El último capítulo del libro está dedicado a algo que Alfred Brendel considera junto con el amor y la música, las más fenomenales bendiciones que pudo haber descubierto en este planeta: el humor. “They imbue life with sense. (And nonsense.)”
Para Brendel, el decir que alguien tiene sentido del humor, implica que hay quienes no lo tienen. Lo que parece gracioso a algunos, para otro puede ser ridículo. La gente sin sentido del humor rara vez se dan cuenta de ello, puede incluso tratar lo cómico con desprecio.
Para Dostoyevski, si queremos familiarizarnos con una persona y su alma, no es necesario examinar su silencio, su forma de hablar, de llorar o su entusiasmo por las ideas más nobles. Hay que fijarse cuando ríe. Si ríe bien, debe ser una buena persona.
Sin embargo, la risa no está invariablemente ligada a lo cómico. Brendel refiere una “epidemia de risa” en Tanzania en 1962 que empezó con un ataque de risa de tres alumnas de una escuela de misioneros y que poco a poco se fue contagiando a más de mil personas en pueblos vecinos.
¿Que es lo que hace que algo sea gracioso? Para el filósofo Noël Carroll es la idea de la incongruencia: cuando algo parece ser discordante con la idea que tenemos del mundo o de cómo debe ser, se genera un corto circuito que ilumina sorpresivamente la escena.
Hay otras percepciones sobre lo cómico: la risa vista como un instrumento para lidiar con lo horrible y catastrófico, o la visión de Baudelaire, quien ve la diversión por lo cómico como producto de un sentimiento de superioridad. Para Orwell lo gracioso es subversivo.
Por lo que hace a la música, para Brendel sólo cuando la música misma es cómica el intérprete debe convertirse en comediante. Como poeta, Brendel considera que tiene un pie en el sentido y el otro en el sinsentido: “There is, in nonsense, a dialectical connection with sense.”
Brendel reflexiona sobre si la música puede ser cómica por sí misma. Una simple nota puede tener un significado expresivo dependiendo de cómo se toca. Las piezas musicales tiene su propio carácter o caracteres, perceptibles incluso para los escuchas no experimentados.
No es lo mismo una marcha fúnebre que una polka de Strauss.
Brendel considera que para algunos, la gran música es cuasi religiosa. Jean Paul consideraba el humor lo sublime en reversa: “The lack of humour in the sublime is made up for by turning it upside down.”
Para Brendel hay grandes ejemplos de lo sublime en reversa en varios finales de Haydn, en las Variaciones Diabelli de Beethoven, en los “Péchés de vieillesse” de Rossini, en las “Aventures et Nouvelles aventures” de Ligeti y en las “10 Märsche um den Sieg zu verfelhen” de Kagel.
Y hablando de humor es como Alfred Brendel termina su libro, el humor que junto con el amor y la música dan a la vida sentido y sinsentido. Ha sido un enorme privilegio leer y analizar este libro. Siento como si cada domingo me hubiera tomado un café con un gran amigo y maestro.
Gracias a todos los que nos acompañaron en la lectura de "Music, Sense and Nonsense" por su interés y comentarios, y sobre todo gracias a Alfred Brendel, su libro ha sido un bellísimo regalo en tiempos oscuros.
En cada final hay un nuevo comienzo, así que la semana próxima empezamos con “Bruckner & Mahler”, de H. F. Redlich, J.M. Dent and Sons Ltd, Londres, 1963. Yo lo conseguí en Amazon. Nos dará mucho gusto que nos puedan acompañar en este nuevo grupo de lectura. ¡Buenas noches!
Alfred Brendel ganó en 2003 el London Critic’s Circle Award, el cual que se otorga a quienes han prestado por un largo tiempo un servicio distinguido a las artes. Este premio se ha entregado a Ninette de Valois, Alicia Markova, Judi Dench, Ian McKellen, Helen Mirren, entre otros.
En su discurso, Brendel confiesa que aún en ese punto en su vida y con el gran éxito alcanzado, sigue teniendo algo de la aprehensión que tenía en un principio cuanto trataba de consolidar su prestigio con la ayuda con la prensa, y a veces sin ella.
Dentro de la serie de conversaciones que Alfred Brendel incluye en su libro, se encuentra una muy peculiar entre lo que parece ser el “superyó”, el “yo” y el “ello” de Alfred Brendel, o AB1, AB2 y AB3 como él los bautiza.
Con su característico sentido del humor, Alfred Brendel discute consigo mismo sobre lo que pasa cuando un intérprete ejecuta una obra. Pregunta AB1 a AB" qué era lo que sucedía cuando interpretaba la Sonata Op. 111 de Beethoven. “Were you moved at all?”
En esta conversación de 2015 con Martin Meyer, autor de “Me of All People”, Alfred Brendel reflexiona sobre la música, la vida, el arte y varias otras cuestiones. Meyer pregunta a Brendel, ¿si pudiera cambiar algún aspecto de su vida como artista, cuál sería?
Brendel contesta que más que cambiar algunos aspectos, le gustaría inventar una serie de escenarios que hubieran cambiado su vida en un a dirección diferente: “Firstly: musical parents. No war, no memories of Nazis and fascists, no Hitler or Goebbels on the wireless…
En esta conversación de 1979, Alfred Brendel y Konrad Wolff, autor de “The Teaching of Artur Schnabel. A Guide to Interpretation”, discuten sobre ciertos puntos en los que Brendel no coincide con Schnabel.
Para Wolff, Brendel es el primer pianista desde Schnabel que ha gozado de plena autoridad en la interpretación de Mozart, Beethoven y Schubert. Además, en su opinión, su enfoque tiene mucho en común con el de Schnabel en los detalles de fraseo, tempo y dinámicas.
En 1976 Terry Snow entrevistó a Alfred Brendel sobre sus puntos de vista acerca de la obra de Bach para teclado, la cual hasta ese entonces Brendel había evitado ejecutar en sus conciertos.
Brendel cambió de opinión en esa época. Al haber sido alumno de Edwin Fischer, quien transmitía la música de Bach de una manera única y con poderosa autoridad, le tomó tiempo considerar que estaba listo para abordar a Bach en sus propios términos.
Ya casi llegamos al final de este maravilloso libro. En esta sección, Brendel comparte varias entrevistas. La primera de ellas fue en 1972 con Jeremy Siepmann, músico, locutor, articulista y autor de varios libros sobre música.
Si bien después de 377 hojas ya tenemos una buena idea sobre las opiniones de de Brendel sobre la música y el quehacer musical, en esta entrevista revela varios puntos de vista.