Oye, @MaElenaMorera: hubo una época en que Washington mandaba fusiles de asalto al Cártel de Sinaloa y te mandaba a ti millones de dólares. ¿Se trataba de adjudicaciones directas o ponían a concursar a varios cárteles y a varias ONGs?
¿Y para recibir las millonadas que te regalaba tu chómpira #Genarco, pasabas por un proceso de licitación o era eso que tú llamas corrupción e ilegalidad?
Las tecnologías de generación eólica y fotovoltaica tienen un inconveniente grave: su alta intermitencia. Es decir, sólo alcanzan un buen grado de eficiencia en la generación de electricidad cuando hay viento y cuando hay sol.
Eso significa que para poder explotarlas a gran escala se necesita cubrir las horas en las que los generadores fotovoltaicos y eólicos no producen, o cuando su producción es insuficiente.
Eso sólo se puede hacer con sistemas de respaldo menos intermitentes, que inevitablemente funcionan con combustibles fósiles (combustóleo, gas natural, carbón, diesel) o con sistemas de almacenamiento de energía.
Tengo motivos racionales para dudar de la veracidad de esta historia pero todos ellos se desvanecen ante una consideración que, por mi experiencia, tiene la condición de axioma: los saharuis no mienten.
Son alegres, juguetones, pobres de solemnidad y tercos; en ocasiones pueden ser sombríos y retraídos, aunque casi siempre se conducen con una calidez que enchufa de inmediato en la fraternidad. Pero la glándula de la mentira no existe en sus organismos.
Eso lo saben bien los gobiernos de Madrid y Washington –responsables máximos del sufrimiento del pueblo saharaui– y los babeantes funcionarios de la ONU que se limitan a alzar los hombros y a mirar al cielo con resignación ante la canallada en curso contra un pueblo despojado.
No recuerdo si la historia me la contó Alí, que está en el paraíso de Mahoma, o Malainin, que vive, o ambos. Ocurrió cuando la guerra de resistencia contra las tropas del sangriento Hassán II se libraba en caliente, hace cosa de 40 años.
Las patrullas del Frente Polisario debían golpear al enemigo en sus líneas de aprovisionamiento y para cumplir la misión recorrían largas distancias a pie o en camello, en trayectos extenuantes de varios días en los que había que cargar con lo indispensable, que era todo:
armas y municiones, las jaimas para pernoctar y para guarecerse en las horas de mayor inclemencia solar, la sémola para preparar un cus-cus austero, las infaltables hojas machacadas de té, para dar un poco de dulzura a la aridez, y el agua necesaria para esos efectos.
De los diez proyectos más importantes de infraestructura que se encuentran en desarrollo en América Latina, cuatro están en México.
1. México es el único país del continente que está construyendo con sus propios recursos financieros, sin pedir un solo préstamo al extranjero.
2. El gobierno mexicano es el único que mantiene el eje rector en la construcción de dichas obras. En los demás proyectos son empresas privadas las que tienen el control de las construcciones.
1. La #4T buscó poner fin a los contratos leoninos que daban beneficios desmesurados a consorcios energéticos nacionales y transnacionales en detrimento de @CFEmx y del erario.
2. Auxiliados por despachos mafiosos y jueces venales, las corporaciones afectadas lograron detener la revisión de muchos de esos contratos. Tenían a su favor los términos a modo introducidos en el periodo neoliberal a la Ley de la Industria Eléctrica.
3. El presidente @lopezobrador_ envió al Legislativo la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica a fin de tener mejores condiciones para poner fin a los contratos leoninos y detener el saqueo.
Pegadito al Pacífico hay un pequeño cuerpo de agua dulce llamado Laguna Quitasombrero. No sólo es conocido de antaño por los fuertes vientos a los que debe el nombre sino también porque sus aguas están infestadas de cocodrilos...
... a los que en algunas regiones llamamos equívocamente lagartos, por más que éstos sean en realidad una suborden distinta a la familia Crocodylæ y tengan entre sus integrantes a lagartijas, iguanas y camaleones, que viven principalmente de cazar pequeños invertebrados.
Pero en ese lugar y en ese tiempo del que les hablo, cuando mi abuela era niña y el mundo también, se denominaba lagartos a los tremebundos aligatóridos, caimanes o yacarés que son capaces de comerse una ternera.