Es una de las inscripciones más famosas de la Antigüedad y su nombre se reconoce con facilidad. Fue decisiva para el desciframiento del los sistemas de escritura del Antiguo Egipto. Pero ¿qué dice? ¿de qué trata? Hoy hablamos un poco de la Piedra de Rosetta.
¿Quién no ha oído hablar de Champollion, el hombre que, con la ayuda de una larga tradición de estudiosos de idiomas antiguos por detrás, dio con la clave para descifrar la escritura de una lengua que hacía siglos había dejado de hablarse y de escribirse?
En esta historia la Piedra de Rosetta fue el elemento clave que ayudó a completar las lagunas de conocimiento sobre el egipcio antiguo que impedían que este fuera realmente comprendido una vez más. Pero esta no es la historia que nos compete aquí. Debemos ir más atrás.
Es el año 196 a.C. en el Egipto Ptolemaico. Van 9 años de reinado de Ptolomeo V Epifanes (r. 204-180 a.C.) y, aunque joven aún, alcanzó por entonces la edad para ocupar formalmente el trono. Su reinado venía siendo y sería complicado, con revueltas y pérdidas territoriales.
Rey greco-macedonio de un país antiguo, con sus propias tradiciones y estructuras sociales, Ptolomeo debía hacer frente y negociar con dos mundos: el griego y el egipcio. Si la corte real era la esfera máxima del poder en el primero, los líderes religiosos mandaban en el segundo.
La elite local estaba compuesta en buena parte por los sacerdotes de los múltiples templos de Egipto. Desde hacía siglos tenían que dialogar con los extranjeros que gobernaban la región (asirios, aqueménidas, macedonios), pero tan solo hacía unas décadas habían hallado una...
...forma muy particular de entablar negociaciones con los monarcas. Y allí, en el 9no año de reinado de Ptolomeo V, volvieron a mostrarla: se reunieron en Menfis en un sínodo. ¿Motivo? Honrar y agradecer al rey (aunque ya veremos que había algo más) por sus servicios.
Parece que estuvieron un buen tiempo (unos meses) redactando lo que sería el llamado Decreto de Menfis, una larga inscripción trilingüe de la que se realizarían, según dice el propio decreto, copias en todos los templos del país. Y una de ellas es nuestra famosa Piedra de Rosetta
En efecto: la Piedra de Rosetta, aunque indudablemente importante para la egiptología, puesta en perspectiva no es tan única. La elaboración de este tipo de inscripciones, conocidas como decretos trilingües o sinodales, fue bastante frecuente entre 243 y 182 a.C.
Por lo menos diez decretos fueron sancionados en ese periodo, y de uno de ellos poseemos hasta 25 copias. Todos fueron escritos en tres tipos de escritura: jeroglífico (preservado como registro culto del idioma egipcio por los sacerdotes, pero sin uso cotidiano)...
...demótico (el egipcio que se usaba normalmente) y griego (el idioma de la administración real). El contenido era el mismo en las tres, pero no deja de ser interesante como ciertos conceptos son traducidos para que dos tradiciones culturales llegasen a entenderse correctamente.
Pero volviendo al decreto de Menfis, este se conserva en dos copias: la Piedra Rosetta, muy bien preservada, y la Estela de Nubayrah, mutilada y fragmentaria. La pregunta que queda es, ¿qué decía el decreto? Veámoslo brevemente.
La inscripción abre con el prefacio protocolar correspondiente: la fecha y el lugar de redacción. La datación se realiza según los años de reinado de Ptolomeo V, quien es llamado “el Pequeño”, y de quien se resalta su buena relación con hombres y dioses por igual.
Su titulatura presenta combinaciones entre las tradiciones egipcias y griegas notables, como el hecho de que sea “semejante a Helios”, es decir, Ra, y “amado del dios Ptah”, quien es identificado con Hefesto.
Luego, los sacerdotes se presentan a sí mismos como cuerpo colectivo, que se ha reunido en celebración del ascenso al trono del joven rey, y a continuación nos presentan una larga lista de los favores que el rey les concedió a ellos y al país entero. Algunos eran acciones...
