Resulta que Villarejo, después de liarla parda «urbi et orbi» hasta acabar en la trena, ha solicitado a la Oficina Española de Patentes y Marcas el registro de la marca comercial «Comisario Villarejo».
Villarejo ha estado más vivo que Luis Bárcenas o Iñaki Urdangarín… Buscando estos últimos nombres en el buscador de marcas de la OEPM no aparece ninguna registrada.
Este 2021 viene cargadito de juicios de casos de corrupción: desde el omnipresente comisario Villarejo a la caja "b" del PP, pasando por la investigación en Suiza de las cuentas del rey emérito y en España de sus tarjetas «black», el máster de Cifuentes, Púnica, Lezo, los ERE…
Una de las primeras cosas que estoy haciendo este año, y que compartiré con todos cuando la tenga «niquelada» 😉, es modelar informáticamente una de estas complejas tramas de corrupción para luego poder explorarla con herramientas digitales, sin renunciar a ningún detalle.
En realidad llevo con ello desde octubre. Tiene miga y me lo tomo como un reto. ¡Estoy ansioso por terminar y publicar en lo que ando maquinando 👨💻! Pero aún me quedan días como estos últimos que llevo, de devanarme los sesos y procesar cientos de fuentes de información 🤓.
Gracias a los valientes que me apoyáis en Patreon 💪 en los últimos meses he podido programar #software y trabajar con #datos para dar más #transparencia al sector público. Y para aflorar y dar visibilidad a chanchullos de los políticos.
Un resumen de lo que he hecho en 2020 👇.
1⃣ He extraído el nombre de todos los políticos desde el inicio de la democracia. Más de un millón de electos y candidatos al Congreso, Senado, Europa, municipios… Y he publicado con licencia libre el software que escribí para ello.
2⃣ Me he dado cuenta de que muchos chanchullos con contratos públicos ocurren a nivel de ayuntamiento, así que he extraído y publicado la lista con los 253.000 candidatos a las últimas elecciones municipales. Y he explicado por qué esto es tan importante.
España es prolija en tramas de corrupción. En otra cosa no sé, pero en eso somos medalla de oro. Estas tramas nos llegan a la ciudadanía a través de los medios de comunicación. De las noticias.
Llevo días devanándome los sesos con un problema que me apasiona. 👇
Y es: ¿cómo sistematizar el análisis y estructurar informáticamente historias complejas, como las tramas de corrupción, para poder explicarlas con profusión de detalles a través de visualizaciones interactivas en una herramienta digital?
Voy a intentar explicarme.
Las tramas de corrupción nos llegan por los medios. Supongo —no estoy seguro, pero tampoco es importante— que alguna de las partes personadas en los procedimientos judiciales filtra o vende los documentos a que tiene acceso por ser parte del asunto. Y los medios los publican.
El cierre perimetral por la pandemia —no se puede salir del municipio— me pilló en un pueblo cántabro de 30 habitantes. Ahora, 31.
Llevo semana y pico programando y zascandileando por el pueblo, y empezando a pensar que esto es uno de los futuros de la profesión tecnológica. 👇
Es posible gracias a las telecomunicaciones, por supuesto. He tenido cobertura móvil 4G incluso ayer que me adentré en un bosquecillo y subí a curiosear unas cabañas de pastores.
Si hay datos, hay vida. ✌️
Como tanta gente, he sufrido el «burnout» y he convivido durante años con el estrés laboral.
Pero ayer recordaba esta idea de frenar un poco. La vida profesional moderna es frenética y hay que elegir las prioridades inteligentemente.
Hace mes y pico dejé bastante avanzada una refactorización del código de contratosdecantabria.es, en la que quería apoyarme para hacer después la versión “todo el Estao”™️. Pero me puse con otro proyecto (que también quiero publicar pronto) y ya no recuerdo por dónde lo dejé.
Ahora que ha cerrado completamente la noche y he regresado ileso a mi HQ, mi plan para este viernes noche de pandemia global es… intentar encontrar dónde diablos me quedé 😂.
Para ello me valdré del arma más mortífera en el arsenal del programador disidente: EL PICO DE BALLMER.
Trátase de un estado de nirvana intelectual e hiperproductividad mental, muy difícil de alcanzar y altamente inestable, nombrado así en honor a su descubridor: el ex CEO de Microsoft, Steve Ballmer.
Este clásico paper científico ilustra los principios neurológicos. 👇