Este juego se juega siendo líder. El líder es fuerte, es la cabeza, es el desafiante. El líder es seguido por naturaleza. Aunque por dentro este trenzado de miedo, o de coraje.
El líder no es víctima. El líder no es débil. El líder no es mártir.
El líder no es víctima. El líder no es débil. El líder no es mártir.
Del horrendo pantano que se han convertido las redes sociales Twitter se distingue por ser la red de los líderes. Gobiernos, presidentes, autoridades, están aquí.
Los líderes mientras, construyen, aportan ideas, tocan conciencias reales, y aunque sea un poco dejan al final del día el mundo tantito mejor que cuando despertaron.
El miedo, la ira y la frustración no se exhiben. No se amplifican. No se difunden.
El miedo, la ira y la frustración no se exhiben. No se amplifican. No se difunden.
El examen de la generación es inmenso. El reto enfrente es algo tal vez como nunca se había visto y exige lo mejor de todos.
La víctima, el débil y el mártir vayan a buscar una esquina donde quejarse, los otros mientras daremos lo mejor que tengamos.
La víctima, el débil y el mártir vayan a buscar una esquina donde quejarse, los otros mientras daremos lo mejor que tengamos.
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