...que beneficiaron directamente al clero, como la abolición de ciertos impuestos o el aumento de los aportes reales a los santuarios y la restauración de templos. Otros actos muestran que el rey cumplía bien su rol de faraón egipcio, como el cuidado de los...
...animales considerados como sagrados por la población nativa, como Apis y Mnevis. Finalmente, se resaltan sus logros militares y la protección general que dispensó al país y su población, como la amnistía a los soldados que recientemente se habían revelado contra él.
Luego de tamañas empresas realizadas por el monarca, los sacerdotes no podían sino honrarlo fastuosamente. El decreto enumera entonces las resoluciones del clero. Primero, se erigirían estatuas en estilo egipcio de la imagen del rey en los templos, ...
...las cuales se colocarían junto a las estatuas del dios principal de cada santuario, indicando así la importancia de la figura del monarca. Las efigies sería objeto de adoración tres veces por día, como parte del culto real que esta misma inscripción prescribe.
En segundo lugar, y en línea con lo anterior, se elaboraría un altar móvil dedicado exclusivamente a Ptolomeo V, que debería ser acarreado en las fiestas religiosas a la par de los altares de los demás dioses. Para hacerlo particularmente visible, sería decorado...
...con diez coronas de oro y un ureo, es decir, una escultura con forma de cobra erguida. En el centro del altar se pondría la corona que el rey había utilizado durante su coronación, símbolo de que es el soberano “que hace ilustres al Alto y Bajo Egipto”.
Por otro lado, se establecería como día de fiesta el cumpleaños del rey, 30° del mes Mesore (7 de Octubre), y cada trigésimo día de cada mes. Finalmente, se prescribe la instauración de un último día de fiesta el 1° del mes Toth, que se celebraría en todo el país en honor al rey.
Está claro que en buena parte el decreto es una alabanza directa para el rey, y que en última instancia conlleva la multiplicación de sus honores. Ahora bien, nos podemos preguntar, ¿fue una iniciativa propia de los sacerdotes, o fue una imposición del rey y la corte?
Como en muchos problemas históricos, hay un fuerte debate al respecto. Hoy en día, sin embargo, se ha tendido a ver el decreto de Menfis (lo mismo que los demás decretos sinodales) como resultado del juego de fuerzas y de la negociación entre el rey y la elite nativa sacerdotal.
Es muy probable que haya habido concesiones y presiones de ambos lados, y que la forma en la que nos llegó la inscripción no sea si no la última versión de un largo diálogo nada fácil entre las dos partes. Pero esto no quita que el producto final revele voluntad de comunicación.
Así, el rey es incorporado al universo religioso y político egipcio, participando de sus tradiciones y recibiendo en consecuencia honores específicamente egipcios. Al mismo tiempo, esto le asegura que su imagen y su dominio sean más comprensibles para sus súbditos nativos.
Pero los sacerdotes también se comprometieron con el mundo griego al que pertenecía su rey: de hecho, el acto mismo de elaborar un decreto con estas características es propiamente griego. En todo el mundo helenístico hay cientos de ejemplos de ciudades dialogando...
...con los líderes de los imperios a los que pertenecen a través del lenguaje del decreto honorífico. El clero egipcio, al hacerse eco de esta práctica, se muestra atento al espacio fuera de Egipto y su cultura política.
En resumen, el decreto de Menfis contenido en la Piedra de Rosetta es un ejemplo fantástico de la interacción entre un rey griego y sus súbditos locales, con quienes debía necesariamente negociar para asegurar su dominio. Al mismo tiempo, nos muestra cómo las elites locales...
...también estaban interesados en encontrar un lugar en este dominio, un lugar en el que funcionaran como intermedios entre una masa nativa y una corte extranjera. Y esta era una posición ciertamente privilegiada.
Se puede consultar una traducción al inglés del decreto aquí:
-Clarysse, W. (1999). Ptolémées et temples. Le Décret de Memphis.
-Fischer-Bovet, C. (2016). Towards a Translocal Elite Culture in the Ptolemaic Empire.
-Moyer, I. S. (2011). Finding a middle ground: culture and politics in the Ptolemaic Thebaid.
