Thread by @geoestratego

“#TwitterFiles Thread: The #Spies Who Loved #Twitter.”
@mtaibbi sigue desvelando información sobre el gigantesco escándalo de los #TwitterFiles.
Mientras, los grandes medios mantienen su silencio sepulcral.
Va hilo.

taibbi.substack.com/p/twitter-file…

Lo que subyace es el inmenso poder que, desde la sombra, tienen los principales servicios de inteligencia (herramienta clave del “Estado profundo”) para influir, manipular y condicionar el pensamiento colectivo.

No es que sea una novedad, pues tradicionalmente lo han hecho con la manipulación de medios de comunicación, periodistas, investigadores y analistas.

Basta recordar la Operación Sinsonte (Mockingbird) de la CIA, para influir sobre más de 800 medios de noticias e información, estando implicados periodistas, columnistas, escritores, editores y hasta organizaciones enteras.

Este tipo de actividades, orientadas a influir en los medios de comunicación de modo que transmitan a las poblaciones noticias, informaciones y análisis que sean favorables a los gobiernos, ha sido y sigue siendo una práctica habitual de los servicios de inteligencia.

Para ello, se han empleado no solo los medios escritos tradicionales (periódicos y revistas), sino también la televisión, la radio, el cine y la literatura.

En los últimos años lo novedoso es la actuación en el cada vez más importante ciberespacio, tanto internet en general, como, y muy especialmente, las redes sociales, e incluso en los servicios de mensajería instantánea.

No debemos olvidar que cada día se conectan en el mundo más de 4.000 millones de personas a alguna red social.
Una hiperconexión que inunda nuestras vidas, de la que los ciudadanos cada vez tenemos menos posibilidad de escapatoria, como sucede con los móviles inteligentes.

Lo que se pretende conseguir al manipular las redes sociales es imponer narrativas, suprimir cualquier posicionamiento crítico con la versión oficial, y silenciar y expulsar de la red al disidente.
En definitiva, el aplanamiento de la sociedad y la normalización del silencio.

Sus objetivos pueden estar relacionados tanto con fines geopolíticos, como ser de pura política interna, para elevar o destruir a políticos, incluso a presidentes, según se ajusten o no a los requisitos de las élites que en realidad dirigen el país.

Un verdadero totalitarismo democrático, el cual, haciendo uso de los instrumentos digitales, consigue sus objetivos con mayor facilidad y eficacia de la que podamos pensar.
Y sin que, en la mayoría de los casos, nos demos cuenta de hasta qué punto nos están manipulando.

A sus muchas estratagemas (eliminar noticias inconvenientes, banear a las voces críticas…), se une el empleo de las legiones de bots -verdaderos ejércitos digitales-, con la finalidad de insultar, difamar y desprestigiar a cualquiera que no siga el juego que se quiere imponer.

Así, logran colonizar las mentes de los usuarios de las redes, empachándonos con información banal, dando lugar a un pensamiento inútil que fomenta caracteres que nada se cuestionan, pues solo conocen la “verdad oficial”, la impuesta.

Es la nueva forma de lavado de cerebro: adoctrinamiento repetitivo, monopolio y control de la información y las comunicaciones, y anulación del sentido crítico.
Se modulan las conciencias por medio del control de la información.

Y no olvidemos que quien controla la información, controla también las mentes, pues la información recibida configura el pensamiento y, por tanto, condiciona la adopción de decisiones (o la carencia de ellas).

Como se está desvelando con los #TwitterFiles, se puede llegar a condicionar el pensamiento de toda una sociedad (al menos de su mayor parte), inducir el voto ciudadano o imponer a ciertos políticos más “sumisos”.

Todo un drama para la democracia, que deja de ser tal para convertirse en una forma de autoritarismo, por más que se camufle en algo aparentemente tan inocente como las redes sociales.

Poco podemos hacer los ciudadanos ante estas acciones tan sofisticadas.
Solo nos queda dudar de la información que por las redes transita, e intentar conseguir el mayor número de datos posibles procedentes de fuentes diversas, para realizar nuestro propio análisis.
Fin del hilo.