Thread by @Daniel_mrtea

G. Bueno: ¿Qué es la Bioética? Sección cuarta. Cuestión quinta: La eutanasia desde una perspectiva bioética. Resumen:

«Eutanasia» es coextensional etimológico de «buena muerte». Pero tanto «buena» como «muerte» tienen diversas acepciones. El analogado más común del nombre «eutanasia» -eutanasia clínica- corresponde por tanto a una especie del género eutanasia según su sentido más abstracto.

Hay que considerar los siguientes analogados de «bueno»:
A. «Bueno» en sentido subjetivo-psicológico, i.e. agradable, placentero, eufórico o al menos no doloroso.
B. «Bueno» en sentido normativo, i.e. lo que se ajusta a la norma ética, moral o política dada.

Ambos sentidos son mutuamente inconmensurables, ni inherentemente compatibles ni incompatibles, sino en algunos casos compatibles y en otros incompatibles. En efecto, un asesinato buena muerte según el sentido psicológico no siempre conduce a una buena muerte según

un sentido ético, moral o político; y una buena muerte según un sentido ético, moral o político -por ejemplo la muerte fusilado, dignamente y con todos los honores de un oficial prusiano- no siempre implica una buena muerte según el sentido psicológico.

Hay que considerar las siguientes especies de «muerte»:
A. «Muerte» como muerte sobrevenida, i.e. la que figura como no buscada intencionalmente. Y esta a su vez según dos subespecies:

a. Como muerte natural, i.e. por una enfermedad. E.g. en una cama de hospital.
b. Como muerte violenta, i.e. artificial. E.g. en un accidente de automóvil.
B. «Muerte» como muerte operada, i.e. la que figura como buscada intencionalmente.

El término «eutanasia» («buena muerte»), como eutanasia sobrevenida, se predicó originariamente a situaciones de muerte natural por medio de condiciones éticas, estéticas o incluso religiosas dadas. E.g., la muerte de Augusto en Suetonio.

El término «eutanasia» como eutanasia operada fue acuñado por F. Bacon como una acción destinada a liberar de sus sufrimientos a un sujeto moribundo dado. La mayor parte de los defensores de la eutanasia clínica lo hacen en función de ese objetivo

antes que en función del objetivo per se de darle muerte, que le vendría per accidens. Ahora bien, hay que rechazar la distinción entre el alivio del dolor y el proceso de muerte como dos esferas separadas: los opiáceos, al tiempo que alivian el sufrimiento aceleran la muerte.

Hay que distinguir en su momento formal las siguientes especies de eutanasia operada:
I. Como eutanasia primaria, i.e. la destinada a dar muerte a un individuo moribundo para aliviarle de su sufrimiento.

II. Como eutanasia secundaria, i.e. la destinada a dar muerte a un individuo no-moribundo, que podría seguir viviendo un tiempo indefinido, para aliviarle de una vida indigna.

Y las siguientes en su momento material:
1. Referida a individuos personales, de vida racional.
2. Referida a individuos no-personales o despersonalizados, de vida vegetativa, e.g. uno en estado de coma profundo irreversible.

En los casos de eutanasia primaria no resulta prudente emitir un dictamen prescriptivo global a favor o en contra de ella.

En los casos de eutanasia secundaria debe tenerse en cuenta que los deseos de morir de una persona están vinculados al círculo de los que le rodean, y que pueden llegar a sugerir, mantener o incluso amplificar el juicio de su vida como indigna y susceptible de recibir eutanasia.

La eutanasia procesal -contradistinta de la eutanasia clínica- es una subespecie de la eutanasia secundaria; ella está justificada en virtud de su personalidad-cero a través de criterios éticos, morales y políticos.

Fin. @threadreaderapp unroll