Thread by @Daniel_mrtea

Lévi-Strauss: Las estructuras elementales del parentesco. Prefacios a la primera y segunda ediciones e introducción (1 de 2). Resumen:

-Prefacio a la primera edición-

Digo «estructura elemental del parentesco» a todo sistema que determina inmediatamente (automáticamente) el círculo de cónyuges posibles en el matrimonio;

y digo «estructura compleja del parentesco» a todo sistema que determina el círculo de cónyuges posibles en el matrimonio mediatamente a otros mecanismos (criterios económicos, psicológicos, etc.).

El concepto «estructura elemental» interpreta lo que los sociólogos denominan «matrimonio preferencial». No existe ninguna estructura del parentesco que sea puramente elemental, i.e. que llegue a determinar un único individuo como cónyuge prescrito;

tampoco existe ninguna estructura del parentesco que sea puramente compleja, i.e. que permita una elección absolutamente libre del cónyuge (e.g. entre hermanos o padres).

El límite elemental de las estructuras reside en las posibilidades biológicas; el límite complejo de las estructuras reside en la prohibición del incesto. Así, existen formas híbridas y equívocas de estructura del parentesco a medio camino de las elementales y las complejas.

-Capítulo 1: Naturaleza y cultura (1949)-

El hombre es simultáneamente un ser biológico y social. La cultura no está ni yuxtapuesta ni superpuesta a la vida biológica. En un sentido la sustituye y en otro la utiliza y transforma realizando una síntesis a distinta escala.

Algunas de las respuestas a estímulos externos o internos corresponden a su naturaleza y otras a su situación social. Sin embargo, en la mayoría de casos no se distinguen bien las causas y la respuesta integra tanto fuentes biológicas como sociales.

El método más simple para determinar si una respuesta es natural o cultural consiste en aislar a un recién nacido y observar sus reacciones a diferentes estímulos [Piaget]. Ahora bien, de este modo sólo puede estudiarse algunos tipos de reacciones muy elementales,

y las pruebas negativas son equívocas. En efecto, siempre quedaría abierta la posibilidad de si los mecanismos fisiológicos que debieran articular una respuesta natural todavía no se han desarrollado.

Otro método consiste en estudiar los diversos casos de «niños salvajes» perdidos en la campiña desde sus primeros años y que hayan podido subsistir y desarrollarse sin influencia social.

Ahora bien, la mayoría de estos niños estudiados se ha comprobado que padecían anormalidades congénitas que era ya la causa inicial de su abandono y no tanto su resultado.

Otro método consiste en estudiar el comportamiento de diferentes especies animales para compararlo con el humano. Ahora bien, en las estructuras colectivas de insectos no se encuentra aún un esbozo de rasgos culturales.

En el caso de los mamíferos superiores, v. gr. los monos antropoides, es posible conseguir que aprendan a articular monosílabos o disílabos, pero no que los asocien a un concepto.

Un chimpancé puede usar e improvisar herramientas, pero la pobreza de estos fenómenos es más elocuente que su presencia. La vida social de los monos no se rige por norma alguna, ni en el comportamiento del individuo aislado ni en el comportamiento colectivo.

De ello se sigue que el criterio más seguro para establecer la distinción entre procesos naturales y culturales es la ausencia o no de normas. Con todo, ningún análisis puede captar el punto en el que se produce el paso de la naturaleza a la cultura ni el modo de su articulación.

Puede reconocerse asimismo en una regla universal el criterio de la naturaleza. En efecto, lo constante en todos los hombres escapa necesariamente al dominio de las costumbres institucionales.

E.g., la prohibición del incesto constituye una regla; y es variable tanto lo que cada sociedad define como pariente próximo como el contenido de la sanción por incumplimiento; pero es universal la existencia de una regla de prohibición del incesto.

-Prefacio a la segunda edición (1966)-

Durante los últimos veinte años se ha descubierto en peces, pájaros y mamíferos procedimientos complejos de comunicación simbólica, a lo que se suma el conocimiento de que algunos pájaros y mamíferos confeccionan y usan herramientas.

Ello conduce a cuestionar el verdadero alcance de la oposición sin puentes entre naturaleza y cultura, que parece ahora ella misma una creación cultural artificial.

La cultura no es sino una reasunción sintética de la naturaleza permitida por la aparición de ciertas estructuras cerebrales que la vida animal sólo muestra de forma inconexa y dispersa.

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