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A las 11:30, con Urkullu de enlace, y todo hablado y conforme, el Govern filtra a sus medios que convoca elecciones el 20/12.
Puigdemont ya sabe lo que va a ocurrir en el Senado y está de acuerdo. Especulando, se aprueban las medidas del 155 pero no se ejecutan.
Entonces llegan las reacciones del independentismo. Dimisiones, acusaciones de traición, todos quitándose de encima la decisión.
La noticia está filtrada y la comparecencia programada. El atril, listo. Las banderas, puestas.
Puigdemont no quiere aparecer como el llanero solitario del 'retrusés' y ya está viendo el percal.
Así que, acojonado ante la perspectiva de quedarse solo y comérselo todo, da marcha atrás.
Todo esta milonga de las garantías, de la liberación de los Jordis, de la inmunidad jurídica, no es más que eso: una milonga.
Que les cuadra el discurso a todos, pues sí. Pues molt be. Ahora seguimos en las mismas. Y ya son cosas internas.
Porque Puigdemont quiere que se vote en el Parlament para compartir el horizonte penal. Y todos los demás se lavan las manos.
Así que mi pronóstico es que mañana esto se deja morir sin DUI sabiendo que el 155 toma el control a partir del sábado.
Ya tienen cabeza de turco para contentar a esa gran masa majadera que es el independentismo a día de hoy.
Porque que os quede muy claro: o estáis chalados o sois bobos de baba. Ya han pasado suficientes cosas como para hayáis visto la verdad.
Y ya. Este es mi resumen de hoy para @mellamopersona
Y un reproche gordo al Gobierno, que no dice nada para no tener que admitir que han hecho lo posible para no tener que dar paso al 155.
Que vale que los cavernarios van a poner pegas, pero la gente normal estamos agradecidos.
De hecho, los cavernarios van a zumbar a Rajoy igual, no van a estar contentos nunca. Igual que los cavernarios indepes con Puigdemont.
