Thread by @DeCromarty

Último día de la quincena temática sobre el #VerdeViridiana en el arte para el #TwitterCultural.

Hay diversas maneras de buscar la armonía a través del contraste de colores en el arte. Hemos visto algunos, y hoy veremos más a través de la obra del gran Henri #Matisse.

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¿Se puede conseguir armonía con un sólo color? Por supuesto, es lo más fácil. Vamos haciendo variaciones, aclarándolo, oscureciéndolo, mezclándolo y, para que no quede "soso", introducimos alguna pincelada mínima de otro color, como en esta "Vista de París" de #Matisse.

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¿Existe este esquema monocromático en la realidad? Claro, y funciona perfectamente. Aclarar, oscurecer, mezclar, incluso neutralizándolo hacia los grises, pero sin salirse del tono. El resultado es bueno, y mejora si le damos una pequeña pincelada en otro tono.

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Si nos salimos del esquema monocromático pero no queremos arriesgar mucho, vamos a un esque de análogos, colores vecinos en el círculo cromático. Como el verde es mezcla de azul y amarillo, tenderemos hacia ellos o hacia los dos, incluso sobrepasándolos.

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Un buen ejemplo es esta obra de #Matisse, ya en pleno #postimpresionismo y evolucionando rápido hacia el #fauvismo: "Terraza en St. Tropez" donde los verdes tienden al azul Mediterráneo pero donde el sol calienta todos los tonos gracias al amarillo.

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Estos días anteriores hemos hablado de los colores complementarios, pero este tipo de contraste es tan potente que es raro que se use en solitario y entre 2 complementarios perfectos: es una bomba! Comprobadlo en esta obra sin título (1906), un paisaje de André #Derain.

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Pero es un contraste muy armonioso si se sabe trabajar, lleno de vida y energía. Y se da en la naturalezas, como podéis ver en estas fotos y esquemas de colores.

Pero incluso así observamos que los colores se amplían, se contrastan pero con variaciones equilibradas.

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En una de las obras maestras más conocidas de #Matisse, conocida como "La habitación roja" (1909), rojo y verde luchan a muerte, matizados por alguna mancha amarilla en silla, fruta y alféizar, y un toque de azul en mantel, pared y cielo.

Se complica la cosa...

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Regresaremos a #Matisse luego.

Sabiendo que los complementarios funcionan pero es muy difícil ponerlos juntos, ¿hay otra manera? Pues sí, la vimos con #Bronzino: complementarios divididos. Oponemos al color los cercanos/análogos de su complementario y es perfecto!

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Porque si oponemos los complementarios perfectos luchan mucho entre ellos, a muerte casi. Vibran hasta casi neutralizarse, hasta ser casi desagradables.

Así que oponemos colores complementarios perfectos, pero cercanos. Rojos y verdes, pero bien elegidos!

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Volvamos a la habitación roja. Aquí sí oponemos los complementarios, así que necesitamos otros elementos para conseguir la armonía. Aparecen las combinaciones de tres y cuatro colores: triádicos y tetrádicos.

El fauvismo de #Matisse y #Derain lo entendieron muy bien.

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El #postimpresionismo y, especialmente, el #fauvismo fueron los grandes revolucionarios del contraste de los colores, de las armonías imposibles, del color puro y saturado.

Y el verde, muchas veces relegado a color de la naturaleza y paisajes, adquiere su importancia.

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Así es cómo #Matisse consigue cuadros de colores vivísimos, puros y, al tiempo, armónicos y de gran belleza: contrastando entre tres o cuatro colores: el verde se une a rojos, amarillos y azules para compensarse y equilibrarse entre ellos en una armonía de precisión matemática!