Les quiero contar la historia de un avión que "aterrizó" en el lugar de esta fotografía, en el barrio de La Merced. Nadie sabe cómo llegó ahí. Historia terrible con final feliz.
La historia empieza hace 10 años. Abril de 2011. Miles tenían los ojos puestos en el torneo de fútbol mexicano Clausura 2011 que terminarían ganando los Pumas de la UNAM.
En la calle Soledad Segundo Callejón de Manzanares, cuatro locales sacaban provecho de la afición: habían instalado pantallas planas, promociones de cerveza por cada gol y apuestas.
En realidad, las chelerías del callejón también sacaban provecho de la prostitución infantil.
Aquel callejón de no más de 10 metros de ancho era la sede de un infame espectáculo que, por años, ocurrió frente a las narices de todos, desde la mañana hasta el anochecer: le llamaban “La Pasarela” o “El Carrusel”.
El “espectáculo” arrancaba a las 11 de la mañana. Frente a las chelerías se abría la puerta de una vecindad vieja, maloliente, casi inhabitable.
De ahí salían adolescentes y adultas jóvenes quienes, de inmediato, se ponían a caminar formando un óvalo.
ban y venían de un extremo a otro marcado por dos cubetas separadas por 20 metros. Caminaban tristes o angustiadas. Ese era el famoso carrusel.
Mientras las mujeres desfilaban, un hombre se subía a una de las cubetas y gritaba con un megáfono “¡150 pesos, llévate la que te guste!"
Los asistentes a las chelerías tenían un ojo en el fútbol y otro en las menores de edad a las que les quedaban grandes los tacones prestados.
Cuando habían elegido. los hombres las tomaban de la mano y entraban con ellas a esa vecindad. Estaba prohibido llevarlas a un hotel: todo sucedía en ese predio que parecía estar a punto de derrumbarse: ahí les daban un condón y un poco de papel higiénico.
La existencia de ese lugar me sorprendió. Durante semanas fui un asiduo visitante que grababa todo con un bolígrafo que escondía una cámara.
Había que cuidarse de los motociclistas que en la entrada y salida del callejón sobornaban a la policía y golpeaban a los que filmaban.
Tras semanas de filmarlos en secreto, tenía suficiente para escribir un reportaje.
Lo hice en un diario de circulación nacional que publicó la historia el 24 de abril de 2011. A regañadientes, claro, porque pensaron a nadie le interesaría lo que pasaba en una zona popular.
La historia indignó a los lectores, quienes no sabían que “La Pasarela” había existido los últimos 40 años, de 11 de la mañana a 11 de la noche, a sólo 800 metros de la Cámara de Diputados.
El entonces procurador @ManceraMiguelMX, acorralado por la presión, debió deshacer los pactos de impunidad entre los padrotes de La Merced y los policías del Centro Histórico y de las agencias del ministerio público en las delegaciones Venustiano Carranza y Cuauhtémoc.
Dos semanas después, la entonces procuraduría capitalina reventó el lugar. Bloqueó el callejón y sorprendió los padrotes mientras dormían.
Rescataron a 62 esclavas sexuales. La más joven, de 13 años, vivía encadenada a un cuarto de la vecindad.
El Callejón de Manzanares cerró ese día. Los hermanos Manuel y Armando Rodríguez Mejía, de Tenancingo, Tlaxcala, fueron arrestados.
Su banda fue desarticulada y las bullicio de las risas calló para siempre. Las viejas chelerías están hoy cerradas y quebradas por la pandemia.
En algún momento un avión "aterrizó" ahí. Nadie en el barrio sabe exactamente cuándo ni cómo llegó hasta allá. Un día, simplemente, apareció.
Alguien grabó en el concreto del infame callejón un “avioncito”, ese juego infantil en el que hay que brincar diez casillas con un pie.
Hace 10 años, por ahí desfilaban niñas que eran obligadas a ser violadas.
Hoy, pasan niñas y niños riendo y jugando con lo que alguien les regaló en el concreto.
Una verdadera conquista del espacio público.
