No hay forma facil d subir tarifas. Ojala gestionar fuera dar siempre buenas noticias, siempre regalar plata. Es la parte fácil y la forma fácil. Patear la pelota para adelante. Que resuelva el próximo
Lo que si hay que hacer es explicar mucho. Ser transparente y decir la verdad
Lo que si hay que hacer es explicar mucho. Ser transparente y decir la verdad
De los variados errores de gestión de la administración anterior, el desmanejo de la política energética es uno de los menos conocidos y de mayores consecuencias macroeconómica.
Los números son tan pero tan elocuentes que hablan por si solos.
Los números son tan pero tan elocuentes que hablan por si solos.
Entre el año 2000 y 2015 los precios de la economía subieron un 1400%. La tarifa de electicidad en el Area Metropolitana de Buenos Aires subió un 30%
¿Se entiende?
Un precio cualquiera que valía 100 en 2000 paso a 1500 en 2015
La tarifa que valia 100 en 2000 paso a 130 en 2015
¿Se entiende?
Un precio cualquiera que valía 100 en 2000 paso a 1500 en 2015
La tarifa que valia 100 en 2000 paso a 130 en 2015
En simultaneo, subia el costo de generación de esa energía.
Producir un Megawatt/hora en 2003 costaba unos USD 10 en 2003
Producirlo en 2015 costaba unos USD 70 en 2015
Se multiplico por 7
El estado llegó a pagar USD 120 dolares en 2011
Los usuarios pagaban USD 10 en 2015
Producir un Megawatt/hora en 2003 costaba unos USD 10 en 2003
Producirlo en 2015 costaba unos USD 70 en 2015
Se multiplico por 7
El estado llegó a pagar USD 120 dolares en 2011
Los usuarios pagaban USD 10 en 2015
La eficiencia y calidad de nuestra infraestructura enérgetica se hizo pedazos.
Quemamos fuel oil carisimo, gas natural licuado que venia en barcos.
Se multiplicaron cortes de luz en verano y de gas en invierno
Pasamos de exportar USD 6 mil millones de combustibles a importarlos
Quemamos fuel oil carisimo, gas natural licuado que venia en barcos.
Se multiplicaron cortes de luz en verano y de gas en invierno
Pasamos de exportar USD 6 mil millones de combustibles a importarlos
La contracara de este desmanejo fue un enorme esfuerzo fiscal, derroche no solo ineficiente sino también injusto, con altisima incidencia en la región mas rica del país y en los segmentos más ricos.
Por cada dos pesos que recibía el quintil mas rico, el mas pobre recibía 1.
Por cada dos pesos que recibía el quintil mas rico, el mas pobre recibía 1.
Es muy difícil trasmitir la enormidad de recursos que eso implica.
Entre 2003 y 2015 nos gastamos 24 puntos del PBI en subsidios a la energía y combustibles.
A precios de hoy eso son unos 150 mil millones de dólares.
Ciento cincuenta mil millones de dolares
Entre 2003 y 2015 nos gastamos 24 puntos del PBI en subsidios a la energía y combustibles.
A precios de hoy eso son unos 150 mil millones de dólares.
Ciento cincuenta mil millones de dolares
Con ciento cincuenta mil millones de dolares se soterra 75 veces el Tren Sarmiento,
Pagamos toda la deuda publica con el sector privado y sobran 15 mil millones
Equivale a 2.5 veces las reservas que hoy tiene el Banco Central, y 6 veces las que dejo el kirchnerismo.
Pagamos toda la deuda publica con el sector privado y sobran 15 mil millones
Equivale a 2.5 veces las reservas que hoy tiene el Banco Central, y 6 veces las que dejo el kirchnerismo.
Con ciento cincuenta mil millones de dólares haciamos 17 autopistas entre Ushuaia y la Quiaca o, atención, una autopista que de DOS VECES la vuelta al mundo.
Este es el tipo de derroche, de irracionalidades, detrás de la verdadera tragedia fiscal y energética recibida.
Argentina casi duplico su Estado entre 2003 y 2015. Paso de 23% del PBI a 42%. Casi un estado entero nuevo.
Recibimos, sin embargo, un país y con 30% de pobres.
Argentina casi duplico su Estado entre 2003 y 2015. Paso de 23% del PBI a 42%. Casi un estado entero nuevo.
Recibimos, sin embargo, un país y con 30% de pobres.
Hay una forma muy facil de encarar estos problemas. Negarlos, esconder la cabeza como el avestruz, patear la pelota para adelante para que la resuelva el próximo.
O ponerse los pantalones largos y no gobernar pensando en la próxima elección, sino en la próxima generación.
O ponerse los pantalones largos y no gobernar pensando en la próxima elección, sino en la próxima generación.
