Thread by @AlvaroBotias

Hoy me apetece hilar, siquiera brevemente, al respecto de las cifras relativas a la criminalidad conocida a lo largo del año 2020. Los datos se publican, con periodicidad trimestral, por el @interiorgob en sus "Balances de criminalidad", de acceso libre. Allá vamos 🧵👇

Antes de nada conviene apuntar que la estadística en cuestión dimana de la información aportada por las FFCCS del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), los Cuerpos de Seguridad dependientes de las CCAA y también aquellas Policías Locales que facilitan datos a los primeros.

Asimismo, además de las cifras globales a nivel nacional, se publican otras de alcance automómico, por provincias, capitales de provincias y localidades que cuenten con una población superior a 30.000 habitantes; así como relativas a los territorios insulares, uno a uno.

El informe publicado al respecto del cuarto trimestre de 2020 también cuenta con los datos anuales y un resumen introductorio sobre las variables de mayor interés involucradas en las diferentes oscilaciones, por tipologías delictivas. Hay un desglose detallado y bien trabajado.

Según los datos registrados por los Cuerpos policiales mencionados, a lo largo de 2020 y en comparación con aquellos relativos a 2019 se ha producido un descenso porcentual en la criminalidad conocida del 19'4%. Las infracciones penales en 2020 han sumado un total de 1.773.366.

En 2019, por su parte, se contabilizaron 2.199.475 hechos de relevancia jurídico-penal.

Los propios autores del informe apuntan que la significativa bajada en la delincuencia (denunciada) está marcada, indudablemente, por la pandemia ocasionado por el COVID-19.

Las medidas restrictivas de derechos, concretamente aquellas que han mermado nuestra libertad de movimientos, han supuesto un freno eficaz para el crimen. Menos contactos implican un menor número de oportunidades para delinquir, unido al hecho de que las calles han estado vacías.

Esto último permite, indudablemente, un mejor control informal y formal. Las FFCCS, por ejemplo, en sus labores de patrullaje proactivo, son capaces de detectar y evitar la comisión de delitos con una probabilidad mucho mayor, debido al menor número de personas en vía pública.

Continúa el informe diciendo que se ha producido un descenso en la mayoría de los tipos penales: homicidio y asesinato, delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, secuestros, aquellos que atentan contra la libertad sexual (- 13'6% con respecto a 2019), etc.

Solamente se han registrado incrementos en las tentativas de homicidio doloso y en los tipos penales que atentan contra el bien jurídico salud pública. Es decir, los de tráfico de drogas mayoritariamente. En términos porcentuales este último creció en un 2'2% en relación a 2019.

Estamos ante un escenario criminológico inédito, causado por un virus que ha alterado nuestras rutinas de manera ostensible. De hecho, ya hemos empezado a ver estudios sobre las variables implicadas, la influencia de determinados factores de riesgo y de protección en el delito.

Por último puntualizar, una vez más, que las cifras oficiales de criminalidad no representan la realidad: en ciertos tipos penales, unos más que otros, existe una infra-denuncia a tener en consideración. Sobre todo en aquellos que tienen lugar al amparo de relaciones personales.

Esos en los que sujeto activo y pasivo mantienen un vínculo afectivo que, en el ámbito de los delitos contra las personas, facilita al agresor la consecución de sus propósitos criminales y la ulterior búsqueda de impunidad. Toca investigar causas.
Gracias por leer hasta aquí. FIN