El avión que “aterrizó” en un apretado callejón de La Merced nos recuerda que, a veces, esta ciudad nos regala historias increíbles e improbables.
Y también que esta ciudad puede cambiar para bien.
El viernes pasado, cerca del mediodía, un hombre agitó la conversación en varios grupos de Whatsapp de militares, y uno que otro civil infiltrado, de la Ciudad de México.
En los chats donde usualmente se discuten las últimas noticias de la vida castrense apareció un tal Efraín.
Se presentó como familiar de un miembro del Ejército mexicano y envió un mensaje inusual: ofrecía vacunas #COVID19.
El mensaje duró apenas unos pocos minutos en los grupos de Whatsapp, suficientes para que el contacto del vendedor clandestino circulara profusamente.
Les quiero compartir las 10 cápsulas de #NaciónCriminal de las cuales me siento más orgulloso, que más me hicieron sufrir o enojar. Gracias por escucharme este año con @LuisCardenasMx en @MVSNoticias, ¡espero que el 2021 sigamos juntos y deseando un país en paz!
Abro HILO:
Esta es la historia del narco que se apoderó del pueblo del presidente @lopezobrador_: le llaman “El Pelón de Playas” y causó terror en Tabasco.
2. La historia del multihomicidio sin resolver de la colonia Lindavista al norte de la CDMX. Una historia que incluye a una "Viuda Negra", una familia asesinada y un baño como escena del crimen. mvsnoticias.com/podcasts/segun…
Va un HILO sobre lo que conocemos hasta ahora (08:20 de la mañana) del asesinato de Aristóteles Sandoval, exgobernador de Jalisco entre 2013 y 2018, quien falleció tras un ataque directo en Puerto Vallarta.
Cerca de las 10 de la noche del jueves, el exgobernador llegó al bar Distrito Cinco acompañado de un hombre. Más tarde, se unieron a la reunión una mujer y otro hombre. En total, cuarto comensales se encontraban con Aristóteles Sandoval.
A la 1:40 de la madrugada, Aristóteles Sandoval se levantó de la mesa para ir al baño.
El exgobernador, por ley, cuenta con 15 guardaespaldas pagados por la administración local. No queda claro dónde estaban o qué hacían mientras su protegido avanzó hacia los sanitarios.
La historia de "Perla" es la de muchas madres solteras en CDMX que pasaron del comercio en vía pública a la prostitución en internet bajo la mirada de la mafia a causa de la crisis del #COVID19.
La huella digital que dejamos al pisar internet marcó que, a las 9:12 de la noche del 3 de diciembre pasado, una mujer que se cambió el nombre para despistar a su familia subió un anuncio en internet ofreciendo relaciones sexuales a cambio de dinero para comprar una despensa.
La ofertante se hizo llamar “Perla” y la fotografía con la que se anunció en una página de venta y compra de artículos de segundo uso fue tomada con ayuda de un espejo en un viejo local, que después sabría la Policía Cibernética está ubicado en el Centro Histórico de CDMX.
Desde entonces, hemos brincado de tragedia en tragedia, arrancando hojas al calendario.
En 2007 nuestra desgracia se llamó Allende, Coahuila, donde Los Zetas inauguraron una nueva etapa de reclutamiento forzoso y desapariciones para engrosar sus filas.
En 2008, el epicentro de nuestro dolor se trasladó a Creel, Chihuahua, donde otra horrorosa posibilidad llegó a nuestros oídos: a tiros, un comando mató a 14 en un salón de fiestas, dos niños incluidos.
¿Qué significa que Estados Unidos haya retirado sorpresivamente los cargos contra el general Salvador Cienfuegos, extitular de la @SEDENAmx? ¿Qué sigue?
Empecemos con que el Ejército mexicano ha conseguido lo que parecía imposible hasta hace unas semanas: un boleto de avión de regreso a México para el general en retiro Salvador Cienfuegos.
Ese inesperado boleto, cortesía de Estados Unidos, que lo acusó de colaborar con los Beltrán-Leyva durante 14 meses, viene con una serie de privilegios que no ha gozado otro detenido del otro lado del Río Bravo por cargos relacionados con el narcotráfico.