Parsons: «El sistema social». Capítulo 1: El marco de referencia de la acción y la teoría general de los sistemas de acción: cultura, personalidad y el puesto de los sistemas sociales. Resumen libre:
Son «ciencias de la acción» la Sociología, la Psicología y la Etnología. La Sociología estudia los sistemas sociales; la Psicología estudia la personalidad; la Etnología estudia la cultura.
Las tres son inconmensurables unas con otras pero comparten un mismo fundamento: la teoría general de la acción. Su diferencia reside, así, en el modo en que los conceptos generales de la teoría de la acción se transforman para cada una de ellas en particular.
A la Sociología le conciernen la personalidad y la cultura pero no inmediatamente, en sí mismas, sino sólo en cuanto inciden en la estructura y funcionamiento de los sistemas sociales.
Un sistema social consiste en una pluralidad de actores individuales que interatúan entre sí en situaciones dadas. Esas situaciones implican un aspecto físico o de medio ambiente [M1], las motivaciones de los actores en tanto que aparecen teleológicamente orientados a la
obtención de un óptimo de gratificación [M2], y determinados sistemas de símbolos culturalmente estructurados y compartidos por los diversos actores como medio de comunicación entre ellos [M3].
No hay un acuerdo en torno a la definición del concepto de cultura, pero se pueden destacar tres rasgos fundamentales suyos: (1) es transmitida y transmisible por medio de la tradición; (2) es aprendida y aprendible; (3) es compartida (social).
La cultura es de un lado un producto de los sistemas sociales y de otro lado un determinante suyo. «Cultura» y «sistema social» se distinguen en que la cultura puede ser disociada de un sistema social dado y traspasado a otro. Un sistema social no es transmisible, una cultura sí.
La norma de los sistemas sociales son las sociedades. Es «sociedad» todo sistema social autosubsistente al menos como para superar el tiempo de una vida humana individual normal con la socialización de una nueva generación.
La autosubistencia de una sociedad no implica su no-interdependencia respecto de otras. Es «sistema social parcial» todo sistema social que no satisface el requisito de su subsistencia, y en tanto que está inserto en una «sociedad» («sistema social total») dada.
La acción es un proceso llevado a cabo por un actor individual o por una colectividad en sus componentes individuales. Al actor que se toma como punto de referencia lo llamamos «ego», y puede ser sustituido en su situación en el sistema por cualquier otro («alter»).
La orientación de los procesos de acción es motivacional. En efecto, los actores están teleológicamente orientados al logro de gratificaciones y a la evitación de privaciones.
Esa orientación exige de un sistema de expectativas que permita prever las consecuencias que resultarán de las diferentes acciones alternativas posibles para elegir de entre ellas la que mejor satisfaga la motivación.
En el caso de la acción social, la expectativa incluye la anticipación de la reacción probable del alter a la acción posible del ego. Pero esta reacción es a su vez dependiente de los símbolos culturales comunes que sirven de medio de comunicación entre los actores implicados.
Un sistema de disposiciones de necesidad tiene dos momentos de análisis: su momento gratificacional corresponde al contenido que el actor obtiene (la gratificación); su momento orientacional corresponde a la forma de su obtención.
La orientación motivacional tiene tres momentos de análisis: su momento catético corresponde a su significado motivacional respecto del ego; su momento cognitivo corresponde a los aspectos relevantes de la situación para los intereses del ego;
su momento evaluativo corresponde la ordenación selectiva de las posibilidades de orientación llevada a cabo por el ego. Los tres momentos conforman un acto-unidad, están presentes en cada acción.
Esto en relación a la acción. En relación a la situación, sus contenidos son o bien sociales (ego y alter [M2]), o bien físicos (que ni interactúan ni responden al ego: medios y condiciones de acción [M1]),
o bien culturales (ideas, creencias, símbolos, valores, en lo que estos tienen de objetivos, de «externos» al ego [M3]).
En la evaluación, el actor puede o bien «esperar los acontecimientos» en expectativa, no intentar activamente «hacer algo» [acción negativa], o bien intentar activamente controlar la situación de acuerdo con sus deseos o intereses [acción positiva].
Es «valor» un elemento de un sistema simbólico compartido que sirve de criterio para la selección entre las alternativas de orientación que se presentan como posibles en la situación dada.
Los valores son culturales y compartidos. Lo idiosincrásico o personal que estos valores pueden presentar en un individuo concreto hay que entenderlo a título de desviación respecto de la tradición compartida.
El sistema de relaciones sociales o situación en el que el actor está inserto es constitutivo de su personalidad. Pero aunque estas relaciones estén estructuradas en función de «roles» uniformes, esos roles no se constituyen en la personalidad de cada individuo del mismo modo.
Y fin. @threadreaderapp unroll
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