Hoy en el 49 a. C. Julio César dio el paso más importante de su vida cruzando el río Rubicón al volver de la Galia, declarando en la práctica una guerra civil.
Y lo hizo con una famosa frase que la tradición no ha transmitido todo lo bien que debería... #HiloRomano #IactaAleaEst
El río Rubicón, situado al norte de la actual Italia, a mediados del siglo I a. C. era la frontera natural que separaba la provincia romana de Italia de la Galia Cisalpina.
Ninguna legión romana podía cruzar esa frontera simbólica sin antes desarmarse.
El Senado romano, especialmente influido por Catón el joven, trató de eliminar el poder político y militar de César. Así se convertiría en un privatus, un ciudadano corriente al que podrían juzgar.
A pesar de los intentos de evitar el enfrentamiento armado, César no concebía estar por debajo del Senado, por lo que solo quedaba una opción, la guerra estaba a punto de comenzar.
César se excusó de una fiesta en el campamento al atardecer diciendo que se encontraba mal. Sin embargo, reunión a sus caballeros de máxima confianza para adelantarse con ellos y cruzar el Rubicón.
Ese momento decisivo supondría el casus belli de una nueva contienda entre romanos y muchas más horas de traducción a los pobres estudiantes de latín del futuro...
Según Suetonio, Julio César, al cruzar el río Rubicón, hoy en el 49 a. C., pronunció la célebre frase: iacta alea est (La suerte está echada)
Si si, así como la lees es como aparece en el texto de Suetonio, a pesar de que tradicionalmente se suele decir "alea iacta est".
Y nunca está de más recordar que si alguna vez lees la frase jacta alea est debes saber que la letra J se creó en el s. XIII. En latín clásico debes decir: iacta alea est.
Y sin embargo, lo más seguro es que César no pronunciara en latín la frase “iacta alea est”. Fue Suetonio quien la tradujo así en su Vida de los doce Césares.
Según Plutarco, César citó en griego al comediógrafo griego Menandro con la frase: ανερριφθω κυβος (Sea lanzado el dado)
También hay que pensar que ni Suetonio ni Plutarco estaban allí aquella noche (ni el uno ni el otro habían nacido siquiera), por lo que es posible que César no dijera nada memorable en aquel momento.
Sus propios escritos ni siquiera mencionan el cruce del río, de hecho.
Muchas veces, las fuentes escritas a posteriori beben de una tradición que tiende a ensalzar a los vencedores y a aplastar a los vencidos (a estas alturas creo que os habéis dado cuenta de eso y de mucho más).
Aun así, este es un episodio emocionante de la historia romana.
La frase del Rubicón en griego que transmitió Plutarco, tenía el sentido de inicio de partida (sea lanzado el dado).
Todo estaba por decidir. Ni la suerte estaba echada ni era el final de la partida como tradujo Suetonio.
La guerra entre César y Pompeyo acababa de comenzar.
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El honor de ser el primer romano inmortalizado en vida en una moneda, concretamente en una serie de denarios de plata, la tiene Julio César y lo consiguió en el año 44 a. C., poco antes de que fuera asesinado en las idus de marzo.
Pero, ¿por qué hasta entonces nadie lo hizo? 👇
Colocar la cara de César en una moneda era algo que estaba totalmente prohibido en la antigua Roma.
Hasta el 44 a. C. las monedas romanas solo habían representado personajes divinos o antepasados ya fallecidos de los magistrados que se encargaban de las acuñaciones de cada año.
En este sarcófago del s. IV conservado en los Museos Vaticanos en el que entragan los regalos al niño Jesús junto a sus camellos, se les representa con gorros frigios para denotar su origen oriental.
El primero de ellos señala la estrella que les ha guiado hasta Belén.
Este y otros sarcófagos similares del siglo IV son las representaciones más antiguas de la adoración de los magos.
Se les representa con ropas de estilo persa, incluyendo pantalones y los tres tienen la misma edad, algo que no cambiaría hasta la Edad Media.
¿Has cambiado ya el calendario en la pared de la cocina?
¿Sabías que los de los romanos estaban tallados en piedra o pintados?
¿Te das cuenta que seguimos usando el mismo calendario que en la antigua Roma?
Vamos a hacer un viaje por el calendario romano en este #HiloRomano
El calendario romano más arcaico del que se tiene constancia era atribuido por los romanos a Rómulo, fundador mítico de Roma. Contaba con 10 meses (de marzo a diciembre) y 304 días.
Los primeros meses estaban dedicados a divinidades, marzo a Marte, junio a Juno...
Pero a partir de julio (Quintilis), los nombres de los meses derivaban de su posición en el calendario. Agosto (el 6º mes) era Sextilis, septiembre (7º) September y desde ahí, October, November y December para completar los diez meses.
Vamos a empezar el año hablando sobre el inicio del año romano y eliminando algunos #BulosHistóricos al respecto.
Gaudete romani! Hodie incipit mensis Ianuarius.
¡Bienvenido enero! Hoy comienza el mes de Ianuarius, dedicado a Jano, dios de los finales y los comienzos.
Con una de sus dos caras mira al pasado y con la otra al futuro.
Esta lucerna conservada en el @metmuseum nos muestra símbolos de celebración del nuevo año.
Una Victoria sujeta un escudo en el que se lee ANNV NOVM FAVSTVM FELICEM MIHI “feliz año nuevo para mi”, debajo dos manos se felicitan junto a un caduceo y a la dcha aparece Jano Bifronte
¿Existió realmente la matanza de los inocentes? ¿Cuántos niños murieron? ¿Acaso hubo un acontecimiento real que inspiró una leyenda? Voy a intentar dar algunas claves sobre estas y otras preguntas en este #HiloRomano al respecto del #DiaDeLosInocentes
#Hoy es el día en el que la Iglesia católica conmemora la llamada matanza de los inocentes, ordenada, según el evangelio, por Herodes I el Grande para tratar de neutralizar la amenaza del nuevo rey de los judíos que acababa de nacer.
Herodes I el Grande, nombrado rey de Judea por Marco Antonio, fue un buen gobernante desde la óptica romana. Sabemos que murió en el año 4 a. C., por lo que, si tomamos en cuenta la fecha tradicional, ni siquiera estaba vivo cuando Jesús nació.