Imágenes📷
Hans Hillewaert
Illustrated London News
ArchaiOptix
The MET
Walters Art Museum
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Hoy me voy un poco de los temas que tratamos usualmente aquí, pero es que quiero mostrarles esto que es maravilloso y descubrí ayer: las pinturas murales sogdianas de Afrāsyāb, al norte de Samarcanda, actual Uzbekistán.
Datan de mediados del siglo VII, época del dominio del Kaganato de los Turcos Occidentales. Fueron descubiertas casi por casualidad en 1965. Unos años más tarde un estudio llamaría a la sala de donde la mayor parte de las pinturas fueron recuperadas "El Salón de los embajadores".
La razón es que las figuras representarían a varios embajadores de estados asiáticos en estrecho contacto con Sogdiana por entonces, todos en procesión hacia una figura central que lamentablemente no se preservó (posiblemente un soberano o una divinidad).
¡Hoy continuamos con el segundo hilo sobre la invasión celta a Grecia y Asia menor!
Veremos qué ocurrió con los que se atrevieron a cruzar desde Europa a Asia, quienes serían conocidos eventualmente como gálatas. ¡Vamos!⬇️
¿Por qué importan los celtas de Asia Menor? Ellos, que se llamarían con el tiempo gálatas, hicieron algo que sus pares invasores de Grecia o Italia no lograron: se establecieron permanentemente en territorio conquistado y mantuvieron su identidad étnica y cultural.
Retomemos, pues su historia. Estamos en el año 278 a.C. La derrota de los celtas en Grecia continental marcó el inicio de un nuevo capítulo en la historia de estos pueblos. La gran parte fue empujada nuevamente hacia el norte, hacia Tracia, pero...
Hoy vamos a hablar de un caso, hasta donde sabe, único. Para ello, viajaremos hasta la antigua y lejana Kandahar, ciudad en lo que hoy es Afganistán, y nos encontraremos con un testimonio maravilloso sobre cómo la cultura griega penetró con fuerza hasta las fronteras de la India.
Aracosia, en algún momento del siglo II a.C. La región ya ha venido cambiando de manos durante siglos. Diversos imperios la dominaron: persas, seléucidas, mauryas, y ahora greco-bactrianos. Variadas culturas se encuentran allí, y el resultado es asombroso.
Un ejemplo de ello es cierta inscripción, que llamamos la estela de Sophytos. En realidad, es un epigrama, un poema fúnebre que debió de haber sido colocado en el último lugar de reposo de este tal Sophytos, para que los pasantes se detuvieran y supieran quién descansaba allí.
¡Seguimos con Elam! Aquí hablaremos sobre el periodo Protoelamita (ca. 3400-2600 a.e.c). y buena parte del Paleoelamita (ca. 2600-1500), llegando hasta la caída del Imperio Acadio. ¡Vamos!⬇️
Para hablar del Elam del proto-elamita y de buena parte del paleo-elamita, dependemos sobre todo de fuentes mesopotámicas, y no tanto autóctonas, por lo que nuestra mirada está posiblemente deformada un poco a causa de estos intermediarios.
El proto-elamita es, a decir verdad, un periodo no muy conocido. Lo que sabemos es que desde tan temprano como el cuarto milenio a.e.c., Elam estuvo en contacto con sus vecinos mesopotámicos. De hecho, el fenómeno cultural llamado “la expansión de Uruk” (ca. 3500),
En la pierna de una de las colosales estatuas pertencientes al templo funerario de Ramsés II en Abu Simbel, una inscripción griega reza:
"Tras llegar el rey Psamético a Elefantina, estas cosas escribieron aquellos que navegaron con Psamético, hijo de Teocles, y llegaron...
...más allá de Kerkis, hasta donde el río (Nilo) se puede remontar. Potasimto conducía a los extranjeros; Amasis, en cambio, a los egipcios. Han escrito Archon, hijo de Amoibichos, y Peleqos, el hijo de Eudamo."
Se trata de un graffiti escrito por mercenarios greco-carios...
...durante el reinado del faraón Psamético II (595-589 a. C.). Es un testimonio más de un fenómeno conocido: la contratación de soldados griegos por reyes de la dinastía XXVI fue muy común, y estos hombres solían provenir de la zona de Jonia y Asia Menor.