reliquias peregrinas casi diez siglos atrás.
12. En la catedral de Bamberg, Alemania, admiraremos la estatua ecuestre del célebre caballero en el que la tradición ha querido ver a uno de los tres Reyes Magos.
13. Por toda Alemania, en los dinteles de muchas casas, hay escritas a tiza unas curiosas inscripciones: 20*C+M+B+21, donde 20 hace referencia al siglo, * a la estrella de Oriente, C a Caspar, M a Melchor, B a Baltasar y 21 al año que entra.
14. En la catedral de Colonia, última etapa del camino, nos esperan, desde hace siglos, los Reyes Magos, tan contentos con nuestra visita que nos concederán cuanto les pidamos, sin importarles lo bien o mal que nos hayamos portado o si es o no 6 de enero.
15. Una ciudad alemana a incorporar al recorrido es Hildesheim, patria chica de Reinaldo de Dassel, el canciller del Sacro Imperio que organizó el traslado de las reliquias desde Milán a Colonia.
16. De Hildesheim era también el monje Juan, carmelita del siglo XIV que refundió todas las leyendas alrededor de los Reyes Magos en un solo libro. Nuestra imagen de Melchor Gaspar y Baltasar es más deudora de Juan de Hildesheim que de San Mateo.
17. No fue Hildesheim, sino Grao Vasco, el autor de mi estampa favorita, la del cuarto Rey Mago, procedente del Nuevo Mundo, con sus plumas, sus pinturas, su azagaya, y un cofrecito de madera, quién sabe si con semillas de cacao, en adición del oro, el incienso y la mirra.
18. El año que viene prometo más historias de Sus Majestades. Mientras, comparto con vosotros estos reportajes.
1. Desde Covadonga, cuna de España, os felicito la Navidad a mi manera, o sea, contándoos una historia: la de Don Pelayo.
2. Los cronistas de la época, moros o cristianos, con todas sus divergencias, coinciden en que Don Pelayo existió. Es verdad que con un pie en la leyenda y el otro en la historia. Pero existió.
3. Otro dato indiscutible es que los primeros focos de resistencia al invasor se verificaron en aquel tiempo -comienzos del siglos VIII- y en aquel lugar -Covadonga- y sus alrededores. Siendo estos los hechos probados, vamos con las enseñanzas a extraer.
1. “¿Y usted por qué detesta tanto a los comunistas?”, le preguntaron en una ocasión. Y él, con su habitual agudeza, respondió: “Porque por su culpa me afilié a la Falange”. Hablo de Agustín de Foxá.
HILO.
2. En verdad, Foxá se afilió por amistad con José Antonio, quien le ordenó, a él y otros poetas, la composición del himno de la Falange. En unas horas, al calor del bar Or-Kompon, quedó compuesta la letra, con música del maestro Tellería. Lo titularon 'Cara al Sol'.
3. Foxá cuenta el episodio en 'Madrid, de corte a checa', novela que escribió en Salamanca, en 1937, estando destinado en el aparato de propaganda de guerra del bando nacional, a las órdenes de Dionisio Ridruejo (otro de los letristas del Cara al Sol).
Del 16 al 28 de octubre de 1962 el mundo se asomó al abismo de la destrucción.
Fue la crisis de los misiles.
HILO.
1. Martes 16. John Fitzgerald Kennedy es informado de la presencia de misiles nucleares soviéticos en Cuba, a solo noventa millas de suelo estadounidense.
2. Miércoles 17. Afloran en el Consejo de Seguridad Nacional las primeras fricciones entre partidarios del uso de la fuerza y partidarios de agotar todos los recursos diplomático.
1. Isla de Raiatea, Polinesia Francesa. En 1606 navegantes españoles creyeron encontrar la respuesta a uno de los enigmas de nuestra historia: la desaparición de la carabela San Lesmes ochenta años atrás, en 1526.
HILO.
2. La San Lesmes fue una de las siete naves que en 1525 zarpó de La Coruña con la misión de colonizar las islas Molucas. El 2 de junio de 1526, en aguas del Pacífico, una fuerte tormenta dispersó la flota, perdiéndose el rastro de la carabela.
3. En 1606 una expedición comandada por Pedro Fernández de Quirós salió en busca de la Terra Australis Ignota con la que soñaron Aristóteles y Ptolomeo, hallando en el Pacífico unas islas habitadas por extraños nativos.
1. “Rivero, ahora sí va a haber libertad de prensa en Cuba”. Esto le dijo Fidel Castro a José Ignacio Rivero, director de Diario de la Marina, el 1 de enero de 1959, tras la huida la noche anterior de Batista del país.
HILO.
2. Año y medio después de la promesa del guerrillero al periodista, no quedaba ni la página de pasatiempos de los medios inasequibles al nuevo orden de cosas; entre ellos, el órgano de expresión de la derecha conservadora cubana: Diario de la Marina.
3. En la estrategia escalonada del castrismo por hacerse con el control de la prensa, el primer paso era brindar la oportunidad a los críticos de subirse al carro vencedor de la Revolución.
1. Era hijo de padre alcohólico. Estudió en una universidad perdida del Medio Oeste. En Hollywood, solo protagonizó películas de serie B. Entró en política con 55 y alcanzó la Casa Blanca con cerca de 70, abandonándola ocho años después. Se llamaba Ronald Reagan.
HILO.
2. Lo más parecido a un hogar que tuvo Reagan de niño fue el camión de la mudanza. Hasta diez veces cambió la familia de domicilio, siempre tras el padre, un vendedor de zapatos con poca suerte.
3. La idea de fracasar nunca atormentó al joven Reagan, que nunca se esforzó por ser el primero de la clase. En la universidad, pasó más tiempo en los campos de deporte que en clase. Demasiada seguridad en sí mismo para fiar su futuro a los exámenes.