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Sentarse durante horas en asientos cómodos produce ATROFIA muscular en los músculos centrales de la espalda y el abdomen que estabilizan el tronco. En términos de actividad muscular, sentarse en una silla no es muy diferente de estar acostado en la cama.

Por el contrario, ponerse en cuclillas y sentarse en el suelo o incluso en un taburete requiere un mayor control postural de una variedad de músculos de la espalda y el abdomen, lo que ayuda a mantener su fuerza.

Otro tipo de atrofia causada por horas de estar sentado es el ACORTAMIENTO de los músculos. Cuando inmoviliza las articulaciones durante períodos prolongados, los músculos que ya no se estiran pueden acortarse.

Cuando se sienta en una silla estándar, las caderas y las rodillas se flexionan en ángulo recto, una posición que acorta los músculos flexores de la cadera que cruzan la parte delantera de la cadera.

Luego, cuando se pone de pie, los flexores de la cadera acortados están tensos e inclinan la pelvis hacia adelante, lo que lleva a una curva lumbar exagerada.

El músculo ISQUIOTIBIAL a lo largo de la parte posterior del muslo debe contraerse para contrarrestar esta curvatura, inclinando la pelvis hacia atrás, lo que lleva a una postura de espalda plana, que encorva los hombros hacia adelante.

Liberados de sobrecargar nuestras espaldas, sufrimos de espaldas débiles e inflexibles y, por lo tanto, susceptible a lesiones. Somos una clase especial de sedentariso: SEDENTARIOS / SENTADOS.

No solo se trata de alteraciones BIOMECÁNICAS (osteo-musculares) sino del impacto METABÓLICO diferencial que la posición sentado tiene respecto de otras más adaptadas a la fisiología de la especie como las sentadillas (squatting).

Un instinto natural es hacer REPOSO después de un dolor en la espalda y evitar actividades que estresen la zona. Sin embargo, descansar demasiado solo debilita más los músculos, haciéndolos más vulnerables a otra lesión.

Nuestros deseos de comodidad y placer físico han inspirado muchos inventos pero al mismo tiempo, algunas de estas innovaciones promueven la DISCAPACIDAD, especialmente entre aquellos de nosotros que somos incapaces de moderar nuestro impulso de “hacer las cosas fáciles”.

La solución a las enfermedades de la novedad y la comodidad NO es deshacernos de las comodidades modernas, sino detener el ciclo de DISEVOLUCIÓN en el que tratamos los SÍNTOMAS de los problemas que crean en lugar de abordar sus CAUSAS.