Como se va acercando la Navidad, y a petición de un twittero, creo que sería de provecho que hablase un poco sobre este tema, ya que muy probablemente se va a empezar a mencionar por estos lares.
Como aborda cuestiones que no suelo tratar por aquí, me disculpo si cometo errores. En cualquier caso, os presento mis conclusiones después de unos días de estudio.
Aunque se suele decir que la Navidad se instituyó para sustituir a las Saturnalias,
en realidad el verdadero debate está en si se escogió la fecha del 25 de diciembre como la del nacimiento de Cristo para polemizar con la fiesta pagana del Sol Invicto.
La Iglesia, así, y en palabras del autor que popularizó esta teoría,
Lo que voy a escribir hoy me pareció al principio una curiosidad con poco fundamento, pero a medida que más lo investigo, más me voy convenciendo de que igual tiene más fundamento de lo que parece.
Un pequeño caveat antes de empezar:
Se trata de una lectura muy espiritualizada, y requiere tener una visión sobrenatural de la Escritura, así que los ateos que me siguen (que los hay) quedan avisados.
En Génesis 3, tras la Caída, hay una promesa:
“pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y
su descendencia; esta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón”.
El primer anuncio del Mesías redentor. Iba a tener que pasar un buen tiempo antes de que esta profecía se cumpliera en Cristo. Pero hay una cosa a tener en cuenta:
Os dejo aquí un pequeño esquema de algo que he descubierto esta tarde y que espero que os parezca igual de sorprendente que a mí.
En el episodio en el que Cristo camina sobre las aguas en realidad están ocurriendo muchas cosas.
Sin embargo, fiel a su estilo, Marcos condensa muchísima información en muy pocas líneas.
Estoy hablando de Marcos 6, 48-50. Intentaré ser sucinto, pero es que, repito, aquí ocurren muchas cosas.
Antes un poco de contexto: Cristo acaba de alimentar a una gran multitud milagrosamente. Se despide de la gente, manda a sus discípulos que vayan a la barca y se va a orar al monte.
A la cuarta vigilia (es decir, poco antes del amanecer, todavía oscuro, pero con algo de luz),
Acabo de descubrir una cosa en el Evangelio de Marcos que me ha dejado loquísimo.
Tengo que terminar de ordenarlo en mi cabeza. Ahora vienen unas amigüitas a visitarme. Si no se van muy tarde lo escribo esta noche o lo cuento por Spaces
Nah. Lo intento escribir rápido ahora. Esta bastante bien.
El episodio en el que Cristo calma las aguas de la tormenta se recoge en los tres Evangelios sinópticos, así como aquel otro en el que Cristo camina sobre ellas.
Hay que tener presente, antes de avanzar, que estos pasajes guardan un alto contenido epifánico, es decir, son episodios en los que la identidad de Cristo empieza a sospecharse.
Empieza a manifestar una serie de atributos que lo separan del resto de los hombres, hasta tal punto que pueda parecer que sea algo más:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?». Mat 8, 27
¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!». Mar 4, 41
Los libros del sacerdote Joseph Fitzmyer, en especial sus comentarios a distintos libros de la Biblia, son de lo mejor que he leído. Lo que estoy aprendiendo con él no tiene nombre.
Esta tarde os subo material suyo a la carpeta compartida de Drive.
Hay que saber un poco de griego para poder seguir sus comentarios, eso sí.
Voy a estar joseándole material por aquí durante mucho tiempo.