Cuando usted lea a alguien como la sra diputada referirse a quienes le exigen, le reclaman, la contradicen, e incluso, si la insultan, como bots, sépalo sin duda:
usted lee a alguien que en su soberbia le esta restando su identidad como persona y como ciudadano.
Es propio de esa soberbia autoritaria intentar deslegitimar a todas las voces que les llevan la contra, que no les resultan favorables, que les son adversas.
Los soberbios, los autoritarios, y los fanáticos no conciben cómo prójimo a quienes no comparten su, limitada, visión.
Es por eso que, específicamente en RRSS, se esconden llamando a todo y a todos bots.
Es por eso que URGE que se pase de esa estúpida acepción, perversa, de ese término.
"Desinformación es la difusión intencional de información que el autor sabe que es imprecisa o irreal, con la expectativa que quien la recibe crea que es verdadera y con el propósito de causar malestar en la sociedad".
Lo interesante del caso es que los autores saben que esa información esta incompleta, es imprecisa, o que de plano están mintiendo. No importa, no necesitan que la información que presentan sea precisa, verificable, ni siquiera real.
De paso, además, implícitamente el desconocimiento al prójimo, todos aquellos que que no concuerdan con sus ideas. Sí acaso existen tales, debajo de la retorica ramplona.
"Nosotros" y "ellos".
Ningún acto de “nosotros” hacia “ellos” está equivocado, ni es una transgresión, una ofensa, mucho menos un crimen. Al contrario, es deber de “nosotros” defender y prevenir las transgresiones, ofensas y crímenes, porque siempre son “ellos” los que los cometen contra “nosotros”.
Pocas veces, detrás de toda la basura, estruendo y aspavientos, vacuos y sin sentido, se puede ver con nitidez cual es el verdadero objetivo de este mal remedo de gobierno.
Digo, por sí hay alguna duda, Narciso ya lo cantó clarito. Es ahí el tiro, por ahora para él, no hay más.
A estas alturas no creo que haya mucha duda que cuantos muertos cuesten sus caprichos, ya sea por el pésimo manejo de la pandemia, por la falta de medicamentos, la violencia, o cualquier otro motivo, es barato para él en su nebulosa mente.
En ese mundo irreal, en esa ficción de país que solo existe en su turbia cabeza, es con él y solo con él, todo lo demás puede ser ignorado e incluso destruido.
Y él se cree en serio la voz omnisciente de la figura retorica abstracta El Pueblo. Todos y nadie, según le convenga.
Jijos. Esa idea de "esdeque el repudio/condena social", similares y variantes, joder. Justamente el siniestro adoctrinamiento de la cuatrote gira en torno a presentar a todos y cualquiera q se oponga como alguien corrupto: inmoral y repudiable socialmente.
Ojo con las herraduras
Sigue sin ser distinto quien convoca a boicotear a Femsa, como ahora con el tema del autoconsumo eléctrico en los Oxxo, o a quien convoca a no ir a un restaurante por recibir a un cómplice de la gertztapo.
Ambos consideran estar haciendo algo eticamente y/o moralmente correcto.
Pero. Esa tendencia a manosear la idea de lo moral o lo ético es peligroso.
Un espejo: para eso se pinta solo Narciso, el principal agente de polarización en el país. Y doctrinarios que le acompañan.
No por nada justo recalca una y otra vez su discurso perverso de moral: SU MORAL
Quien no vea, o no quiera ver, q el contenido de consumo masivo, como cómics, anime, joligud, las series de tv y demás, tiene una alta carga de inducción de valores éticos y morales para modelado social, entonces nomas ve las cosas por encimita. Por los lindos colores, supongo.
Y a la vez son un fiel muy preciso de la balanza de lo que el mercado de contenido de consumo masivo esta buscando y aceptando, sobre todo, por la afinidad que surge de la identificación y simpatía por ahí presentado.
Aunque eso lleve a excesos como la cultura de la cancelación.
Esa cultura de la cancelación que, en este contexto, no es más que la manifestación colectiva contra todo y cualquier contenido que les resulte mínimamente adverso: que les raspa tantititito alguno de sus (muy) frágiles elementos de identidad.